12.

1.9K 87 2
                                    

Ambos se levantaron como si una aguja les hubiera pinchado el culo y López dijo:

Carlos: Bien, como ven los he traído al edificio principal del Palacio de La Moncloa para presentaros... (se giró hacia la mujer que ya se acercaba a ellos extendiendo su mano) Señora, el señor Hugo Fuentes y la señorita Vanesa Martín, ambos de las Fuerzas de la Policía de España y recomendados con las mejores credenciales. Señor, señorita, les presento a la señora María Lucía Sánchez Benítez, la Presidenta del Gobierno. Sus hijos serán vuestros escoltados.

Vanesa se encontraba sentada esperando a Hugo, que estaba en un lavabo seguramente vomitando, los nervios le habían pasado la cuenta. Vanesa miraba la nada de aquel edificio esperando que los llevarán hacia aquellos gemelos, hijos de...

V: Joder... La presidenta... joder... ffuuu... es más alta de lo que se veía... mmmm... y... no era... altiva... como me imaginé...

En ese instante recordaba el momento del saludo, aquel momento en el que ni ella ni Hugo podían hablar.

M: Buenos días a ambos. Les diré la verdad, personalmente no estaba muy de acuerdo de poner escoltas a mis hijos pero el señor López me ha dado referencias de vosotros y me ha asegurado que no interferirá en la vida normal de los niños. Ustedes tan sólo estarán cerca de ellos siempre.

Ninguno de los dos sabía que decir. Como Vanesa sabía que si Hugo hablaba tartamudearía o algo parecido, ella tuvo que tomar el toro por los cuernos.

V: Señora presidenta, trataremos de hacer nuestro trabajo de la manera más discreta posible.

M: Los niños son un tanto inquietos a veces cuando juegan en el palacio, que es grande. Y les está prohibido ir a la otra ala, en eso tienen claridad. En todo caso, tened presente que en sus manos están las personas más importantes de mi vida (les decía mientras Vanesa se dio cuenta que tenía una mirada intensa que dejaba un poco sin habla)

Vanesa sólo asintió. Sí, también estaba nerviosa. ¿Quién le iba a decir que aquella sería su nueva función?

Luego de aquella pequeña conversación, la presidenta se disculpó saludándoles nuevamente y saliendo de allí. López por su parte los llevó a aquel sector en donde estaban ahora en espera del coordinador de escoltas, don Ramón Melendi, quien les daría los planos de La Moncloa y el itinerario de los niños.

Hugo salía más blanco que papel y Vanesa lo miraba negando. Él se sentaba al lado de ella tomándose la frente y pasándose un pañuelo por ella.

V: Eres de un cagón Hugo.

H: Cla... claro, eso dices ahora. Que vi tu cara.

V: Bueno, me sorprendí.

H: Fffuu... ¿te das cuenta si metemos la pata lo que nos puede pasar?

V: No meteremos la pata, solo tenemos que cuidar a unos bichos ¿Qué puede pasar?

H: Vanesa los niños me tienen... me tienen no sé... me tienen mala hostia. Cuando estoy cerca de alguno siempre les da por pensar que soy un juguete o algo por el estilo. Siempre termino con las piernas llenas de morados y...

V: Mira deja de decir tonterías. Nosotros debemos mantener las distancias con esos críos. Además, ¿cuánto tienen?

H: Pues a ver mmm... cuando asumió el cargo tenían cuatro años, así que ahora... seis ¿no?

V: Seis... mmm... Tan joven y con dos críos de seis...

H: Pues tan joven no es, tiene creo 36 años. Es una economista laureada y abogada, sabe inglés perfecto y...

V: Vaya, sabes mucho de ella ¿eehh?

H: Veo el telediario a menudo.

V: Jajajajaja ya.

H: Y viuda tan joven... qué cosas ¿no?

V: ¿Cuándo quedó viuda?

H: Hace cuatro años, los gemelos tenían solo dos añitos, fue una desgracia.

V: Mmm... ahí viene.

Ramón: Buenas Martín, Fuentes, acompáñenme.

-------------------

Tacháaaaan!! Os presento a Malú, en esta ocasión la presidenta del país! Espero que os guste.
Continuará...

La escoltaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora