Aquel pensamiento

Sangre Helada

La niña prodigio. Lynn Nietzsche. Rango: Huérfana.

Calendario: Año 2005, Mes 12, Día 05.

 Orfanato "Luces de Esperanza". España.

 Desde muy pequeña siempre he recordado las dulces palabras de alguien muy querido.

"no existen fenómenos morales, solo representaciones morales de los fenómenos"

 Friederich Nietzsche, un gran escritor ciertamente, pero él no fue quien me dijo aquellas palabras claro está, aunque en realidad no sé quién me enseño esto, son palabras que adornan mi subconsciente con mucho cariño, por ello adopté el apellido Nietzsche.

 Me llamo Lynn Nietzsche y hoy cumplo finalmente 13 años, vivo en el orfanato "Luces de Esperanza", soy del orfanato "Luces de Esperanza", me encanta viajar, principalmente al pasillo y al patio del orfanato "Luces de Esperanza", me dijeron que hoy nos van a dar un regalo especial a todos los que tengamos 13 años aquí en el orfanato "Luces de Esperanza", ojalá sea un viaje fuera del maldito orfanato "Luces de Esperanza".

 - Hola Lynn – Ricardo, uno de mis compañeros me saludó bastante alegre - ¿emocionada por el anuncio de hoy?

 - Un poco... ¡demasiado! – Reí un poco al decirlo – escuché a uno de los profesores decir que nos regalarían "una salida de aquí", ya quiero ver el mundo exterior.

 - ¿Enserio dijeron algo así? – Hénrica preguntó dudosa – sería increíble que así fuese, pero no lo sé ¿por qué nos llamaron a esta sala y no nos avisaron antes?

 Hénrica, mi mejor y única amiga desde que tengo memoria. Realmente este nunca fue un mal lugar para vivir, pero no confío en la mayoría de los de por aquí, todos tienden a ser muy creídos o molestos, pero Hénrica es diferente, mi recuerdo más antiguo es de cuando tenía 7 años, yo era muy tímida al igual que la mayoría de los de mi edad, pero ¿cómo no serlo? Solo nos permitían salir de nuestras habitaciones cuando cumplíamos 6 años.

 Ella me vio en el pasillo solitaria, caminar sola, día tras día, ella creía que no me percataba de su mirada, que solo vivía por vivir, bueno, no estaba muy alejada de la verdad, hasta ese momento no me había percatado de lo que significaba ni siquiera mi existencia, pero ella me dio luz, literalmente, después de observarme durante semanas su mejor idea para acercarse a mí fue alumbrarme a los ojos con el reflejo del sol en un espejo ¿Qué estúpido método no?

 No reírse es verdaderamente difícil en la actualidad, sin embargo, no era lo mismo en aquel entonces, mi humor era nulo y mi mente estaba casi vacía, con únicamente aquel pensamiento en mi cabeza caminaba sin rumbo alguno, ella siempre había sido muy dominante a pesar de su personalidad sumisa, por lo que, sin importar cuanto me negase, ella siempre me hacía divertirme a la fuerza, eso me ayudo a desenvolverme y a encontrar una razón para vivir:

 Sonreír...

 - Damas, Caballeros – un hombre vestido con un traje blanco y un sombrero del mismo color habló por un altoparlante encima de lo que parecía un escenario – Déjenme presentarme, soy el doctor Roswell, pero ustedes me llamarán Altaír, dueño y director de esta sucursal llamada "Luces de esperanza", antes de continuar me gustaría brindarles un regalo de mi parte. Si quitan las tapas de la larga mesa del centro, podrán ver que en realidad es un gran contenedor de gomitas, por favor, les pedimos que solo tomen una, pues el resto será usado para próximos eventos.