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Malú revisaba el dosier frunciendo el ceño, instantes después la miraba seria.

M: No quiero preguntas sobre mis hijos, a ellos dejémoslos fuera de esto.

Car: Pero presidenta son preguntas simples, si ellos estaban nerviosos, si se dieron cuenta que algo andaba mal...

Entonces uno de los asesores intervenía.

-: La presidenta desde un primer momento dejó claro de no involucrar a los niños en esto, y no hay negociación sobre ello.

Car: Ffuu vale, sacamos las preguntas sobre el estado de sus hijos (decía tarjando aquel tema)

Vanesa miraba el dosier y de vez en cuando a Malú, la cual se notaba tensa y bastante incómoda con aquella situación. Le costaba de entender dicha actitud pues a ella le había parecido muy agradable aquella mujer.

M: Esto tampoco, no es necesario que nos hagáis preguntas de nuestra relación en Extremadura.

Carla: Pero presidenta, la gente quiere saber cómo fue su vida aquellos días por allá.

M: No, eso es privado.

Carla: Presidenta ustedes... todos son ya públicos... ¿alguno ve muy grave que se les pregunte de que temas hablaban durante los ratos muertos...?

Vanesa sorprendida la miraba y luego negaba, ella no veía problema alguno.

M: Vanesa...

V: No le veo problema alguno, si lo que más hacíamos era dormir.

M: No me parece, y punto.

-: Presidenta dejemos unas tres preguntas de ese tipo, no es tan grave hacerlas (decía un asesor recibiendo una mirada asesina de Malú)

Malú apretaba los labios y miraba a Vanesa quien con su cara de no haber roto nunca un plato le asentía para que aceptara. Finalmente suspiraba fuerte.

M: Vale, pero solo dos preguntas.

Car: Bien, dos.

M: No quiero sorpresas, señorita Belloc.

Car: No se preocupe (le sonreía) ¿Lo demás bien?

M: Pues... (miraba a Vanesa quien aún mirando el dosier se quedaba en las preguntas finales)

V: Eehh perdone, estas últimas van dirigidas solo a mí...

Car: Sí, es de la que menos se sabe y la que nunca ha salido en los medios (le decía sonriéndole de manera especial como en toda la velada) El señor Fuentes ya dio una entrevista en una revista contando su perfil, pero de usted no sabemos nada.

V: Pero... ¿Qué importancia tiene si estoy casada, soltera o emparejada...?

Car: Para nuestra audiencia sí.

V: Pues...

M: Esas preguntas también salen.

Car: Perdone presidenta pero conciernen a la señorita Martín, es ella la que debe decidir (decía mirándola con una sonrisa que casi podría decir que le coqueteaba, Vanesa carraspeaba y también le sonreía)

V: Pues... (volvía a mirar el dosier) vale, déjelas (y le sonreía también)

Car: Bien ¿entonces estamos todos de acuerdo?

Malú no hablaba, miró a sus asesores muy seria mientras estos reaccionaban.

-: Sí, eso sería todo.

La escoltaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora