Sacrificio [2]

27

Lo mejor de la vida se vive en pequeños momentos que endulzan la vida, somos fragmentos hechos de tristeza, felicidad, triunfos, derrotas, heridas; todo aquello que alguna vez influyo en nuestras vidas.

— No puedes ir tu solo Damián — hablo el Alpha — sabemos que Bladimir me quiere a mí.

— Pero tiene a Victoria, no puedo permitir que ese ser repugnante la asesine.

— No dejaremos que eso pase — aseguro — ¿Qué fue lo que dijo? — pregunto a Zafir.

— Quiere hacer un trato — respondió — la mitad del territorio y que los dejen cazar libremente dentro y fuera de este, incluyendo los humanos.

— ¡Esta demente! — vocifero Damián — está loco si creerá que accederás a tal tontería.

— La matara si mi padre no accede — hablo Thiago quien se encontraba sumido en sus pensamientos — si accede o no, somos conscientes que él no se va a detener hasta vernos caer.

— ¿Estas sugiriendo? — pregunto Joseph al entender lo que su sobrino sugería.

— Matarlo — respondió Ethan — debí matarlo hace años, esa escoria debió haber muerto hace tiempo.

— Reúnan a los mejores Deltas, si Bladimir quiere guerra, la tendrá.

(...)

Las suelas de los zapados hacían eco al caminar por la madera degastada por los años; aquel hombre portaba un traje que podría alimentar a diez de las familias más numerosas y pobres de su clan.

— Abran la puerta — ordeno, sus súbditos obedecieron sin rechistar.

Entro a aquel pequeño cuarto lleno de moho y suciedad, miro el bulto que se encontraba en medio de la estancia. Pateo sin delicadeza uno de sus costados de la chica.

— Despierta — pateo de nuevo, Victoria lo miro con desprecio.

— Eres repugnante.

— Lo se querida, no es algo que no me han dicho antes — camino alrededor de ella — en unas horas sabremos si eres importante para ese lobo.

— ¿Qué te hace pensar que el vendrá por mí? — apenas y pudo levantarse del suelo ya que los súbditos del rey la habían golpeado lo suficiente para que sus huesos dolieran — él no es nada mío.

— Pero es tan débil y estúpido que no dudara en venir por ti — camino hacia la salida — esa es una desventaja al conservar su lado humano, son su debilidad, son misericordiosos, nosotros no.

La puerta se volvió a cerrar, los gritos de la prisionera no tardaron en ser escuchados; el sonrió, amaba la sensación de poder recorriendo su cuerpo, sabía que con tener a Victoria obtendría un poco de lo que deseaba.

— Señor, ¿cuándo le administraremos la comida a la prisionera?

— Ahora mismo — respondió — encárguese que coma hasta la última migaja.

— ¿Cree que funcione?

— Sin duda alguna — sonrió con malicia — prepara todo, de seguro ya han de venir en camino y no quiero que el plan se arruine.

— Entendido.

(...)

Las hojas de los arboles eran destruidas por las pisadas de todos los deltas que eran dirigidos por el Alpha de Full Moon; trotaban de prisa puesto el tiempo corría en su contra.

— Ya los tenemos rodeados — informo el delta a Ethan y a Damián — esperamos su orden Alpha.

— Esta bien — respondió Ethan, solo necesitaba unos minutos más.

— ¿Por qué no permitiste que Thiago viniera? — pregunto Damián.

— Es joven — contesto — estos problemas me corresponden a mí no a él, además, si esto no sale como esperamos, no quisiera que su vida terminase aquí — miro la luna que se encontraba en su punto más alto y resplandecía en su belleza — confió que será un buen Alpha, compañero y hermano, hoy daré hasta mi propia vida para que Bladimir deje de existir , no dejare que ese bastardo dañe más a mi familia y manada.

— Jamás te había escuchado tan decidido — menciono el beta tras unos segundos — tu madre estaría muy orgullosa de ti.

— Ella era lo mejor de mi vida y este clan me lo arrebato — miro al delta que estaba esperando una señal de su Alpha para comenzar — no quiero que nadie de BloodFangs salga vivo del castillo, lo quiero muerto, por nada del mundo lo dejen escapar.

— Entendido Alpha — tomo el intercomunicador y empezó a dar las ordenes — el principal objetivo es Bladimir Blood, lo queremos muerto, ataquen el castillo, ahora.

Solo fue cuestión de segundos para que la masacre comenzara; el silencio que reinaba en aquel castillo fue interrumpido por los gritos de dolor por ambas partes, en aquellas paredes manchadas de sangre quedaron los ecos de lo que alguna vez habito. Los pasillos quedaron inundados de cuerpos inertes, la sangre formaba charcos alrededor de lo que alguna vez fueron súbditos; los hombres lobos se acercaban a su objetivo de prisa, el animal en ellos dominaba sus instintos los cuales querían acabar con alguien en específico: Bladimir BloodFangs.

Ethan llego al despacho principal de aquel viejo castillo que pronto seria ruinas; corrió de prisa en sus cuatro patas, Dan quería sentir la sangre escurrir entre sus colmillos, quería matarlo antes de tan siquiera tocase un cabello de su amada hija. Derribo las puertas de un solo golpe, la bestia gruñía más fuerte por cada paso que daba, su olfato capto de inmediato el nauseabundo olor que lo caracterizaba y sin pensarlo dos veces lo ataco directo a la mandíbula, atacando su cabeza de una sola mordida.

Miro el cuerpo sin vida de Bladimir, matarlo había sido más fácil de lo que alguna vez pensó; miro hacia la entrada de aquella habitación, Damián miro el cuerpo de aquel vampiro que pronto se transformó en un delicado cuerpo femenino.

— No es cierto

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Boommmm!!!!

Ya llegué, espero perdonen mi tardanza y le den mucho amor a este capítulo.

Les informo que Traición tiene booktrailer, así que, si lo quieren ver, está en un apartado de la novela (traición). ¡Vayan a verlo!

— Liz <3