2

4.9K 311 5
                                    

Thiago

Los pasos se convirtieron en grandes pisadas para terminar siendo un gran recorrer por todo el bosque, mi lobo estaba de algún modo furioso o quizás era yo, en ese momento mis emociones se mesclaron con las de Agni. Ya no escuchaba los pasos de Zafir, no me di cuenta cuando me había dejado de seguir y era lo mejor, en ese momento solo quería estar solo.

Me detuve allí, justo donde se dividen ambos territorios; New Moon y Full Moon, las dos manadas más fuertes del país y de las cuales solo podía escoger una.

Esa había sido la primera confesión de mi madre, revelarme aquel cargo que estaba sobre mí desde que nací o inclusive desde que estaba dentro de su vientre, tenía en mi poder la decisión de solo salvar a una. Tome mi cabello entre mis dedos y los jale con frustración, no podía hacer tal cosa, simplemente no era una opción.

Seguí mi camino pero ahora más calmado, según mi madre tenía que controlar mi carácter ya que mi lobo podría tomar el control y lo que menos se requiere es que los del consejo se enteren que mi transformación ha llegado, aun no estoy listo para elegir. Mi mente buscaba alguna forma para que ninguna de las mandas saliera afectada, recordando entre todas aquellas líneas que había leído hace menos de medio año, aquel libro lleno de todas y cada una de las reglas que debe obedecer cada manada pero también todos los castigos que hay al quebrantar alguna de ellas.

Llegue a la manada de mi padre, esta vez sin detenerme a saludar o disfrutar de la tranquilidad del lugar, me seguí hasta llegar frente aquella gran casa antigua donde había pasado innumerables experiencias; sonreí al recordar la primera vez que me perdí entre los pasillos, había llorado y ni Ethan o Melissa me habían podido contentar y no hubo más remedio que llevarme con Leah. Estaba a punto de tocar la puerta de su despacho cuando Damián abrió esta, solo tiro una pequeña sonrisa y siguió su camino, en su rostro cada vez era más notable la tristeza y agonía de su lobo al no encontrar a su mate.

— Ya lo sé — fueron mis primeras palabras al ver a mi padre, este estaba en su gran escritorio de caoba en el cual los papeles abundaban a montones.

Su expresión no se podía describir, dejo los papeles sobre el escritorio y me miró fijamente.

— ¿Qué es lo que sabes?.

Camine hasta estar frente a él, me deje caer con pereza en la silla y saque de mi bolsillo aquella medalla de oro puro que me había dado mi madre; era una media luna con un lobo aullando.

— No quiero hacerlo — deje la medalla sobre el escritorio — no estoy dispuesto a elegir entre ambos.


Un suspiro salió de sus labios, su rostro había adquirido un semblante nuevo, pareciera que no se esperaba tal cosa, quizás alguna peor, ¿pero cuál?.

— Tienes que hacerlo — abrió un cajo de ese gran escritorio de caoba y puso junto a la medalla de New Moon la suya, la que pertenecía a esta manada — el consejo vendrá justo el día de tu cumpleaños para que le digas tu decisión la cual será conocida por todas y cada una de las manadas del mundo — mire la medalla, esta era también una media luna pero con la diferencia que el lobo estaba recostado, dando la sensación de que se encontraba dormido — es mejor elegir una que ninguna.














(...)













— ¿Se podría saber que está pensando el futuro alpha? — la inconfundible voz de Zafir llego hasta mis oídos.

— No estoy de humor Zafir— tome una pequeña roca y la lance al rio frente a mí.

— Últimamente no estas de humor — se quejó — pareciera que tienes trecientos años — tomo una de las medallas que se encontraban frente a mí — jamás había pasado por mi mente ser beta de alguna de estas manadas — confeso — estaba muy fuera de mi alcance.

— No estoy listo — su mirada cayó sobre la mía — de tan solo pensar que debo elegir.... esto es simplemente imposible.

— Pero si no elegís ninguna..... — tomo asiento junto a mí — es peor, ambos sabemos que lo será y todo se complicara, podría existir la posibilidad que ninguna de las dos manadas este en unos años, todos se vendrán como animales hambrientos y desgraciadamente nosotros somos su manjar, su pasaje a una vida mejor.


— Lo sé.... — tomo ambas medallas — pero tengo la sensación de que no me están diciendo toda la verdad, sé que esconden algo más.

— Y estas en lo correcto — una tercera voz se escuchó, tanto Zafir como yo nos pusimos de pie.

De entre los árboles salió una anatomía, era alto y extremadamente pálido, sabíamos que teníamos frente a nosotros.


— Estas en territorio equivocados — camine dos pasos frente a el — lárgate.

— Tienes el carácter de tu padre — sonrió con sorna — pero gracias a la vida que no te pareces mucho a él, tienes mucho de Leah.

— ¿Quién carajos eres?.


— La persona que te puede revelar eso que tanto anhelas.



________________________________

hey!

Por algunos problemillas por ahí, he decido cambiar los días de actualización, eb vez de sábado van hacer el día lunes o miércoles.

Acá les dejo lo que debí haber subido el sábado, espero que les haya gustado.

Nos leemos después!

— Liz

Sacrificio [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora