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Se echó hacia atrás nuevamente mientras miraba casi con cabeza agachada como la Jefa de Gobierno soltaba lentamente el humo con ojos cerrados. Y allí se quedó observándola, aún no podía creerlo, y mucho menos que hubiera puesto el cañón de la pistola en su nuca. Tragó saliva soltando nuevamente un suspiro, esta vez con él Malú la miró apretando sus labios.

M: Bueno... la verdad es que me tranquiliza saber que ustedes se han preocupado de vigilar aquí, siempre entraba sin problema alguno.

V: Me... me pareció correcto...

M: Ffuuu a parte de mi interrupción... ¿nada?

V: No, no, nada, nada más.

M: Ya... fffuu está cálida la noche ¿no? Agradable.

V: Sí, sí.

Unos segundos en silencio. Vanesa miraba alrededor tratando de recordar que estaba haciendo allí mientras que la presidenta fumaba también mirando hacia todos lados. Con su mano libre tocó su nuca, aún podía sentir el cañón del arma. Levantó sus cejas al recordarlo y un escalofrío recorrió su cuerpo.

Vanesa se dio cuenta, volvió a mirar al suelo y dijo:

V: Lo siento señora presidenta, de verdad que yo no me hubiera imaginado nunca que usted aparecería por este patio, su habitación está arriba y...

M: Ya... sí, si es cierto, pero suelo venir por aquí a ver a los niños cuando es tarde.

V: Vale lo tendré en cuenta, y disculpe nuevamente, le juro que no se volverá a repetir.

Otros segundos de silencio y Vanesa no se contuvo.

V: Se... ejem... señora presidenta... ¿le puedo hacer una pregunta?

M: Claro.

V: ¿Cómo... como llegó aquí?

Malú bajó los hombros e hizo una mueca de estar en aprietos.

V: Sólo si me lo quiere decir ¡ehh! no... no es necesario si...

M: No, no, usted es la escolta de mis hijos, sólo le pido no compartir esta información con nadie. Sólo lo saben Ana y el jefe de seguridad, ni siquiera está en los planos.

V: Por supuesto, por supuesto.

M: Bien... existe una salida secreta que da a unas escaleras que llegan a una puerta también secreta que une el patio con mi habitación. Ahora, el sitio exacto dentro de aquella pared pues... no lo puedo decir.

V: Entendido.

M: Vale, yo (decía apagando el cigarrillo) yo voy a ver a los niños y luego regreso.

V: Adelante, adelante presidenta, yo seguiré vigilando.

Malú le asintió y le sonrió para girarse y entrar por los ventanales de forma suave. Vanesa se giró mirando hacia el cielo y tomándose la nuca.

V: ¡Mierda, mierda!... bien Vanesita, tu ahí, colocándole el cañón en la nuca a la JEFA DE GOBIERNO. Joder.

Luego se giró lentamente mirando hacia los ventanales, se veía poco pero algo que supuso era los genes cotillas de su madre hizo que se acercará para mirar por aquel espacio que quedaba en las largas cortinas.

Allí pudo apreciar como aquella mujer que veía por televisión, aquella seria y lejana a veces que saludaba con dos a tres palabras, se transformaba y era más cercana a la que unos minutos antes había intercambiado algunas palabras con ella.

Malú estaba inclinada en una de las camas acariciando a Éric y lo miraba con una ternura que transportaba y dejaba a cualquiera pegado en el suelo. Eso le pasó a Vanesa, no pudo apartarse de allí viendo como le hablaba en susurros.

Ver como besaba su frente para luego hacer lo mismo con Lucas, sonreírles y mirarlos con tal amor que Vanesa por primera vez en su vida quizás, se conmovió y una sonrisa tonta se posó en su cara mientras seguía pegada allí, observando.

No reaccionó cuando Malú levantó la mirada y se juntó con la de ella por segundos, sintió aquella mirada intensa pero en la de ella. Tomó aire, aire que no pudo soltar y que quedó atrapado en su tráquea. No pudo apartar la mirada, se sentía estúpida, torpe, además de pillada, pero para su suerte la presidenta le sonrió y ella devolvió la sonrisa, quizás por primera vez saliendo de aquel papel de policía ruda que la caracterizaba.

Cuando vio que la presidenta se levantaba por fin pudo reaccionar dando tres pasos hacia atrás y pasando la mano por su pelo nerviosa ¿que había sido eso?

Malú salió lentamente tal cual como había entrado. Cuando ya estuvo a fuera Vanesa carraspeó, sabía que la había pillado infraganti mirando. Otro error, otra vez la había cagado.

M: Bueno están durmiendo muy relajados.

V: Sí... si... yo... yo había mi... mirado antes... pa... para... para... corroborarlo... ("bien, ahora tartamudeaba, lo que faltaba... tercer fallo de la noche")

M: Bien... eehhh bueno yo...

V: Sí, sí.

M: Pues... buenas noches.

V: Buenas noches presidenta, que... que descanse.

M: Gracias (decía girándose)¡eehhh ¿usted se quedará toda la noche aquí?

V: Sí, mi... mi compañero está en frente.

M: Bien, eso... eso me tranquiliza.

V: Bien (le decía mirándola sin moverse)

Malú caminaba mientras ella la seguía con la mirada hasta que nuevamente la presidenta se giró.

M: ¡Eeehh! Vanesa ¿se podría girar? para que no vea el pasadizo, digo.

E: ¡Eehh! sí, sí, como no (se giró apretando los ojos, cuarto fallo de la noche ¡qué bruta!)

Allí estaba recriminándose de sus errores cuando escuchó nuevamente.

M: ¡Vanesa!

Se fue a girar pero...

M: ¡No! no se gire, sólo... sólo decirle que gracias por el cigarrillo, pero aquí no se puede fumar ehhh

V: (se sonrío de espaldas) Lo sé y cuando se le ofrezca...

M: Vale, hasta mañana.

V: Hasta mañana presidenta.

Escuchó un ruido tenue de una puerta moverse yluego nada. Se giró y ya no estaba. 

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Continuará... :)    

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