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Donde antes reinaba el orden ahora era el mismísimo caos; los papeles estaban esparcidos por doquier, los muebles fuera de lugar y unos cuantos fragmentos de adornos esparcidos eran la vista principal en cuanto entrabas en aquellas cuatro paredes.

La respiración aún se mantenía irregular y descumunal, las venas remarcadas en sus brazos y unos cuantos rastros de sangre; la ropa antes impecable ahora estaba manchada de suciedad, su cabello perfectamente peinado ya no estaba, sus ojos donde se apreciaba la tranquilidad y calma ya no estaban, una ligera capa de enojo y decepción surcaban sus bellas facciones.

Nada estaba bien, nunca lo estubo.

El chirrido de la puerta interrumpio el pequeño lapso de silencio del lugar, el familiar olor llego hasta su nariz, sabia perfectamente quien era,  el olor que desprendía aquella persona jamás se iría de su olfato.

— ¡¿Qué paso aqui?!.

La incredulidad vibro en cada palabra, podria imaginar su expresión sin siquiera verla; pronto escucho como se movía por el despacho hasta quedar frente a él.

—Thiago... — susurro su nombre — ¿qué es ...? — antes de siquiera terminar la pregunta se dio cuenta de los papeles que yacían en sus manos.

— Cada vez que avanzo un paso retrocedo dos... — su voz se escuchaba más ronca de lo normal — te pedí respuestas y solo me has dado unas cuantas migajas.

— Hijo....

— Ahora no se si en verdad soy tu hijo — la sorpresa en sus iris delataban el dolor que causaban aquellas palabras — ahora no se si mi vida fue verdad, si en realidad hubo honestidad en todos estos años.

— ¡Por supuesto que eres mi hijo! — hablo con  aquel tono que muy poco usaba, el de una Alpha — jamás pongas en duda eso.

— ¿Por qué me mentiste? — sintió el enoje despersarse para volver a ser la estrella principal — ¿por qué no me dijiste que yo no nací aqui?.

— ¿Quién te ha dicho sobre esto?.

— ¿Acaso importa? — miro de nuevo las letras en aquel pedazo de papel — quién lo diría — sonrió sin gracia — registrado tal cual mortal...

— Thiago... — intento acercarse pero la detuvo.

— No — inconsientemente cerró los ojos, necesitaba tomar valor para pronunciar las siguientes palabras — no te acerques.








(...)




El viento azotaba cada vez con más fuerza contra las ramas de todos los árboles que rodeaban aquella gran mansión; los conocidos sonidos de los grillos se hizo presente mientras la luna poco a poco iba tomando su lugar en aquella noche llena de estrellas.

Aquellas cuatro paredes parecían reducirse cada vez que alguien más entraba, el ambiente era sofocante puesto nunca nadie se había imaginado que dos grandes enimigos se encontrarían solos en una misma habitación; de vez en cuando se lanzaban miradas mordases y llenas de amenazas no pronunciadas.

— Son muchos...— murmuro melissa en cuanto vio como el grupo de enfrente crecia considerablemente — esto no me gusta — miro a su mate.

— Estamos aqui por Thiago — miro el reloj que yacía en su mano izquierda — y por tu hermano.

La pareja regreso a ver al mencionado anteriormente; este se encontraba en la esquina de esa gran despacho, su mirada estaba atenta a los movimientos de los miembros de New Moon. La inquietud no había abandonado su cuerpo desde que recibió la llamadade Leah, aún recordaba la preocupación que tenía su voz, suspiró, algo no andaba bien.

La puerta se abrió revelando a las últimas personas que hacían falta: Leah y Thiago.

— Creo que ya somos todos —miro por toda la habitación mientras repasaba una lista mental de quienes necesitana que estuvieran ahí.

— ¿Qué hacen todos aquí? —pregunto Thiago al ver ambas familias ahí —¿al fin me diran toda la verdad o seguiran mintiendo?.

Un suspiro de derrota se escucho por parte de Leah, todo lo que alguna vez protegio, todo aquello que sabía que le haría daño a su hijo saldría a la luz, sus ojos chocolates chocaron con aquellos tormentosos ojos azules, solo basto eso para que ambos supieran que había llegado el momento.

— Ha llegado el momento que te enteres de todo — la gruesa voz de Ethan se escucho por toda la habitación — aunque eso implique tocar viejas heridas.

Heridas.

Más de las que podian contar, todos en la sala sabían el amargo sabor de aquella palabra exceptuando al chico de 17 años; todos los presentes se miraron unos a otros pero finalmente detenerse en una sola persona: Leah.

Aquella mujer tenía entre sus manos el poder de las grandes revelaciones, entre sus manos bailaba el rencor que podría surgir al revelar las grandes verdades.

Su mirada de nuevo encontro aquella azulada, ambos sabían el caos que se desataria en aquella habitación, la castaña tomo una gran bocanada de aire para después decir las primeras palabras.

— Hace años la manada New Moon era envidiada por su gran fortaleza —miro a Samuel, recordando aquella vez que estuvo donde ahora esta su hijo — no solo fisica sino que también espiritual.....




(Sí quieren volver a leer el relato, en los capítulos 36, 37 y un poco de el 38 en Traición)

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Hola!

Se me olvidaba decirles que Traición obtuvo el 2do lugar en Frost Galaxy Awards 2018 el 08/Mar/18.

También me hicieron una entrevista que puedes encontrar en la sección llamada "Ganadores Frost Galaxy Awards 2018" en EditorialFrostGalaxy
Ahí encontraran algunos datos curiosos de la novela, el apartado tiene el título de la historia.
¡Espero vayan a leerlo!

Su apoyo es increíble.

¡Nos leemos después..!

— Liz ❤

Sacrificio [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora