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Sintió como todo era como un mal chiste y muy pronto le dirían que había caído, pero era cierto, el olor lo confirmaba y el rostro serio de su madre lo afirmaba.

— ¿Cómo has podido ser capaz de hacer esto? — la miro incrédulo — ¡¿Cómo pudiste tan siquiera volver con...él?! — retrocedió dos pasos — después de todo...

— Es por el bien de todos — aseguro Leah diciéndolo más para ella que para todos los presentes — la manada necesita otro heredero.

— No te entiendo madre — negó — volviste con quien más daño te ha hecho en la vida, quien dudo de ti... y ahora, ahora le darás otro hijo — miro a Ethan que solo permanecía callado — ¿tan enfermo es el amor que sientes por él?

— Ha la única persona que amare sobre mi vida eres tu hijo — poso una de sus manos en su vientre aun plano — y ahora también amare a este ser que llevo dentro — suspiro — no veas a tu hermano como el plan "B" sino como lo que es, tu hermano.

— No jodas — soltó con ironía — de cuando acá es gratificante venir al mundo solo para cumplir unas estúpidas reglas — vocifero con rabia — ¿Cuál crees que sea la reacción de tu hijo cuando sepa la verdad?

— Basta Thiago — la profunda y demandante voz de Ethan rompió el pequeño silencio formado tras las palabras del puro — le estas faltando el respeto a tu madre y por si lo olvidas, te recuerdo que es tu Luna.

— No seamos hipócritas — contesto a la defensiva — si usted es el menos indicado en hablar, es más, no sé ni porque está aquí — lo miro con rabia — este es un asunto de familia en la cual dejaste de pertenecer hace años.

— Nunca olvides que soy tu padre — su postura era intimidantes — y también tu Alpha.

Soltó una escandalosa carcajada llena de sarcasmo.

— Tonterías...

— No he dicho ninguna — tomo la mano de Leah — prepara una pequeña maleta que mañana a primera hora nos estaremos mudando a la nueva casa y no, no es estoy pidiendo tu opinión, es una orden.

— Eres un...

— Naima ¿cierto? — se dirigió a la chica, ella solo asintió confundida, ¿Qué le podría decir el Alpha de la manada más importante del país? — ya se les ha asignado una casa en la manada, cuando quieran irse solo le tienen que avisar a Eliot — el mencionado solo asintió — bueno, sin más que decir, me retiro — beso la frente de Leah — que descansen — miro a su hijo — ni se te ocurra hacerte de nuevo el héroe — advirtió — no más estupideces Thiago.

— Mira quien lo dice — murmuró con la mandíbula apretada.

(...)

Subió la escalera una poco conmocionada por todo lo que había escuchado en la sala, nunca pensó que en una familia como esas tuviera tanto pasado encima que no los dejaba vivir en paz, suspiro, solo quería salir de ahí, irse con su familia muy lejos, no pertenecer a ninguna manada, pero sería muy egoísta de su parte arrebatarle la manada perfecta a su familia.

Abrió la puerta donde el olor a sus padres era más fuerte, tiro de ella con desgana y los encontró a los cuatro tumbados en la cama y en los sofás que estaban esparcidos por toda la habitación.

— ¿Qué ha pasado? — su padre fue el primero en acercarse, su rostro ya con pequeñas arrugas, sus ojos color chocolate transmitían preocupación.

— Creo que ya lo han escuchado... — respondió apenas con un murmuro, puesto que la acalorada discusión fue de todo menos civilizada.

— ¿Nos quedaremos en New Moon? — pregunto Nadir a centímetros del colapso, no quería quedarse, menos sabiendo que Thiago era mate de Namia, su Niama.

La chica miro a sus padres y a su pequeña hermana que permanecía dormida, camino hasta sentarse a lado de ella, acaricio con cariño su cabello.

— Al parecer nos han aceptado en la manada — miro a su madre — hasta una casa nos han dado ya — vio a su padre quien la miraba incrédulo — pero depende de ustedes...

— No hija — negó rápidamente su padre — tu opinión cuenta — camino hasta quedar a lado de su esposa — ¿el chico es tu mate?

— Si...

— No todos los de nuestra especia encuentran a su mate, cariño — le recordó — quizás él no ha hecho las cosas correctamente, me han dicho por ahí, pero no te des por vencida en una tormenta que los cálidos rayos del sol son la mejor recompensa tras una desastrosa lluvia.

Se le hizo un nudo en la garganta al escuchar las palabras de su padre, ella lo sabía, no podía irse sin dar batalla; pero ¿qué pasa si ya no quiere luchar?, ¿qué pasa si decide retirarse de la lucha con las heridas que ya ha recibido?

— Es que no se si todavía quiero dar batalla — miro a sus padres — se cuán importante es mi compañero, pero no sé si estoy dispuesta a dar todo si el final del camino es incierto...

Unos suaves toques en la puerta interrumpieron sus palabras, sabia por aquel exquisito olor de quien se trataba. Se levantó de la cama para abrir, pero la mano de Nadir la detuvo.

— Solo lo tienes que decir y te saco de aquí, si decides alejarte de él, estoy dispuesto a huir contigo así sea hasta el mismo inframundo — sus ojos color gris la miraban ansiosos, lo sabía, sabia de los sentimientos del chico, pero también sabía que no podía corresponderlos, ella se lo había dicho — solo tienes que pedirlo.

Se zafo con delicadeza del agarre de Nadir, miro sobre su hombro a su padre, este le dedico una cálida sonrisa. Retomo su camino hasta la puerta, apenas la abrió para salir de ahí, miro al chico frente a ella.

— ¿Podemos ir a un lugar más privado para hablar? — soltó, dejando sin palabras al puro.

— Sígueme.

Ambos caminaron por los innumerables pasillos de aquella casa, el silencio era más que evidente y la tensión se sentía en el diámetro; pronto llegaron a un pequeño jardín privado, aquel espacio que se había mandado a construir hace más de trecientos años, pedido de Anthea Lynch.

— Este lugar es precioso — miro emocionada todas las flores posibles en aquel lugar, incluso algunas que no se daban en el país debido a la temperatura — ¿Cómo es posible que haya girasoles? — pregunto.

— Mi tátara abuela le pidió ayuda a una bruja — se encogió de hombros — es una de las pocas manadas que tienen buenos tratos con las brujas.

— Es impresionante... — respondió aún conmocionada — y no hablo solo del lugar, sino de toda tu familia — quedo de frente al chico — la manada, tu madre, tu... todos son tan peculiares... — dijo lo último apenas en un murmuro.

Thiago la miro por unos segundos, le parecía el ser más hermoso que había visto en su corta vida, aún su corazón latía como un loco cada vez que la tenía frente a él, como la primera vez; un poco temeroso redujo la distancia entre ambos y jugando con las últimas cartas le tomo las manos, era su última jugada, eran ya todas sus fichas, había ya usado todo en el juego y así como era un buen jugador también era un buen perdedor.

— Dame una última oportunidad, solo una última te pido...

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¡Hola!
¿esperaban esta actualización?
Djskksks espero que les guste  :)
Si hay votos y comentarios... actualizo sin falta el sábado 😏

¡Nos leemos después!

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Pd: el siguiente cap esta super avanzado... y quizas otro más ¡denle amor al cap y hay mini maratón!

- Liz <3

Sacrificio [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora