Era la esposa del señor del camión, con un palo muy grande el cual sostenían los dos brazos.
—chico, tus padres te están buscando por todos los lados del bosque, vinimos por ustedes pero... donde esta mi esposo? — yo baje la cabeza pero Rachel todavía observaba al extraño que no le quitaba la vista de encima. La señora poco a poco fue volteando para atrás y al verlo se lleno de ira, de enojo, tal vez se dio cuenta de que su esposo ya no volvería con ella. Quiso correr y golpearlo con el palo pero la tristeza pudo más que ella, se arrodillo y empezó a llorar en silencio, se acariciaba el vientre una y otra vez pero más que eso debíamos recordar que el asesino seguía con nosotros. De repente el señor se empezó a reír sin parar hasta llegar al punto de tener que gritar de la risa, se había vuelto más loco de lo que ya estaba y, al terminar de reírse corrió finalmente hacia nosotros pero al pasar por el frente de la señora que todavía sollozaba en el suelo, se levanto y con el palo le partió la cara al corredor.
—váyanse ya!!!!, lograran ganar tiempo— no podía creer lo que decía, ¿pensaba luchar con él? No podía dejarla allí sola.
—pero señora!!! —
—váyanse!!!!! Y recuerden siempre que es lo más importante— Rachel tomo mi brazo y empezamos a correr, yo seguía mirando hacia atrás hasta que el viejo se estaba empezando a parar, de allí fije mi rumbo solamente hacia el frente, debía encontrar a mis padres. Corrimos lo más que pudimos hasta que Rachel se fue deteniendo poco a poco y al final los dos nos detuvimos para respirar.
—Noah...— Rachel miraba por detrás de mí y de pronto pensé que era el viejo pero no era así, allí estaban mis padres pero no podía llamarlos, no tenía fuerzas, pero luego tome mucho aire y grite.
—PAPA!!!! — los dos voltearon y vinieron hacia nosotros, mi madre tenía una cantimplora llena de agua y con eso bebimos Rachel y yo. No podíamos estar mucho tiempo allí porque el demente podría aparecer en cualquier momento y tal vez inesperadamente nos atacara. No podíamos correr porque mi padre no tenía la fuerza suficiente como para aguantar, pero por lo menos debíamos caminar lo más rápido posible y así fuimos caminando hasta llegar a la cascada y desde allí podíamos ver el techo de la casa, estábamos prácticamente salvados hasta que sin darnos cuenta el asesino nos había estado siguiendo y al voltear ya era demasiado tarde pero ¿Dónde estaba la señora?.
—¿Qué le hiciste? — me atreví a preguntarle, en ese momento mi madre saco su hacha. El viejo mostro el palo que tenia la señora y estaba lleno de sangre, no puede ser!!! La había matado!!!! Sin poder decir más, quise ir al golpearlo pero al ir, el enemigo lanzo el palo... este rodo y rodo por los aires. No puse mucha atención e igual seguí corriendo hasta que me abalance sobre él y antes de golpearlo Rachel grito.
—NOAH!!!!! — su grito fue tan fuerte que retumbo en todo el bosque, de repente escuche que su llanto era muy fuerte, se tapo la boca pero aun podía escuchar sus fuertes lamentos. Decidí voltear y comprendí el motivo...
—Noah...— decía con voz muy débil, todavía estaba de pie pero no duraría mucho en estarlo, el corazón se me detuvo, el tiempo, mi mundo, absolutamente todo se había venido abajo en tan solo ese segundo en que voltee... si, le había lanzado el palo al estomago de mi papa...
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La llamada del Reflejo ©
Horor✔Una Historia de Ariel Lampe. ✔Los Derechos de este libro son reservados y protegidos. ✔Una portada de @Jst1ne. ➤SIPNOSIS: La llamada del Reflejo trata de Noah, un joven campesino pobre que narra su propia y desgraciada y historia, que va cambiando...