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En cuanto las mujeres salieron de casa, Félix llamó a su trabajo para decir que había amanecido enfermo pues en las condiciones en que estaba no podía ir a currar.

Una vecina del segundo piso se cruzó con la comitiva y Malú tan sólo le dijo un "Buenos días" de cortesía quedando la vecina impertérrita allí mismo.

La salida fue un tanto problemática pues los flashes se sucedieron unos tras otros y dos camionetas de medios siguieron al auto presidencial y la camioneta que llevaba a los escoltas de avanzada y los asesores de comunicación que había pedido Malú que los acompañaran.

En el automóvil, una Vanesa sonriente miraba a Hugo que con la misma sonrisa la saludaba para luego acomodarse en Malú quien la abrazó durante todo el camino.

En el hospital más de lo mismo con las excepción de que a los periodistas no los dejaron entrar la seguridad pues la comitiva presidencial de avanzada ya había hecho su trabajo.

Cuando ya era atendida, un médico más que nervioso sonreía constantemente a la presidenta y a Vanesa.

Médico: Pues yo... ejem... creo que te daremos de alta.

V: ¡Qué bien! quiero volver a mi trabajo ya

M: Vanesa de eso quería hablar contigo...

V: ¿Qué?

M: Pues... que he tomado una decisión (decía mirando de reojo al médico el cual se giraba anotando en una bitácora) pero luego te la digo.

V: Malú si es de mi trabajo dímelo ya.

El médico alzaba sus cejas y miraba de reojo hacia atrás viendo aquella cercanía en el lenguaje.

M: Es que no creo que sea el lugar adecuado...

El médico se giraba sonriente.

Médico: Por mí no se preocupen, voy a hablar con la enfermera y vuelvo. Permiso.

Cuando ya estaban solas, Vanesa se giró frente a ella y muy seria le dijo:

V: Malú

M: Ya es que... cariño ya no serás más la escolta personal de los niños.

V: ¿Qué...? pero ¿entonces. (miraba hacia la nada y luego sonreía) ¿Seré escolta personal tuya como Hugo?

Malú la miraba apretando sus labios.

M: No Vanesa, no serás escolta personal, ni de los niños ni mía...

Vanesa la miraba con grandes ojos.

V: ¿Qué?

M: Cálmate cariño

V: Pero Malú, que me dejas sin trabajo.

M: No he dicho eso.

V: ¿Entonces?

M: Quiero que asumas el cargo de Ramón Melendi. Él era de confianza de Gonzalo pero mío no lo es así que quiero que seas la nueva coordinadora de escoltas en la Moncloa.

Vanesa la miraba sorprendida, aquello significaba un ascenso a mejor posición y mejor paga, además de un gran honor y responsabilidad.

V: Malú...

M: ¿Aceptas? (le decía sonriente)

V: Pues... (pensaba unos segundos y luego miraba a Malú tristemente) Lo siento Malú pero no, no acepto.

La escoltaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora