-Entendiste lo que tienes que hacer?- Alex está de insoportable, pero por fin estamos solos, bueno vamos camino a una "reunión" pero con el mismo final de siempre.
-Tenemos que hablar- Dije sin despegar la mirada de en frente. -Sobre qué?- Alex miraba su celular, creo que no me está poniendo atención del todo. -Debes tener más cuidado con esa rubia- Baje su celular con fuerza para llamar su atención.
-De qué rayos hablas? A caso estás celosa?- Sonrió coqueto al tocar mi pierna y subir poco a poco la cual quite inmediatamente. -No le tengo confianza. Es todo- Apreté levemente la mandíbula.
-Tranquila, tengo todo bajo contro- Tomó una vez más su celular, creo que habla con ella. -Alex, no lo tienes bajo control, te das cuenta que no te has encargado de tus propios negocios! Nos has dejado todo a Sebastian y a mi!- Apreté con fuerza el volante después de dar un gran frenon al carro.
-Hablamos luego de esto de acuerdo? Ahora cumple con tu obligación- Comenzaba alzarme la voz. Baje furiosa del auto y entre a un viejo restaurante que está en medio de la nada.
Patee con fuerza la puerta haciéndola pedazos preparando mi arma y disparando a cuanto insecto veía moverse. -Dónde está Ryan!?- Los pocos que quedaban indefensos ante mi, intercambiaban miradas pero nadie respondía lo que había preguntado.
-Aquí estoy preciosa- Salió de la cocina el tipo que buscaba, no parecía estar nervioso o tener miedo. -Acércate! Pero que no se te ocurra hacer una estupidez porque terminarás muerto!- Lo apuntaba sin parpadear.
-Tranquila... Por qué mejor no hacemos negocios juntos, puedo darte todo lo que desees, sólo tienes que bajar el arma- Dijo con ambas manos arriba mientras caminaba hacia mi lentamente.
-Lo siento, ella es mía- Alex estaba detrás mio rodeandome con sus brazos a la altura de entre el pecho y mi cuello, haciendo ligeras caricias con su nariz en mi oreja.
Seguía apuntando hacia en tipo mientras que Alex seguía hablando como perico. -Tú quedaste fuera, no recuerdas?- El tipo ahora si comentaba a perder la paciencia al igual que Alex y yo.
-Vamos... Hay que hacerlo he irnos de aquí- Interrumpí. McCoy giro su rostro hacia mi, expresando un poco de burla. -Calma, calma...- Movía ambas manos de arriba abajo al decir eso.
-Ok hazlo- Se rendio en seguida dándome la espalda. Eso significaba que podía ya matarlo. Al fin.
Cuatro tiros salieron de mi arma directamente penetrante el cuerpo del imbécil ese. Se dejó caer con todo y la silla hacia atrás. Se podía escuchar fuerte el gemido agonizante.
Me gire hacia la puerta del viejo restaurante para subir al auto he irme pero, la risa burlona de aquel tipo hizo que me detuviera confundida.
Ya debería estar más que muerto. -Ah si, no es fácil de matarlo con un arma, sólo se debilita su cuerpo humano- Agregó Alex tranquilo.
-Inmediatamente lo mire con ojos asesinos, a puesto que noto que mi mandíbula esta a nada de reventar de la fuerza con la que la apretaba.
-Bien, bien... Ya, lo haré- Dijo el como respuesta a mi rostro furioso. Se acercó a él, con una sola mano lo tomo por la ropa y lo levantó con tanta facilidad, como si fuese un ligero muñeco inflable.
-Te recomiendo que salgas- Dijo Alex sin despegar su mirada del tipo que escurría de sangre pero aún con la expresión burlona.
-No me iré- Me cruce de brazos esperando a que lo matara definitivamente. -Como quieras- Ahora McCoy era quien apretaba con fuerza su mandíbula.
-No te saldrás con la tuya maldito diablillo- El tipo dijo por última vez; después Alex lo azotó en el piso de tal manera que se sintió en todo el sitio como si hubiese explotando una gran bomba dejando salir una corriente de aire tan impresionante que pudo lanzarnos con fuerza.
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Trabajando Para Belial [ TERMINADA]
Acción"Su propio demonio" Cuentan que el diablo una vez se enamoró y no supo qué demonios hacer con ese vacío en el estómago. Cuentan que la miraba con ojos de ángel y que al tocar su piel se quemaba de pasión. Cuentan que Belial conoció su propio infiern...