Bien! El chico de la imagen es Dylan.
---------------------------------------------------------- Rompan filas! los veré mañana- Sentía un ligero ardor en la garganta de tanto gritar después de horas entrenando a éste escuadrón de soquetes. No dejo de pensar en lo que pasó anoche; ¡¿En qué carajos estábamos pensando?!
En parte puedo culpar al alcohol pero aún así sabíamos lo que estábamos haciendo...O eso creo.
Como sea, no quise quedarme en el departamento, en cuanto desperté tomé mis cosas y salí corriendo de ahí, no lo quiero ver por el momento, ojalá no me lo encuentre por aquí en el campo.
Camino como si fuera un animal asustado, lo mejor es que me vaya a casa tengo que ponerme al corriente con Christian sobre la junta de ayer.
-¡Amber!- El Sargento Williams hizo que brincara de susto y detenerme de golpe. ¡Diablos! Estaba por llegar al estacionamiento.
-Señor- Me pare firme. -¿Cuál señor? Si tú eres como mi hija; Ven necesito que hablemos un poco- Parecía ser algo serio pues siempre hace una broma o algo para reír un poco.
Lo seguí hasta que llegamos a su oficina. Recuerdo que siempre me la pasaba aquí por tener problemas con los entrenadores o con los mismos compañeros, incluso con Dylan.
-Primero. ¿Cómo estás? Hablé con Christian y me comentó que sigues teniendo pesadilla- Se sentó en su escritorio mientras se cruzaba de brazos.
Ese chismoso no tenía por qué decir nada de mis sueños. -Ya no son constantes pero trabajo en ello, así que, estoy bien-
Me senté en el pequeño sofá café que tiene cerca de la puerta. -¿Estás segura? Sabes que ese tipo de sueños alteran por completo tu salud.- Prendió un cigarrillo. Odio ese aroma y más con ésta jaqueca.
-Bien Amber, sé que estás inactiva como soldado y en estos momentos tu única obligación aquí es entrenar un escuadrón de novatos, pero se acaba de presentar una asignación muy importante... perfecta para ti, así que dejarás por un tiempo a los chicos que entrenas para concentrarte en éste nuevo trabajo-
El Sargento se acercó a su archivero para sacar de él una carpeta con la información necesaria del trabajo que me acaba de asignar el cual me entregó de inmediato.
Lo abrí y mientras lo leía, Williams me daba un resumen de todo lo que había en esa carpeta. -Se trata de Alex McCoy un empresario millonario muy importante, y también dueño de muchos negocios.
Llama mucho la atención, ha recibido todo tipo de amenazas, incluso ya ha tenido confrontaciones delicadas... - Espero que no sea lo que creo porque no tolero ser niñera de nadie.
-Y qué se supone que haré?- Lo había interrumpido para que fuera ya al grano. -Harás el papel de su guardespaldas, en cubierto claro, eres perfecta, tienes excelentes habilidades, así que será muy fácil para ti— Dudaba si seguir hablando al ver mi rostro transformarse.
—Ay no es cierto... Con todo respeto Sargento, no lo haré, no pienso cuidar y mucho menos recibir ordenes de un ambicioso sin verdaderos modales.– Lancé el folder a su escritorio.
-Amber sé que esta parte será difícil para ti pero, es una orden, no es nada más mia sino también del Sargento mayor, pues tiene una relación parecida a la nuestra, como un padre con su hijo y quiere que esté protegido— Apago el cigarrillo.
*Sé a lo que se refiere pero de verdad tengo que ser yo?*
-Entiendo pero, si tiene mucho dinero ¿por qué no contrata a hombres que de verdad puedan cubrir su espalda?- Comenzaba a enfadarme más al obligarme hacer esto.
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Trabajando Para Belial [ TERMINADA]
Azione"Su propio demonio" Cuentan que el diablo una vez se enamoró y no supo qué demonios hacer con ese vacío en el estómago. Cuentan que la miraba con ojos de ángel y que al tocar su piel se quemaba de pasión. Cuentan que Belial conoció su propio infiern...