Capítulo 36

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Las heridas de Miguel estaba sanando rápidamente. -Estás segura que no eres mía?- El rostro de Alex cambió rápidamente a una seductora mientras caminaba más hacia mi.

-Cómo es que tú...- Miraba a Miguel confundida. -Johnson!- Grito McCoy. Hizo que volviera mi atención hacia él.

-No! Ya te lo dije- Frunciendo el seño le grité. De un gran paso me tomó por la cintura y en menos de un segundo nos teletransportamos a su habitación que sólo era iluminado por una pequeña lámpara que está en su tocador.

Sigo sin acostumbrarme a hacer esto. - Deja de hacerlo sin avisar- Me recargue en la pared por el mareo. -Te quería alejar de ese imbécil- Puso ambas manos en mis mejillas pegando su frente con la mía.

Su respiración se sentía alterada. Nos quedamos así por unos segundos, actuaba extraño, nervioso, no es el mismo Alex de siempre.

-Estás segura que no eres mía?. Tienes que serlo, porque te quiero y te quiero sólo para mi- Frotaba su frente con la mía con los ojos cerrados.

-Alex yo...- No me dejó terminar al rozar sus labios con los míos. -No quiero que nadie te vea, que nadie te hable, te toque o te haga el amor.

No sabes la rabia que me da cuando Sebastian lo hace y ahora más que Miguel te bese!- Entre dientes agrego furioso, su mandíbula hacia ruidos de lo fuerte que lo apretaba.

-Alex estas hablando tonterías, tú puedes tener a todas las mujeres que quieras y a mi me quieres prohibir que esté con otro que no seas tú?. Estas loco- Quise separarme de él, pero no lo permitió.

-No me estás entiendo... Me enamoré de ti Johnson-Clavó su mirada con la mía. -El diablo no se enamora... Tampoco yo- Dije fría. No podía expresar otra cosa que no fuera frialdad.

-Pues si, si puedo; seré el diablo, el rey del infierno y seré todo el mal, pero, también puedo sentir como tú, como todos, fui un ser divino puro, lleno de amor hasta que mi maldito padre me dio la espalda y me mando al carajo- Se muestra cada vez más débil.

-Por qué? Por qué de mi?- En serio quiero expresarle algo pero no puedo. Ya lo había dicho, desde que te vi todo cambió, te haz vuelto, mi todo- Seguía clavando más su mirada profunda en mi.

-Qué quieres?- Solté un ligero suspiro. -Que te quedes conmigo- Ahora si se ha alejado de mi. -No puedo corresponderte de ninguna manera McCoy. Nos divertimos un rato pero, no estoy enamorada de ti- Que incómodo es esto.

-Es Sebastian a caso?- Frunció el seño inmediatamente. -En serio? Ya te dije que no! De nadie! Nunca me he enamorado y nunca lo haré- Quise salirme de ahí pero con obviedad me lo impidió.

-Lo harás-Soltó mi brazo y pude salir de ahí. Entré a mi habitación, me recosté mirando hacia el techo pensando lo que ha dicho Alex de estar enamorado de mi.

(...)

Salí de la ducha y encima de la cama había un vestido largo color negro muy elegante con una nota.

"Lucelo esta noche, iremos hacer negocios"

Wow! Que especifica nota. La bote a un lado, tome el vestido y lo miré. Mierda, parece ser muy caro.

Me lo he puesto y realmente luce estupendo. Tiene una gran abertura de lado derecho, desde abajo hasta la altura de mi ingle, dejando lucir toda mi pierna y gran corte en "v" en la parte de mi espalda, dejándola desnuda.

Peine mi cabello recogiendolo todo para dejar ver más mi cuello, puse labial rojo en mis labios y pinte mis largas pestañas.

Trabajando Para Belial [ TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora