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Las ultimas palabras habían salido de sus labios, casi todo habia sido dicho, ahora mismo la habitación se le hacia ridículamente pequeña, mirar como aquellas familias se encontraban con su caparazón en los suelos.


Ahora entendía su odio o por lo menos una parte de ellos.

Miró a sus padres frente a él, sabía que le habían revelado grandes cosas.... pero faltaba algo.

— Yo.... no se que decir — se levante de donde anteriormente estaba — eso fue tan egoísta como avaricioso —miro a su padre — no sé sí agaredecer o lamaentar que no haya conocido a tu padre.

— Deberías agardecer — la voz de  Eliot resono por las cuatro paredes — después de de todo tu estas aquí —asenti.

— Pero aún no tengo todo claro — sintió  el cuerpo de su madre tensarse prediciendo la siguiente pregunta —¿por qué estan separados?, mejor dicho ¿por qué se rechasaron?.

Sabía de ante mano que esa era la situación de ambos pero nuncale habían dicho el porque.


Silencio.





Toda la habitación se sumió en un gran silencio tras esas preguntas; todas las miradas se concentraron en la pareja que de alguna manera se encontraban en medio de la multitud.

— No creo que estes listo para escuchar eso — contesto  Ethan — no ahora.

— Han pasado casi 17 años — dijo — ¿no crees que he esperado suficiente?.

— Ya no hay salida Ethan — hablo Leah — ¿nos podrían dejar solos por favor? — su mirada se dirgio a todos los espectadores en la habitación, estos sin rechistar fueron haciendo camino hasta la puerta.

— Te estaremos esperando a fuera —la mano de Melisa le dio un apretón recorfontante al hombro de su hermano — suerte... — susurro al pasar a lado de Leah.

— Quiero que me escuches hasta el final sin interrumpirme ¿esta bien? — asentio el chico — cuando yo tenía 21 años decidí venir a visitar a mis padresen a el cementerio....










(...)




16 años antes.

Los nervios jamás habían tenido el papel principal en su vida pero siempre había una primera vez; los neumáticos rechinaron en cuanto aquel chico de ojos azules freno, delante de el se alzaba una construcción tan vieja como la suya, pero aun con el pasar de los años se mantenía como en aquellos tiempos, tan hermosa y digna de admirar.

Cuando vio aquella melena color chocolate salir del auto frente a el no dudo en hacer lo mismo, sus movimientos los sentia tan torpes y ansiosos, como si fuese un adolescentes yendo a la casa de su novia...pero había grandes diferencias.

Ella ya no era suya.

Las puertas de la casa se abrieron de par en par, por ellas salio el actual Alpha de la manada, aquel desconocido que alguna vez pudo ser familia. Era consiente de las miradas cargadas hacia su persona, respiro ondo antes de empezar su caminar.

Leah le dedico una mirada que le decía todo, el asintió al recordar lo que la castaña le había  dicho horas antes.

<< no soy quién para prohibirte ver a tu hijo... pero si  le haces  el minimo daño no dudare en alejarlo de ti...>>

<< dale el amor que no me diste a mí, solo eso te pido...>>


Y mentiría si negara que no lo habían dolido aquellas palabras, ardía tal cual infierno de tan solo recordarlas.

Camino detras de ellos, inmediatamente se sintió el acogedor ambiente de la casa, aquél  calor que alguna vez tuvo su hogar y había sido remplazado por algo tan frío como lo era ahora.


— En seguida vuelvo — la voz de Leah llego a sus oídos capturando su atención — ponte cómodo.

A veces creía que aquella chica no era real, admiraba tanto su  fortaleza y su puro corazon; ella no era estúpida o ingenua a la que puedan manipular, no era débil, porque no albergar odio en su corazon la hacía una persona fuerte de sólidos valores. La admiraba tanto y muy a su pesar aún la seguía amando, su lobo aullaba de dolor al percibir  la barrera que había creado Akira contra el, pero no se atrevía de tan siquiera a pedirle algo más, no era tan mal agredecido como el resto pensaba.

Los balbuceos se fueron haciendo más fuertes y claros cada vez, dos olores impactaron de lleno a su olfato, uno era tan exquisito que lo volvía loco, en cambio el otro era como un refugio en una tormemta, tan lleno de calma y bienestar.

Frente a él se encontraban sus dos grandes amores; uno perdido y otro encontrado. Aquellos ojos azules llenos de vida lo miraban con curiosidad, se sentía bien, verdaderamente sus emociones eran un caos en ese momento. Sin pensarlo dos veces se puso de pie, camino hasta estar cerca de su hijo pero no lo suficiente.


— << Nuestro cachorro...>> —había resonado la voz de Dan en su cabeza.

Los recuerdos golpearon de lleno su memoria, las palabras y los escasos abrazos que algún día recibió de su padre, sintió un nudo en la garganta, fue ahí cuando se prometió ser mejor que su padre, fue entonces ahí en donde palabras no dichas  sellaban una promesa.

— ¿Quieres cargarlo? — se aventuro a preguntar, había sido testigo de la tormenta de emociones que mostraban aquellos ojos azules; fue inevitable  no comparar esos azules tormentosos con los azules llenos de vida de su hijo.

— No se como...— sus facciones se tiñaron de vergüenza, se sentía tan estupido al decir aquello.

La castaña se acerco un poco más quedando así a menos de medio metro; la sorpresa para ambos fue cuando aquel pequeño de mata castaña estiró sus cortos bracitos hacía él. Con un poco de miedo lo tomo, temia no poder sostenerlo y que este cayera pero en cuanto lo tuvo en sus brazos todo desapareció.

Todo exploto. Las emociones de Dan y las del Humano habían creado un perfecro caos, el orgullo lleno de golpe su pecho, la paranoia y la protección, estaba sintiendo todo en uno. Una mano en su mejilla lo trajo a la realidad, de sus labios salían pequeños balbuceos y sonrisas.

— Cachorro...— acarició su regordeta mejilla — mi pequeño Thiago...






Una herida podrá rasgar tu piel ocasionando dolor y a su vez dejando una pequeña marca que te recordara el dolor que alguna vez sentiste en cambio las palabras quedaran encajadas en tu alma, no curara, no sanara, solo se quedaran ahí para que en el menor descuido estes sintiendo el mismo dolor porque no hay peor arma que unas afiladas palabras acompañadas de la verdad.













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¡HOLA!

Aquí el capítulo del ¿miércoles?, de verdad lo siento pero he estado muy acupada en la Universidad, estoy en entregas y lo que menos tengo es tiempo. Espero me comprendan :')  ...

Por lo que es muy probable que la próxima semana no suba capítulo, pero tendran su recompensa  :D ...

¡Casi se me olvida!
He decidido que la novela tenga narrado omnisciente  (3ra persona) por lo que estaré editando los primeros dos capítulos para que vayan a la misma sintonía que los demás.

¡Nos leemos después...!

— Liz 🔥.

Sacrificio [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora