THE CONSTELLATION IN YOUR BODY (Counting the stars #1)

Capitulo 9. Gabriela

Capitulo 9

Gabriela.

¡Detente! — Grite. Trebor era monstruoso. No podía creer hasta donde había llegado el pequeño plan que formule para encender una ligera chispa de celos en Trebor.

No estaba incluido BESAR, en el contrato para esta noche. Un contrato que yo misma diseñe para que todo saliera perfecto. No podría decir a ciencia cierta de donde salió el pequeño impulso de abalanzarme sobre la boca de Tristán y donarle un beso.

Yo no lo quería besar, pero había algo extraño dentro de mi producto de lo delicioso que estaba vestido mi mejor amigo para nuestra "cita", que me hizo acabar enroscado mis labios en los suyos.

Juro que fue espontáneo y sorpresivo para ambas partes.

No me importo lo cerca que podría estar mi novio, ni que nos pudiera ver. No me pude contener y bese a mi mejor amigo... lento, muy lento.

Conclusión: Tristán besa mejor de lo que esperaba.

Deseaba repetir el acto, comprobar mi hipótesis de que los labios de mi mejor amigo besan tan bien como se miran bajo las luces del estadio.

Pero todos los colores de mi rostro se fueron velozmente cuando vi a Trebor de pie a tan solo unos centímetros detrás de Tris, con el rostro rojo de furia.

Esto no va a terminar bien, pensé al instante.

Ni si quiera tuve tiempo para contar 10 segundos cuando Tristán estaba impactando bruscamente con la red de alambre frente al graderío.

Trebor lo golpeo varias veces en el abdomen y Tristán soltaba hipidos a cada patada del capitán del equipo.

Yo me quede inmóvil a pocos centímetros de ellos, observando como dos machos se daban golpes sin ningún pudor. Tristán hizo el intento de defenderse, y para darle puntos a favor, diré que le estampo unos buenos puñetazos en el rostro a Trebor.

Pero Trebor no era la clase de chico que se deja golpear en la cara y no hace nada para vengarse. En cambio, le azoto varios golpes en distintas partes del cuerpo.

Yo no quería separarlos, pues hace algunos días probé los golpes de Trebor y no deseaba ganarme uno por accidente.

Nadie hizo nada, todos los espectadores se quedaron quietos porque usaban todos sus esfuerzos en mirar asombrados cómo el cuerpo flácido de Tris era masacrado por la fuerza bruta de Trebor.

Ya era demasiado.

Me infundí valor, y detuve el siguiente golpe.

— ¡Lo mataras! — Le grite a Trebor.

— ¡Suéltame! — Agito varias veces su enorme brazo que sostenía entre mis dos manos.   — Le mostrare a este cabrón que nadie besa a mi novia y se libra fácilmente.

Entonces reconocí mi error.

Tristán no había sido quien inicio el beso, sino yo.

Yo era la responsable de nuestras bocas tocándose.

— ¡No fue su culpa! — Respondí en tono muy alto.

— No trates de cubrirlo, Gabriela. Vi perfectamente como te besaba.

Me sentí culpable.

No era justo que Tristán terminara con múltiples moretones en todo lo amplio de su cuerpo por mi culpa.

— No fue el quien inicio. — Mi voz salió muy suave y temerosa.

Le tenía miedo a la ira de Trebor, desde antes de iniciar nuestra relación.