Trabajando Para Belial [ TERMINADA]

Capítulo 8

-Ahora que hemos llegado, repasemos lo que tienes que hacer- Dijo Alex al apagar el motor del auto en frente de un gran club.

-No quiero ser parte de tu patético plan- Lo miré más desanimada de lo normal. -En seguida entro al asiento trasero el idiota más grande...

Si, Sebastian.

-Todo está listo- Dijo al mirarnos a ambos un poco agitado. -Entonces, entrarás ahí, llamarás la atención de Frank Price- Ambos me miraron muy seguros.

-Y cómo sabré quien carajos es ese sujeto?- Subí un poco el tono de voz y rodar los ojos aterrizando mi mirada hacia el club. -Además para qué tengo que llamar su atención?- Yo no leo la mente como ustedes.

-Ese sujeto me debe unos cuantos favores y no podemos cobrarlos así nada más, si nos ve puede haber muchos problemas y gente inocente saldrá herida de éste lugar- Alex no parecía estar seguro y miraba a Sebastián sospechoso.

-Lo que tienes que hacer es lograr que te lleve a su suite, lo seducirás hasta que nosotros podamos entrar- Me dedico una sonrisa seductora.

-Lo que quieren es que gane tiempo par que puedan llegar?- Mi rostro se volvió de burla. Parece su primera vez, esto es muy sencillo. Asistieron con la cabeza.

-De acuerdo, pero que ni se les ocurra pensar que haré más allá de seducirlo- Solté un gran suspiro y baje del auto para así mismo entrar al dichoso club de mala muerte.

Demonios huele horrible aquí, es una especie de... Esperen, es... Hierva? que horror esto me provoca náuseas.

Después de toser un par de veces, llegué a la barra y pedí un poco de agua ya que éste aroma repugnante hizo que se irritara mucho mi garganta.

Como de costumbre, mire a mi alrededor, es un lugar angosto, muy oscuro con luces Led, por cierto muy molestas.

Muchos hombres y mujeres sentados en los viejos y rotos sofás que están en las orillas completamente perdidos por tanta hierva u otra clase de droga.

Unos cuantos casi tenían sexo a pesar de que había más gente a su alrededor mirándolos. Espero y esto no se vuelva una urgía.

Después de ver tanta estupidez, pude localizar al dueño del club, Frank Price; Agh! Es de los típicos viejos que me dan asco total.

Un viejo gordo, de baja estatura, un poco calvo de la parte de arriba de su cabeza pero por los lados tenía poco cabello, de hecho tenía una pequeña coleta absurda.

Como todos los de su clase, colgaban joyas en su cuello, ridículo traje brillante rodeado de plásticas baratas.

Pero que estoy diciendo? Ahora visto como una de ellas!

Es mejor que termine con esto, comienza a molestarme las zapatillas. Pero, qué hago para llamar su atención? Vamos Amber, eres una mujer inteligente.

Mierda en serio no es tan fácil como parecía, no sé actuar como ellas. Comencé a beber una copa tras otra para relajarme y tomar valor. Seguía mirando a las plásticas para poder copiar alguna técnica.

Una pequeña risa se hizo presente cerca de mi oído, giré el rostro rápidamente para ver quien era el idiota que se burlaba pero no había nadie.

Después de pensar mil maneras de llamar su atención, me decidí por una.

Es hora!

Caminé hacia la pista de baile, trato de hacer lo mismo que aquella primera vez; si pude obtener la atención de Alex... También obtendré la de Frank fácilmente.