—puedo arreglarlo pero necesitare unos minutos!!! — en la parte trasera del camión habían varias cajas de madera, yo tome una y la partí sacando varias estacas, le di una a Rachel y los dos salimos del camión. La multitud avanzaba cada vez más pero todavía estaba muy lejos de nosotros, los dos corrimos hacia ellos y al estar ya cerca se nos lanzaron encima, nos manteníamos los dos juntos y no dejábamos que nadie pasara hacia el otro lado, dábamos golpes en la cabeza y en las costillas más que todo y eso hacía que algunos se decayeran o se desmayaran.
—ya está listo!!! — habíamos terminado con la mayoría de la gente y al dar el último golpe salimos corriendo al camión que ya estaba arrancando, yo subí primero y tome la mano de Rachel quien todavía estaba corriendo pero ya al subirse el demonio salto sobre ella y le clavo las grandes garras de sus manos en su pierna, podía ver que de cinco hoyos salían chorros de sangre, ella volteo y con la otra pierna le dio una patada que hizo que de un golpe las garras salieran de su cuerpo y con un fuerte grito logro subirse al camión pero el demonio no se había rendido aun, después de caerse y en cuatro patas corrió rápido hacia Rachel pero ella sostenía una de las estacas de madera y cuando el demonio salto, saco la estaca y apuntando hacia su barriga lo traspaso.
—le di!! — el demonio se quedo paralizado y Rachel de inmediato lo lanzo al pavimento, después de unos momentos oímos gritos que parecían ser de los demás miembros de la catedral pero no se acercaban, tal vez querían ver el demonio que tenían entre ellos. De inmediato mi madre saco un poco de alcohol y algunas vendas, puse un pañuelo en la boca de Rachel y con una mano le cubrí los ojos, con mucho cuidado y seguridad roseé el alcohol en su pierna y luego escuche su grito ahogado, ya calmada y la herida limpia procede a ponerle las vendas.
—ya esta— Rachel elevo un suspiro y luego sobre mi pecho se quedo dormida, yo sin querer también lo hice pero no antes de darle un beso en la frente, la quería mucho incluso más que mi vida, mi vida no era nada antes de llegar aquí, no tenía alguna razón para existir pero ella fue quien me la dio, estoy aquí porque todavía debo estarlo, tengo un propósito y todas las personas que han aparecido en mi vida forman parte de eso.
—Te amo...— con esa palabra me quede dormido hasta que llegamos a la ciudad, se veía como nueva pero el cielo gris no cambiaba su expresión, yo me desperté y al querer levantarme Rachel se despertó. Los dos nos quedamos en silencio hasta llegar a la casa, era muy parecida a la mansión de Rachel pero no le di mucha importancia.
—queridos!!! Esta es la casa que les parece? — ella me miro y yo a la par con ella.
—Es muy linda— la voz de Rachel era tan suave que casi no la podía oír ¿Qué le pasaba? ¿Tenía miedo?.
—Rachel estas bien? — ella asintió rápidamente. Todos, incluyendo al señor del camión nos pusimos a desempacar y ya para el final del día habíamos preparado toda la casa.
—Bueno señora, creo que ya debo irme— todos nos habíamos reunido a la puerta de entrada.
—¿No quiere quedarse a cenar?, fue de gran ayuda para nosotros y estaba pensando hacer pollo al horno— mi madre estaba preocupada, yo de repente sentí una presencia extraña y lo certifique al sentir que la mano de Rachel apretaba la mía, era como si alguien nos estuviese vigilando pero allí no había nadie, Rachel miraba en dirección a la montaña pero yo disimule y seguí con la conversación.
—no gracias señora, debo llegar temprano para estar con mi familia además, mi esposa preparara pescado al horno y quiero ayudarla— el señor no dejaba de sonreír y quería estar con su familia, Rachel soltó mi mano y rodeo mi brazo eso me recordó lo que le dije, que le propondría matrimonio, al principio me daba un poco de miedo pero también entendía lo bello que es tener una familia y solo la quería formar con la mujer que amo, Rachel.
—Bueno entonces más vale que se apure, queremos todos darle las gracias si no fuera por usted no habríamos nunca llegado aquí— al mi madre decir estas palabras no sé porque sentí mas escalofríos de los que sentía antes ¿era por lo que estaba diciendo? Sin mencionar que Rachel seguía observando la montaña. Por fin el señor se fue a su casa y todos entramos a la nuestra, mi madre comenzó a hacer la cena mientras que mi padre sacaba una mecedora y se sentaba en el porche de la casa.
Rachel y yo subimos por alguna razón a mi habitación, eso después me recordó que debía darle un regalo, ella se sentó en mi cama y yo fui a buscarlo.
—Rachel esto es para ti, sabía que no podía olvidarme de ello— ella abrió la caja roja de regalo y allí lo vio, era un anillo muy fino de plata y con varios diamantes pegados a él. Ella no sabía que decir y yo por mi parte saque el anillo y se lo puse en el dedo anular de su mano derecha.
—Rachel Robinson— allí mismo sentado al lao de ella se lo propuse, fue el momento más difícil de toda mi vida, no sabía cómo podía reaccionar ella o yo mismo, con todas las fuerzas de mi cuerpo y corazón continué mi conversa.
—quieres ser mi compañera de por vida? Acompañarme en todas mis aventuras completamente extremas y peligrosas? Quisieras formar una familia conmigo? Quieres....— allí todo perdió el sentido, dije tanto que ahora no sabía que decir debía actuar rápido y tratar de disimular mis nervios pero antes de que pudiera hablar otra vez ella me contesto.
—si...— no podía creerlo ME DIJO QUE SI!!!! —quiero ser tu compañera de por vida, quiero acompañarte en todas tus locas extremas y peligrosas aventuras, quiero ser tu esposa Noah— estaba paralizado, me había dicho que si, había aceptado mi propuesta, ella no paraba de mirar el anillo y yo finalmente la bese, ese beso no quería dejarnos ir a los dos y sin querer caí encima de Rachel. Sabía que por más que quisiera unirme a ella debíamos esperar a que estuviésemos casados, pues eso es lo que se debe hacer.
—Noah, preferiría llegar virgen al matrimonio, por favor no me malinterpretes... — en seguida yo le respondí.
—si claro, te entiendo— en ese momento mi madre nos llamo para cenar, Rachel y yo bajamos las escaleras tomados de las manos, ella se veía nerviosa tal vez por enseñar el anillo y tal vez ella esperaba que fuese yo quien lo anuncie.
—mama, papa les tengo que decir algo...— esa vez pensé en contarles de una vez, no quería andar con rodeos, ya lo había intentado con Rachel y salió a la perfección podía pasar lo mismo con ellos.
—ya le propuse matrimonio a Rachel y acepto, nos vamos a casar—.
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La llamada del Reflejo ©
Horror✔Una Historia de Ariel Lampe. ✔Los Derechos de este libro son reservados y protegidos. ✔Una portada de @Jst1ne. ➤SIPNOSIS: La llamada del Reflejo trata de Noah, un joven campesino pobre que narra su propia y desgraciada y historia, que va cambiando...