Capítulo 28: Zed.

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En multimedia : Back to you - Selena Gómez.

Capítulo dedicado a:

            Ro-red-Lu DanieR15 fhyy91 Tender-Heaven jazmincortez37  Gracias por esos comentarios 😘


Me pongo de pie y paso mis manos por mi pantalón, sudan un poco. Todos me miran con curiosidad. "Soy el nuevo". No sé bien de qué va toda esta mierda. Busco desesperado a la persona que me convenció de venir aquí y hacer esta estupidez. Me sonríe y me siento menos idiota.  Bueno, ya estoy aquí, que pase lo que tenga que pasar.

—Hola, no sé bien qué decir. Me llamo Zed Allen y... tengo problemas con el alcohol. —Joder, jamás creí que diría algo como eso frente a veinte desconocidos. Todos asienten como si comprendieran lo difícil que es pararse aquí y aceptar que eres alcohólico.

En realidad todo ha sido un proceso. Llevé a Clari al aeropuerto hace un poco más de cuatro meses, con el cabello completamente rubio. Era una peluca. Los pupilentes café opacaron por primera vez sus hermosos ojos gatunos.

—Zed —me llamó antes de que nos separáramos quién sabe por cuánto tiempo. Una vez que entrara por esas puertas no la volvería a ver, al menos no pronto.

—No digas nada —la interrumpí, si me decía una vez más que no quería marcharse, que prefería morir a mi lado, yo tomaría nuevamente la decisión equivocada. La detendría, la llevaría a casa, le haría el amor y me creería ese cuento barato de que nada le ocurrirá estando conmigo.

—¿Cuánto tiempo estaré en Nicaragua? —quiso saber.

—El tiempo que sea necesario. Por favor, sé fuerte, Clari. Prométeme que lo serás, que intentarás hacer una vida sin mí.

Sus ojos en ese momento de color café me taladraron hasta el fondo. Pude ver cómo tragaba saliva con dificultad. Cómo le dolía mi petición. No insistía con eso porque en realidad deseaba que me olvidara, que me hiciera a un lado y continuara. Lo hacía porque indirectamente podrían ser las últimas palabras que ella y yo nos diríamos. Sí, me sentía un poco más tranquilo al saberla lejos, pero al mismo tiempo sabía que, mis posibilidades de sobrevivir quedándome en Boston y enfrentándome a Donaldo como si fuera un jodido súper héroe tampoco eran muchas.

—Te lo prometo Zed Allen —dijo al fin.

La besé, no pude contenerme, lo hice sabiendo que eso marcaría una esperanza. Necesitaba hacerlo, es la mujer de mi vida, mi todo y en aquel momento sentía que no merecía tenerla. Sabía que todos la culpaban de lo ocurrido. Amber lo expresó en el hospital, Eva aseguró que en cuanto la tuviera enfrente la mataría..., así de descontrolados estábamos todos. Y no podía mantenerla más aquí, a mi lado, sabiéndola embarazada. Enviarla lejos fue lo mejor que he podido hacer. No podía verla sin sentirme tan culpable.

La muerte de Iván me dolió incluso un poco más que la de mi padre, no porque compare los cariños, sino porque me abrió los ojos. Este no es un puto juego de niños, o me lo tomaba en serio y jugaba a las mismas cartas que Donaldo o terminaríamos muertos. Así de sencillo. No mentí cuando dije que prefiero a Clarisa lejos y viva, que conmigo cinco minutos y verla morir.

—Cuando tengo problemas o me siento encerrado bebo sin parar... Por días... —agrego a mi patético discurso—. Solo una persona en el mundo puede hacerme parar, pero ya no está, al menos no conmigo —admito con tristeza—. Quiero dejarlo, ya no quiero seguir así —acepto y todos asienten y me miran con comprensión.

RETANDO AL AMOR (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora