Sabía que no podía ir a mi casa ya que ahí sería el primer lugar donde me buscaría el loco de Dylan. No sé qué rayos sucede con él pero, ha cambiado por completo.
Llegué a casa de Alex, no había nadie por fortuna. Iré a la habitación en la que me quedo para dormir, no quiero saber más.
Ya no había tenido ese sentimiento de.... Miedo, las acciones de Dylan hacia mi, hicieron que regresarán esos horribles recuerdos de todas las veces que intentaron abusar de mi, a punto de lograrlo.
Esa desesperación de no poder defenderse, de que tu contrincante es mucho más fuerte que tú, el tiempo se hace eterno y todo lo vez en cámara lenta, el que te toquen y te besen sin tu consentimiento, esa espantosa temblorina de que están apunto de lastimarte.
Subí por las escaleras, caminaba por el largo pasillo tratando de relajarme y no pensar más sobre lo sucedido.
Logre ver una muy ligera luz por debajo de la puerta de la habitación de Alex. Quería seguir avanzando pero mi cuerpo quiso hacer otra cosa.
Abrí la puerta de la habitación de McCoy sin tocar, él se encontraba acostado en su cama, al parecer dormido, sólo una delgada sabana de satín color negro lo cubría de la cintura para abajo, y de la parte de arriba estaba desnudo, en una posición recta como si fuera un muerto.
Cerré la puerta lo más silenciosa posible pero fue imposible. -En dónde estabas?- Dijo en un tono un poco ronco de lo adormilado.
No le respondí, no podía hablar aunque quisiera, estaba completamente muda y sin tener control sobre mi cuerpo.
Simplemente caminé hacia la cama y me acosté encima de él, mi cabeza estaba recostada en su pecho, suspiré de alivio, seguridad, dejando caer una lágrima.
Sus brazos rodearon mi cuerpo con mucho trabajo, como si dudara hacerlo. La calidez que sentía de su cuerpo de alguna manera me hizo dormir tranquilamente.
-Meine schöne- (Mi bella). Fue lo último que escuché de él.
(...)
-Amber...!- Esa voz susurrante y fantasmal me hizo despertar de un salto, completamente bañada en sudor y con el corazón acelerado.
-Ah, despertaste- Alex salió del cuarto de baño con una toalla alrededor de su cintura. Demonios ya no lo había visto así, tiene muy bien trabajado ese cuerpo.
-Cómo es que llegué a tu habitación?- Me sentía confundida, mi cabeza estaba por estallar. -No lo sé, tú dimelo. Sólo entraste y te quedaste dormida encima de mi- Ahora él también estaba confundido.
-Ah, si...- Baje la mirada al recordar lo sucedido con Dylan. -Todo bien?- Pregunto fruncido el seño como si estuviera molesto.
-Claro- Tartamudee un poco. -Amber, sabes que leo la mente, cierto?- Se acercó y se sentó a la orilla de la cama cerca de mi.
-Y?- Mierda, espero que no... -Si, así es; desde que llegaste anoche lo supe, cuando entraste a la habitación lo supe y ahora que lo volviste a recordar, lo supe.
-Sólo, olvídalo quieres- Me levanté de la cama y salí de su habitación antes de que él se burlara o me diera su opinión.
Hice mi rutina de un baño, ropa cómoda de trabajo, etc. Salí al patio trasero para respirar un poco y despejar bien mi mente, ya que la tenia revuelta de pensamientos absurdos sobre el comportamiento de Dylan.
Y sol daba directamente a la mitad del enorme patio y la casa, en el fondo se veía ese enorme bosque como triste por lo mismo de que ahí no daban tanto los rayos del sol.
ESTÁS LEYENDO
Trabajando Para Belial [ TERMINADA]
Action"Su propio demonio" Cuentan que el diablo una vez se enamoró y no supo qué demonios hacer con ese vacío en el estómago. Cuentan que la miraba con ojos de ángel y que al tocar su piel se quemaba de pasión. Cuentan que Belial conoció su propio infiern...