Capitulo 17.
Gabriela.
Diez años atrás.
— ¡Sube! — Grito Tristán desde la cima del árbol.
— No puedo. — Respondí en voz baja. Mis rodillas temblaron al pensar en escalar el roble frente a mí, aunque no fuera el árbol mas grande de la ciudad, desde el cómodo suelo lucia como un rascacielos.
— ¡Si puedes, anda! — Respondió mi mejor amigo, tenía su rostro cubierto por lodo y tierra, sus manos sucias y su par de pantalones rotos. Toda su apariencia era el fiel reflejo de una tarde de juegos y diversión en el patio trasero de su casa.
— No puedo, Tris. — El tono de mi voz demostraba pánico.
Empecé a sacudir mi cabeza en actitud de negación.
Levante el rostro y vi a Tristán, sujeto a una delgada rama, eso aumento mi temor a subir. Pero luego él me sonrió. Algo en su rostro irradiaba confianza y seguridad.
Lo mire por mucho tiempo, mientras jugaba con el largo de mi vestido rosa.
— Es genial aquí arriba. — Dijo y dejo al descubierto un diente faltante en su dentadura.
Lo hacia ver gracioso.
Desde que me mude a la ciudad, frecuente casi a diario la casa de Tristán. La mayoría de las veces era para ver películas infantiles en su enorme sala de estar, pero en ocasiones disfrutábamos de la limitada libertad que nos daba el jardín trasero. Normalmente cortábamos flores y hacíamos guerras de lodo, pero ese día a Tristán se le ocurrió escalar el único árbol en el área. Cuando escuche la idea, mis nervios se activaron en automático.
— No puedo. — Grite, y le di una patada a la dura corteza del tronco. Mi pie dolió al instante.
Tristán bajo del árbol de un solo salto.
Puso su mano en mi hombro.
— ¿Estas bien, Gaby?
Las lágrimas empezaban a acumularse en las comisuras de mis ojos.
Solté un chillido agudo, esa era la señal que anunciaba que un maremoto iba a salir disparado de mis ojos.
Mi boca se abrió al máximo, apreté los parpados y un par de gotas corrieron por mis mejillas.
Estaba lista para soltar mis peores alaridos. Pero, Tristán me abrazo.
Mi cabeza quedo justamente en su pecho, y sus largos brazos cubrían mi cuerpo con un calor acogedor.
Mis ojos se abrieron como platos. Repentinamente, las lágrimas habían desaparecido y el dolor estaba cediendo.
Los abrazos de mi mejor amigo eran curativos.
Luego de unos segundos, nos apartamos hacia los lados. Parecíamos confundidos por el gesto anterior.
Note un calor expandiéndose por todo mi rostro.
Tristán soltó una carcajada fuerte.
— ¿Qué? — Pregunte, avergonzada.
— Pareces un tomate. — Dijo entre risas.
Impacte un leve golpe en su hombro.
Le ordene a mi rostro que dejara de ruborizarse, pero era una niña de seis años y no tenia control de mis reacciones físicas.
Gire la cara para ocultarme.
Espere el tiempo suficiente para que las risas de Tristán se calmaran y para que mi rostro dejara de producir ese tono rojizo en mis mejillas.

ESTÁS LEYENDO
THE CONSTELLATION IN YOUR BODY (Counting the stars #1)
Roman pour AdolescentsGabriela y Tristán son mejores amigos desde pequeños, entre ellos surgió una química irrepetible. Solo hay un problema, el asombroso y abusivo novio de Gaby que trata de mantenerla presa de sus encantos. Gabriela tendrá que caer al infierno, justo a...