Trabajando Para Belial [ TERMINADA]

Capítulo 34

-Hasta que decides despertar- Dijo Miguel mientras abría los ojos. - Qué pasó?- Me agarre la cabeza con el seño fruncido.

-Te desmayaste conforme me fui elevando más y más... No aguantas nada niña- Con burla me miro. -Vete al diablo-Lo mire y en seguida evadi su mirada.

-En dónde estamos y por qué me salvaste? Si quieres que muera- Miraba a mi alrededor. -Estás en una cabaña muy segura, en donde si no eres bienvenido, no podrás pasar y tú, mi quería desgracia, no podrás salir si yo no lo permito- Triunfador respondió.

-Ah no? Mira cómo lo hago-Fui directamente a la que parecía la salida.

Cuando cruce la puerta, sentí como mi cuerpo fue electrocutado y mi piel comenzaba a quemarse y hacerse como agujeros negros en mi piel.

Era muy fuerte el dolor que sólo podía retorcerme hasta que Miguel me jaló por el hombro haciendome volver a dentro.

-Decías?- Me Miraba con burla. -Pero que mierda te sucede?!- Tocaba mi piel con fuerza ya que estaba sanando, pero hasta eso duele mucho.

-Te expliqué, pero eres muy terca- Rió un poco. -Y qué, aquí me matarás?- Me levanté del suelo después de sanar.

-No lo había pensado pero, lo tomaré en cuenta- Me dedico una sonrisa coqueta al igual que un guiño. Pero que le pasa a este maldito?.

-Entones qué? Pretendes tenerme aquí por siempre?-Me senté en una silla de madera vieja. -Pues hasta que mi padre me de la orden de aniquilarte- Se encogió de hombros.

-Y mientras tanto qué?- Diablos estaré aquí un largo tiempo. -Podré conocer a la chica que enloqueció al mismo Lucifer- Frotó sus manos como si en serio tuviera algo de emoción esto.

-Pues no tengo nada que contarte y mucho menos quiero hacerlo--Me cruce de brazos mirando una vez más mi alrededor.

-Tú estás enamorada de él o del patético gato que tiene como amigo?- En serio él y Sebastian tienen algo muy personal.

-En serio de todo lo que pudiste preguntar o hablar, sólo eso se te ocurrió?- Solté una ligera risa. -Claro, ni siquiera tú lo sabes- Me miro coqueto.

-Vete al carajo- Rode los ojos. -Como puede ser que, una chica tan linda, con cualidades espectaculares... Se esté desperdiciando tanto- Me examinó por completo.

-Qué es lo que quieres?- Entre dientes le pregunté. -Quiero que no se haga una gran guerra por las tonterías de mi estúpido hermano Belial; quiero que no le cause problemas a mi padre y sobre todo no quiero que Azrael tenga más poder del que puede manejar- Hasta los mismos ángeles tienen un cambio de color de ojos.

No dije nada, sólo lo miraba mientras pensaba cómo escapar. -Azrael y Belial siempre han tenido esa rivalidad patética, a pesar de que son hermanos también, han tenido esa estúpida idea de competir por todo.

Desafortunadamente para Azrael, Belil obtenía todo dejandolo en segundo lugar siempre. Cuando Belial se enamoro de aquella chica, Azrael vio la oportunidad perfecta de obtener lo que él quería de un manera fácil.

Así que entró al mundo de los humanos actuando como tal y fue quien enveneno la mente de todo ese pueblo para darle fin a la vida de esa chica.

Con tal de ver vulnerable y sufriendo a Belial. Sebastian fue el único con mente fría, impidió que Belial entregará e hiciera todo lo que Azrael quería por una simple humana.

De todos los hijos selestiales, el único que a seguido las reglas al pie de la letra y sobre todo con gran lealtad... - Lo interrumpí inmediatamente.