La Primera Vez Que Te Vi

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Me es muy divertido venir a la tierra y observar cómo la humanidad se mata entre sí por cosas absurdas, su estúpida codicia que los hace desear cada vez más y más, sin importar cuantas vidas humanas he inocentes mueran por ese capricho.

La verdad es que no me importa, soy el rey de la oscuridad y sólo he venido a ver este sorprendente espectáculo que ha ocurrido hoy.

Es una oscura y helada noche; el cielo, el hogar de mi patético padre, está despejado dando anotar las brillantes y estúpidas estrellas.

Aún así, la nieve cae cubriendo a uno que otro cuerpo agonizante o vacío que mis queridos demonios están recogiendo, pues muchos de ellos han sido seleccionados para ser llevados a un exquisito y caluroso hogar que los espera con ansias.

Mientras ellos hacen su trabajo, camino entre los grandes charcos de sangre encontrando un brazo, una pierna, una cabeza etc.

El sonido de los quejidos de estos pobres agonizantes es una excitante melodía para mis oídos.

"No quiero morir..."

El pensamiento de alguien penetro con mucha fuerza en mis tímpanos, camine buscando a la persona que al parecer aún sigue con vida, aunque, no por mucho tiempo.

*Pero miren que tenemos aquí... Una exquisita y hermosa mujer, aguarda. ¿Ella es soldado? ¿De verdad?* Una profunda risa sale de mi.

Cada vez son menos creativos los humanos como para permitir que una mujer combata en estas ridiculeces, no puedo parar de reír.

—Veamos quien fuiste en éste mundo pequeña...— Me puse de cuclillas y puse mi mano cerca de ella para poder ver su vida desde que fue creada hasta ahora, poco a poco la risa desaparecía al ver cada vez más lo que ella era y lo que había pasado.

—Mierda, si que eres especial— Susurré. De pronto, no pude ver más allá ya que su alma de esta chica se desprendió de su cuerpo, dejándolo vacío. —Beli! Tenemos que irnos— Se acercó uno de los demonios al ver que no tomó mi atención al gritarme.

—Ah! Que lastima, era hermosa esa humana— Dijo agitado al verla. Él es uno de los más peligros que hay en el infierno, aparte de mi, claro.

Es el encargado de mi hogar cuando no estoy presente y mi confidente en todo aquel desastre que ocasionamos para molestar a mis hermanos y sobre todo padre.

Somos amigos desde hace millones de años.

La observé un par de minutos. Estaba seguro que ella no iría al infierno pero tampoco estaba conforme al lugar al que iría...

Con mi padre.

*¿Qué es esta sensación que recorre todo mi cuerpo? Sólo es una humana más pero no puedo permitir que muera. *

Pase mi brazo por su nuca rozando la nieve manchada de sangre que la rodeaba para alzar un poco su cabeza, mientras que mi otra mano ya se encontraba en su pecho y mis ojos cerrados.

—¡¿Pero qué haces Belial?! ¡No puedes hacerlo, es contra las reglas!—Los truenos se hicieron presentes.

Mi mano derecha quería alejarme de ella pero ya era demasiado tarde, ha sido vuelta a la vida.

—¿Desde cuando seguimos reglas?— Lo miré con una sonrisa burlona mientras mis ojos volvían a un color más claro.

—Sabes que no te es permitido regresar un alma a la vida y mucho menos si no pertenece al infierno— Claro que su expresión no era la misma, sus ojos se tornaron de color rojizo intenso casi sacando llamas de la furia que tenía por lo que había hecho.

—Relajate, no lo hice gratis, aparte me sirve más a mi que a mi padre— Me levanté sacudiendo la asquerosa nieve y sangre que tenía en mi mano.

—¿Qué pretendes?— Preguntó mi querido amigo desapareciendo el rojizo de sus ojos. —Por el momento nada, es hora de irnos, ya no hay nada divertido aquí— Aún seguía mirándola pero con la misma sonrisa burlona.

"Hoy no morirás, así que....

Muy pronto nos veremos querida humana...."



Trabajando Para Belial [ TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora