Capitulo 14.
Tristán.
Volví a encontrarme con Mick en la biblioteca al siguiente día de la pelea con Gabriela, porque estaba en mi mejor intento de borrar mi memoria y me di cuenta que Mick Johnson era lo más cercano a un mejor amigo que jamás tuve. Aunque su ingenio me asustaba en ciertas ocasiones, lo conocía desde hace tres años y le tenía confianza.
Supongo que lo podía considerar como mi único amigo, y eso automáticamente lo convierte en mi mejor amigo.
Entre las libreras de la biblioteca, le estaba comentando lo ocurrido en la noche anterior, era como estar recibiendo una terapia personal con un psicólogo que únicamente movía levemente la cabeza como señal que me escuchaba, aunque el resto de sus gestos demostraban lo contrario.
Mick no alejaba la vista del enorme diccionario de latín que sostenía frente a sus ojos, pero hizo una pausa a la lectura y dijo:
— Creo que esa chica no vale la pena.
Lo mire de soslayo y luego suspire.
— Nadie vale la pena.
— Te equivocas. Hay muchas heroicas mujeres que han actuado acorde a sus fuertes creencias durante toda la historia, ellas si que valían la pena.
— Eso implica que para valer la pena, uno necesita morir.
Mick me lanzo una breve mirada, y luego regreso al libro en sus manos.
— No necesariamente, bueno, no físicamente. Amar es una forma de morir en vida, y la más lenta.
Asentí. Creía en sus palabras: enamorarse es dejarse vencer. Y yo ya había sido vencido por ella, mi mejor amiga.
Mick se veía hundido hasta el cuello por las palabras del diccionario que estaba leyendo, quise acompañarlo. La lectura lucia atractiva, necesitaba leer algo que abrigara mi roto corazón y que me mostrara una perspectiva diferente para que, tal vez, mi vida cobrara sentido como por arte de magia.
Me fui a buscar por los largos pasillos de la biblioteca, hasta llegar al sector sobre relaciones humanas, pase mi dedo índice por los títulos y observe algunos; hasta dar con el indicado.
Tome un libro sobre relaciones amorosas, escrito por una psicóloga. Tome asiento en uno de los bancos hasta el fondo del lugar y devore cada letra impresa en el libro.
La autora concluía que: <<los celos son una muestra de amor disfrazada a conveniencia propia>>. Y eso me llevo a pensar en provocarle una buena cantidad de celos a Gabriela, para despertar alguna chispa en su interior.
Pero, ¿Cómo causarle celos a alguien que no se ha fijado en mí durante diez años? ¿Cómo provocarle esa reacción a aquella persona que nos estanca en la zona de amistad? ¿Cómo despertar en ella una pequeña flamita de romance si esta perdidamente enamorada de alguien que, claramente, es mejor partido que yo?
Solo una palabra podría describir eso: IM.PO.SI.BLE.
Me despedí de Mick y lo deje solitario entre todo el maravilloso mundo de los libros. Me fui al parque de columpios a despejar mi mente para que pudiese idear un plan, pero en el trayecto sentí una caliente lengua lamer mi tobillo, pegue un brinco de susto pues no acostumbraba tener lenguas relamiendo mi cuerpo.
Baje la mirada, sorprendido, encontré un bello French Poddle de color blanco, degustando de mi calcetín. Detrás del camino venia una muchacha persiguiendo al animalito con cinco correas mas en sus manos, cada una halaba a un perro distinto.
Cuando llego a mí, una gruesa capa de sudor cubría su frente, se agachó y tomo al perro.
— Lo siento, he tratado de expandirme como goma elástica para controlar a cada uno de ellos pero no soy Elastic Girl.
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THE CONSTELLATION IN YOUR BODY (Counting the stars #1)
Teen FictionGabriela y Tristán son mejores amigos desde pequeños, entre ellos surgió una química irrepetible. Solo hay un problema, el asombroso y abusivo novio de Gaby que trata de mantenerla presa de sus encantos. Gabriela tendrá que caer al infierno, justo a...