Cartas olvidadas

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Rosas marchitas para un viejo conocido...

Del dolor de los olvidados y apartados prosperan los sádicos.

lluvia ácida para un viejo rencor...

El sudor de tu frente es amigo de tu ira.

Vino rojo para una vieja venganza...

De la piel a la sangre existe un paso.

{- Finalmente fue descubierta la causa del incidente de hace una semana en el centro de Moscú – La periodista deslizó su dedo por una Tablet y se mostró un plano en la pantalla tras ella – Debido a un fallo eléctrico, el sistema hidroneumático tuvo un fallo total en el control de presión, causando la inevitable explosión de las tuberías de agua, rompiendo así al mismo tiempo las de gas. Todo ello ocasionó una trágica e inevitable cadena de explosiones que se llevó la vida de más de 40 personas. ahora vamos con Richard para el clima.}

Había pasado una semana desde el "incidente" con Satán y Aries, luego del gigante estruendo que causaron en toda la ciudad todo el mundo quedó agitado. Desorden político y grandes acusaciones de conspiraciones con los gobiernos, algo nada alejado de la realidad, pero no podía quedar en manos del dominio público; al final, el culto se encargó de ocultar todo.

No he tenido ninguna misión ni pedido del culto desde entonces, por lo que solo he pasado mis días de vago viendo televisión y tomando, recordando el momento en el que la pantalla dejó de transmitir en Moscú.

No entiendo ¿por qué es tan difícil? He matado enemigos, he visto morir aliados, pero no sentía ningún dolor ¿por qué es tan diferente cuando quien muere es cercano? Ni siquiera habíamos pasado tanto tiempo juntos... ¿por qué me afecta tanto?

Pensé que esa parte de mí que sentía empatía por la vida había muerto en aquel manicomio ¿sería culpa de Elizabeth? ¿sería culpa de Louise? ¿eso era bueno o malo? Siete días pensando en eso, siete días preguntándole a las botellas, botellas que ahora estaban vacías en mi suelo.

La peor parte es que ni siquiera es cosa mía, todos los que estuvimos relacionados con esa misión estábamos cabizbajos e impotentes ¿será cosa de la droga o enserio existe algo como la empatía colectiva y el compañerismo en este lugar? No debería agarrarles tanto cariño a personas condenadas por la misma guillotina que yo.

- Creo que tendré que ir a un bar esta noche – Rasqué un poco mi cabeza mientras me levantaba de mi cama y apagaba el televisor –

Fui al baño a lavarme un poco el rostro y tomar una ducha, allí me di cuenta. Durante toda la semana nunca me había visto en el espejo sobre el lavamanos, pues siempre estaba melancólico.

Mi barba estaba desordenada y frondosa, mis ojos rojos y mi rostro pálido por la falta de luz, incluso tenía una fritura pegada a mi mejilla, me veía patético, acabado y deprimido, pero extrañamente no me importaba mucho. No me tomé la molestia de arreglarme demasiado, solo me duché y vestí con una camiseta y un pantalón ordinario. El bar no quedaba muy lejos de mi casa y realmente no pensaba volver muy sobrio, así que solo caminé hasta allí y entré.

Era un lugar como salido del infierno, un bar de mala muerte con poca luz y personas aún más sombrías, incluso el cantinero parecía salido de una película de los años 30, con su mostacho y su cabello encerado, pero la persona más oscura era una mujer rubia que parecía rondar los 21 años, era Vega, mi vieja compañera y madre.

- ¡Cantinero! Sírvame otro por favor – Vega chasqueaba los dedos consecutivamente para llamar al cantinero - ¡Oiga, aquí!

- Un whisky en las rocas para mí y la señorita por favor – me senté en el banco al lado de Vega mientras atraía la atención del cantinero – Hola Vega, te vez terrible.

Aquel pensamientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora