RETANDO AL AMOR (+18)

Capítulo 12: Clarisa.

En multimedia: OneRepublic - Something I Need

           

No puedo ni pensar con claridad. Mi emoción es tanta que he ignorado el dolor en mi estómago y en mi brazo, solo quiero estar a su lado y no separarme nunca. Si quiere que seamos siameses, entonces lo seremos. El calor de su cuerpo me rodea, la seguridad que me proporcionan sus brazos es inigualable.

Extrañaba tanto su aroma, las vibraciones en mi pecho cuando me habla a centímetros del rostro. Esos condenados ojos verduzcos, la intensidad de su mirada, su respiración entrecortada, el movimiento de sus labios, sus dedos subiendo y bajando en mi brazo, su pecho tan duro rozando mis pechos. Extrañaba incluso la forma en la que su pelo cae hacia un lado y se alborota y su barba, la cual ya no es abundante como antes. Me aparto un poco para verle bien el rostro. Es la primera vez que veo mejor su piel.

—¿Qué ha pasado con tu barba? —Hay tantas cosas que le quiero compartir, hay demasiado de lo que tenemos que hablar, mucho dolor del que me quiero liberar y que sé que no se irá de mi sistema hasta que las palabras salgan de mi boca y él las haga trizas con su presencia, con su ánimo, con su amor, con su forma de ser, de estar, de apoyar. Ya tendremos tiempo, en este momento solo quiero disfrutar de su compañía y hablar de cualquier cosa menos de lo que me atormenta en mi interior.

—Tuve una crisis hace un par de días y la desaparecí. ¿No te gusto así?

¿Qué si no me gusta así? Bueno, estamos hablando de él, podría ponerse una bolsa de papel en la cara y seguiría conquistando a cada mujer que pasara cerca.

—Me gustas de todas las formas... pero... ¿podría regresar tu barba?

Sonríe y asiente dándome otro beso que alargo más. Su lengua no ha tomado la iniciativa de visitar el interior de mi boca y sé que está siendo precavido, que teme que me incomode y tiene motivos para pensar de esa forma. Sabe que estoy llena de traumas que por momentos supero y creemos que nada volverá a tirarme a ese lugar oscuro en el que todo regresa. Sin embargo, esta vez no permitiré que todos esos fantasmas me avasallen. No van a vencerme, no van a ganarme. No esta vez. Lo tengo a él y con él todo es mucho más sencillo.

—¿Te sientes mejor? ¿Quieres que me baje para que tengas más espacio? —Acomoda mi cabello y limpia el resto de mis lágrimas con sus dedos. Cierro los ojos y disfruto de su contacto. Su piel con mi piel es de las sensaciones más reconfortantes que he experimentado en mi vida. Suspiro agradecida por sus leves caricias.

—No, quédate aquí.

—Siempre.

—Siempre —repito y es que es así. Si hemos sobrevivido a todo nuestro pasado tengo la certeza de que moriré a su lado cuando ninguno de los dos sea atractivo y él esté calvo. Me río imaginando tal cosa.

Unimos nuestras frentes y simplemente permanecemos en esa postura. Sus dedos siguen subiendo y bajando por mi brazo y toda mi piel se eriza ante su constante caricia. Me obligo a no llorar más, estoy segura, lo sé. Unos segundos después me sobresalto y pongo una mano en su pecho.

—¿Iván y Eva están bien? ¿Amber? —No pueden estar muertos, tiene que ser una mentira.

—Sí, muy ansiosos por verte. Amber me pidió que te dijera que te quiere mucho.

—Ellos me dijeron que los habían asesinado... me dijeron tantas cosas.

—Quiero matarlos. —Su quijada se tensa y niego con mi cabeza—. Si tengo la oportunidad, los mataría. Cuando supe que ellos te tenían sentí tanta impotencia. Es mi puta culpa, todo lo que te ha pasado, ya tenías suficiente con lo de Osmar y yo aparecí agregando más mierda en tu vida, aumentando tus traumas. Me siento muy culpable y quisiera cambiarlo todo.