En multimedia: Safetysuit - Never Stop.Capítulo dedicado a JeymisArzuaga ☺️
Observo su rostro, ese bonito y perfecto rostro. ¡Joder! Todo me ha salido bien, he conseguido sorprenderla, he logrado hacer una cosa malditamente bien. Estaba nervioso, todo el puto almuerzo lo estuve. No sabía si toda esta puta mierda de la casa sería de su agrado.
Apenas y había conservado la calma las primeras horas de la mañana al descubrir cuántas personas estaban detrás de la contratación de Hasret, Javier proporcionó más nombres, gente que le era fiel a Margaret. Maldita mujer. Finalmente he echado a la calle a dieciséis personas. Mañana iniciaría toda esa mierda de las contrataciones y yo tendré que estar presente en todas las entrevistas como si tuviera una puta idea de lo que van. Es lo que es y lo haré por la mujer que ahora mismo me abraza como si el jodido mundo explotará en tres segundos.
Solo la aparto para besarla y absorber su sabor, su aroma. No podría sentirme más afortunado. Siempre que tenemos momentos tranquilos y alejados de nuestro puto drama diario recuerdo todo lo que ella me dijo sobre crecer como pareja, creo que hemos logrado esa mierda, sí, sigo siendo un celoso perdido, pero nuestra conexión continúa creciendo y creciendo sin parar, no se detiene y no creo que se detenga jamás.
Debo admitir que me he pasado la línea de la ridiculez colocando todas estas velas estúpidas. En mi defensa, fue Iván y Eva quienes las pusieron y Amber ayudó a poner la mesa. La comida está lista y servida, lo que me indica que mis amigos acaban de marcharse de aquí. No me puedo quejar, son unos hijos de puta, sin embargo, me han ayudado a hacer todo esto por Clarisa.
—¿Quieres ver toda la casa o prefieres que comamos? —le pregunto.
—Comamos.
Lo dice de forma tan entusiasmada que me duele el jodido pecho. Si está tan delgada es porque pasó hambre en ese puto lugar y aun así le he hecho toda una escena por Bill. Soy un imbécil total, espero que esta sorpresa de alguna forma repare el daño que pude haberle hecho.
La ayudo a sentarse y antes de que siquiera tome los cubiertos, tomo su plato, lo pongo a mi lado y corto en pequeños pedazos su filete. Me mira un tanto molesta, aunque luego sonríe. No le he dado de comer frente a los chicos porque sabía que se enojaría conmigo. Ahora estamos solos y puedo consentirla como se me dé la puta gana.
—Zed... en algún punto tienes que permitirme comer sola —comenta apretando una de mis manos.
—Sí, en algún punto... ese punto aún no llega. Déjame hacerlo.
—Zed —insiste.
—Abre esa boca que me gusta tanto... sobre todo lo que haces con ella —aclaro bromeando. Hace pucheros y termina abriéndola para que pueda darle de comer. En un segundo toma su silla y la mueve justo a mi lado, entonces nos volvemos una pareja todavía aún más ridícula. ¡Mierda! ¿En qué nos hemos convertido? Me está dando de comer y yo hago lo mismo con ella. Bien, entiendo el punto. Que me dé la comida en la boca me hace sentir como un inútil—. De acuerdo, lo he captado mujer insolente. Come sola.
—Gracias —dice con evidente alivio.
—Quiero disculparme —inicio mientras la veo comer complacido—. Ya lo hice, pero quiero hacerlo de nuevo. Yo... fui muy injusto anoche.
—Es pasado, no te preocupes.
—Quiero saber lo que viviste ahí —me animo a decir—. Sé que no quieres hablar porque no deseas agobiarme, es solo que necesito saberlo. Necesito saber si estoy haciendo las cosas bien, si tú necesitas más que mis chistes malos y una casa bonita para recuperarte. Quiero cuidarte de todas las formas posibles. Háblame, Clari.
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RETANDO AL AMOR (+18)
RomanceTERCERA PARTE DE LA TRILOGÍA RETANDO. El último reto está puesto sobre la mesa.