Capítulo 7: Zed.

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En multimedia: Ed Sheeran - Hearts Don't Break Round Here.

Capítulo dedicado a meryjaneos1234567
No acertaste del todo, pero si relacionaste la escena de celos 😉

—Señor Allen —me dice el puto hombre a quien desde hace un minuto odio más que a nadie—. Tiene que entender que no podemos ir a Turquía de la noche a la mañana. Estamos elaborando todo un operativo, no puede pretender que me lleve a todos mis hombres solo porque usted quiere pagar nuestros gastos y servicios. No se trata únicamente de eso, entienda que tenemos que comunicarnos con las autoridades de dicho país.

Es la quinta vez que me explica lo mismo y yo simplemente no lo entiendo.

Después de enterarme de que Clari me había olvidado, Beatriz estaba intentando calmarme. No solo hice trizas la computadora, también cada puto mueble de la oficina, excepto el escritorio. Incluso los tipos de seguridad de la empresa tuvieron que intervenir. Javier también lo intentó, pero yo estaba vuelto loco. Jamás me había sentido de esa manera y es que ciertamente mis putas emociones deciden expresarse por completo siempre que se trata de ella.

La siguiente llamada llegó y al menos en mi crisis, pude pensar un poco y puse la llamada en altavoz. Beatriz, los tipos de seguridad y Javier escucharon la voz de Clarisa. Obviamente ninguno de ellos la había conocido, bien podrían pensar que estaba loco, como Amber y la jodida policía, pero, se convirtieron en testigos de que estaba hablando con alguien y que le decía a ese alguien que se llamaba Clarisa Allen, no Clarisa Morgan y que es mi esposa, de igual forma escucharon que a mi Clari la tienen esos hijos de puta. Donaldo, Leila y Bill.

Lloré frente a ellos y me importó una mierda. Solo alguien que esté pasando por la misma situación comprendería la frustración que siento. No solo no me recuerda, está encerrada y soy consciente de que podrían matarla en cualquier momento.

Al terminar esa llamada los miré a todos y como era de esperarse, a pesar de que no conocían a Clarisa, se habían enterado por el periódico de lo que nos había ocurrido. Yo no he querido aceptar la forma en la que me ha cambiado la vida. Tanto tiempo lejos de mi padre me hizo ignorar muchísimas cosas. La empresa que él y mi mamá crearon era grande, tenía ingresos increíbles, ventas por los cielos, sin embargo, aparentemente Margaret le había dado otro impulso. La maldita mujer es inteligente, mucho, siendo honesto. La empresa es tres veces más grande de lo que yo recordaba y al parecer es conocida por todo Boston, así que después del accidente mi nombre y el de Clarisa fueron los protagonistas de noticieros locales, y todos los periódicos de la ciudad.

Cuando el agente encargado del caso de Clari decidió aparecer en la empresa yo tuve los testigos necesarios para que me creyera. Por supuesto que lo que menos le importó fue que mi mujer estuviera viva, su atención se centró en que mi mujer lo llevaría al hombre más buscado de todo Boston. Enfurecí, claro que sí, quería sacarle todos los dientes. A mi me importa un comino Donaldo en estos momentos, lo único que quiero es a Clarisa lejos de él.

Me explicaron que localizarla desde otro país era prácticamente imposible. Que tendrían que viajar hasta Turquía y que no solo se trataba del rescate de Clarisa, sino también de todas las jóvenes que quizás estaban secuestradas. En ese momento recordé que Donaldo no solo robaba autos lujosos, el muy hijo de puta secuestra mujeres y las prostituye. Juro por el cielo mismo que al recordar ese dato sentí que todo el mundo se me venía encima. El solo hecho de imaginarme a Clarisa en esas condiciones me hizo experimentar una necesidad exagerada por matar con mis propias manos a Donaldo.

RETANDO AL AMOR (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora