Juicios cuestionados

10 3 0
                                    

Asmodeus de la lujuria, David Dunoir. Rango: Pecado.

Calendario: Año 2010, Mes 8, Día 23.

???.


 En la guerra incluso las flores sucumben ante el caos y la desesperación, si el enemigo es demasiado fuerte ¿Qué es más sensato? ¿Perecer tranquilamente ante él o convertirse en un monstruo aun peor?

Desperté en aquella habitación nuevamente, mi ataque de asma terminó haciéndome desplomarme en el suelo luego de ver aquello, bueno, quizás había visto mal, quizás me había confundido, eso era lo que quería creer, de lo que quería convencerme, pero, tenía que aceptar la agridulce realidad.

Miré a mis alrededores buscando a Berith o a Louise, pero solo encontré un vaso de agua sobre la cómoda junto a una nota: "te esperamos en la sala principal, en el armario está tu antigua ropa, vístete y colócate la túnica encima, recuerda usarla siempre que estés dentro de las instalaciones".

Ya vestido, caminé por aquellos pasillos poco a poco, observando cada detalle que podía, los rostros de algunos seguidores, los mosaicos uno tras otro contaban el avecinamiento de tragedias pasadas y las puertas que una tras otra aumentaban mi curiosidad.

Cuando llegué a la sala me esperaban Berith, Belcebú y Belfegor, o para ser más claro, Louise, sentados en una mesa más pequeña me esperaban con sus máscaras puestas y me hicieron señas para que me sentase, obviamente obedecí.

Tenía a Louise al frente y a los demás a mis costados, todos viéndome me preguntaron al unísono si sabía que ocurría, bueno, todos menos gula, ella solo habló en lenguaje sordomudo.

Mi respuesta claramente fue negativa, un pequeño suspiro salió de Belfegor... ¿o sería más apropiado decir Louise? Eso realmente no importa, de todas formas, realmente no es como si cambiase algo.

Ella solo me miró con un rostro decepcionado y me dijo que tenía que hacer unos trabajos para el culto, para que confiasen en mí y pudiese pertenecer al culto oficialmente, a pesar de todo lo mucho que nos conocíamos, ella solo fue fría y clínica

Molesto, declaré mi ira ante su respuesta y actitud, pero, con un golpe en la mesa ya se encontraba una navaja en mi cuello, era gula, que quizás con un simple movimiento hubiese desgarrado mi garganta dejándome muerto en el acto. Con un suspiro y una seña de Louise Belcebú se alejó y se volvió a sentar.

Estaba claro, no tenía lugar allí, eran personas dementes y profesionales en serlo ¿acaso permanecer inerte ante tal situación fue un error? No importa la respuesta, si pudiese volver atrás en el tiempo, estoy seguro que lo haría de nuevo, todo por la verdad.

El deseo de un hombre sin hambre solo es bazofia para los de mente acaudalada, puesto que, en este mundo los débiles no tienen derecho a pensar, son consumidos y destruidos en un juicio donde la locura es el juez, el jurado y el verdugo.

Berith me dijo que me sentara y cerrase la boca, obviamente obedecí y esperé, Louise mencionó cosas muy interesantes, el porqué del culto y el porqué de los "pecados capitales" elegidos.

Un culto del caos y la destrucción por la paz y la salvación del mundo, un pensamiento noble para tal oscura y sangrienta historia ¿sus orígenes? Desde que existe la conciencia en este mundo, el primer depredador fue su mesías "Erlenmar".

Desde el más pequeño organismo hasta la más grande catástrofe, él había reencarnado y creado el caos para evitar un final inminente por muchas razones, sobrepoblación, poblaciones peligrosamente violentas e inteligentes, virus tan potentes para destruir un bosque con solo tocar un poco de la tierra, entre otras razones.

Aquel pensamientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora