Yo no me doy por vencido [Gemeliers]

Capitulo 47 [¡Al ataque!]

Hola amores!! Perdón por la tardanza, pero entre que es San Juany anoche la verbena y me fui con la familia y todo y encima hoy a tenido el ordenador todo el dia mi hermano como se llama Joan y es su santo pues... Bueno, espero que os guste^^

Capitulo dedicado a mi niña, la mejor de todas, Nayra, con el nombre más bonito que e oído nunca*-* teqqq flooor<3

POV ANNA

Jesús se quedó embobadito con Andrea, tal y como predije. Andrea parecía que pasaba más de él, pero aun así no paraban de mirarse, con los ojos bien abiertos, pensando cada uno en Dios sabe qué.

Tenía ganas de ver a Dani, no sé porque pero es que le quiero demasiado.

Les miré y ellos seguían en su mundo, mirándose.

Si es que siempre tengo razón en todo, yuju!

Di una palmada entre la cara de Jesús y la de Andrea para que salieran de su mundo.

-Aish.-dijo Jesús moviendo la cabeza.

-Hola eh.-dije

Me dio un beso en la mejilla.

-Mira, ella es Andrea. Andrea, Jesús.-dije presentándoles.

-Encantada.-dijo ella.

-Igualmente.-dijo el dándole dos besos.

De repente se escuchó una voz que venía desde arriba.

-Jesús, ¡no me digas que es Paula!.-se oyó gritar desde arriba.

Una sonrisa apareció en mi rostro, Jesús me guiñó un ojo.

-No. No es Paula.-dijo

-Menos mal, que alivio.-dijo desde arriba subiendo la voz para que se le escuchase.

Reímos.

-¡ESPERA, ESPERA, ESPERA! ¡¡NO ME DIGAS QUE ES ANNA!!.-preguntó alarmado

-Baja y lo compruebas.-dijo Jesús riendo.

De repente bajo con una toalla envuelta de cintura para abajo, con el pelo mojado y alarmado.

-Mierda.-dijo

Le saludé con la mano en plan vacilante.

-Es que... No quería ver a Paula porqué… ¡MIRA QUE PINTAS!.- dijo aliviado al decir eso, no era mala la escusa no…

-Ya.-y reí.

Le di dos besos y luego le presenté a Andrea.

-Buen gusto me dijo al oído Andrea.

Ellos se fueron un momento a hablar.

-Calla guarra que es mío.-le dije divertida.

-Ui ui ui, pues menudo cuerpazo tiene ¿no?.-dijo ella

Reímos.

-Ya ves, yo le daba.-dije y reímos más aún.

-Tardas.-me contestaron.

Me asusté mucho, muchísimo. Las mejillas cada vez se me estaban poniendo más y más rojas, no me lo creía.

-Hola Jesús.-dijo Andrea para que me calmara ya que yo no levanté la mirada en ningún momento por vergüenza.

-Uff… que susto tonto!.-dije

-Me cogió y me llevó a caballito al salón.

-¡Jo! ¡Me aburro!.-dije como una niña chica.