Capítulo 32

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Nota: Antes de continuar la historia quiero decir que, la llegada de Miguel será interesante.

Saludos a todos y no dejen de leer por favor voten y comenten, sin pena. ;)

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Continuación....

-Qué es lo que quieres?- Pregunté dudosa de él. -Quisiera hablar contigo?- Trataba de acercarse pero yo le daba a entender con mis acciones que, no era buena idea.

-No te haré daño, como entenderás, soy un Ángel y lo que menos hacemos es causarle daño a un ser humano, o lo que queda de él.

-Qué?- Maldita sea por qué siempre han de susurrar algo. -Por qué estás sola?- Frunció el seño. -Mira, te haz equivocado conmigo, yo no necesito hablar contigo, es decir, no quiero hacerlo y si buscas a tu hermano tendrás que hacerlo por tu cuenta, yo me largo- Subí al auto y arranqué nuevamente.

Al llegar a casa, ya tenía mil llamadas perdidas de Alex. Apague todo tipo de electrónico y me quede sola, tirada en el piso de la sala leyendo los libros que compre.

-En serio, leyendo esas estupideces?- Esa voz... -Hasta que decides aparecer, yo muriendo y tú? Seguramente con mujeres follando como loco- Ni siquiera quise mirarlo, me sentía molesta con él.

-No, por primera vez no. Estaba buscando a Azrael para hacerlo pagar- Camino hasta mi, quedando en frente. -Quién?- Pregunte de inmediato.

-Si es que estás leyendo esos libros y pusiste atención... Sabrás que es Azrael, el nombre de la muerte. Es otro hermano de Belial, sólo que él es aparte de su padre y Beli, o eso parecía...- Hizo una pausa cuando decidí verlo a la cara.

-Su hermano?- Tiene que ser otra maldita broma. -Pero por qué es mujer si es un él?- Pensé. -Si, sólo que se volvió traicionero por la sed de poder y el resto lo sabes hasta ahora.

-En serio? Más secretos!- Miré a Sebastian molesta. -Ya relajate, lo importante es que estás bien; tuvo razón después de todo- Dijo entre dientes. -Qué? Quién?- Luego luego lo cuestione.

-Pues quién...- Entre cerro los ojos. - O sea no estuviste de acuerdo con que me salvara? Preferias que me dejaran morir?- Realmente era lo que esperaba de él.

-Maldición!- Dijo casi gritando, se levantó y se hizo a un lado dándome la espalda. -Qué- Me levante del suelo y me acerque a él.

Se giró, de manera rápida puso su mano en mi nuca y con fuerza me acercó a él y nuestros labios se unieron al igual que nuestros cuerpos.

"Temía el perderte." Escuché de la mente de Sebastian.

Su temperatura es todavía más caliente, es fuego en realidad; eso hacia que nos desearamos más y fuéramos más alocados.

Es decir, que en vez de hacer el amor, estábamos a punto de follar como dos maniáticos, de manera ruda, agresiva, intensa....

Le quité su sacó de gamuza color vino, dejándolo caer al suelo. Mire su cuerpo y su camisa blanca esta por romperse por sus grandes y bien marcados músculos.

Mierda.

Sin dudarlo desgarró lo que llevaba puesto, dejándome en ropa interior. Rodeo mi cintura con un sólo brazo, elevándome y sentandome en la barra que queda entre el comedor y la cocina.

No era una barra muy alta así que quedaba casi a la altura de su cintura la cual rodee con mis piernas. Los besos profundos y húmedos seguían.

Sin poder evitarlo marcaba su espalda con fuerza debido a la exctación que provoca en mi. Por qué ahora soy más sensible cuando los toco? O sea, siento más claro cada movimiento, cada beso, cada caricia... Es como, como si estuviera en cámara lenta.

Trabajando Para Belial [ TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora