Esquizofrenia «Vkook»

I. Dibujos.

Despertó quizá después de unas horas, ¿Dónde estaba? Pasó sus manos por su rostro, intentando acostumbrar sus ojos a la brillante luz que emanaba del techo sobre él. ¿Cómo había llegado ahí? Se sentó, sin entender aún el porqué de estar en la sala de una clínica. Como supuso, sus brazos estaban con agujas y cosas por el estilo. ¿Qué estaba pasando? Quería quitar esas molestas agujas, pero cuando lo quiso hacer, el doctor lo interrumpió al entrar a la sala. 

— Ni lo intentes, muchacho.— Jungkook soltó un suspiro y se dejó caer hacia atrás.

 — ¿Qué hago aquí?— preguntó frustrado, no entendía nada.

 — Fuiste internado por un ataque de ira, el que por supuesto, no recuerdas, es uno de los síntomas, que a la vez son poco frecuentes en personas.— Jungkook estaba confundido, ¿De qué hablaba ese doctor?

 — Disculpe, pero no entiendo...— el doctor solo suspiró y lo miró con una clara expresión fe tristeza.

 — Temo informarte, que estás comenzando a padecer esquizofrenia muchacho.— no quería creerlo, ¿Esquizofrenia? 

—N-no...— tartamudeo, estaba asustado. 

—Lo lamento muchacho. Pero, al ser indicios, lo podemos tratar con fármacos y así hacer sus efectos menos notorios para ti, y para el resto.— el chico solo asintió.

A las horas, pudo salir de la clínica, pero con ayuda de una enfermedad, se había desorientado y había terminado en maternidad, ¿Cómo?, nadie lo entendió, ni siquiera él. Al salir, dio gracias a la señora, y se dirigió a la parada de autobús, demoraría más, pero no le alcanzaba para el metro.

Estuvo al menos veinte minutos esperando a que el transporte público llegara, pero lo hizo. Al llegar a su pequeña casa, "pajarera" como eran conocidas, intentó entrar, pero recordó que no tenía las llaves.

 —¿Dónde las dejé?— se preguntó. Recordó que había una llave de emergencia en el macetero de la pequeñas hortensias. La tomó y logró entrar a su pequeño hogar.

No sabía que hacer, no tenía nada que hacer, simplemente se había quedado toda la tarde sentado en el sillón.

A las pocas horas despertó, sí, se había quedado dormido, debían ser alrededor de las doce, se levantó y camino hacia las escaleras, pero se detuvo al escuchar como una de las sillas era movida.

 —¿Hay alguien ahí?— preguntó como si alguien le fuera a responder, pero nada, le restó importancia y siguió su camino hasta su habitación, pero no pudo volver a dormir.

Había pasado toda la noche en vela, cuando vio los primeros rayos de sol aparecer, supo que ya no tenía posibilidad alguna de poder pegar pestaña. Se levantó y fue directo al baño, con una sensación extraña sobre el. Se miró en el espejo, estaba pálido y con unas ojeras casi negras enormes. Soltó un suspiro y se preparó para el instituto.

Estaba saliendo, con su mochila en hombro y decaído como siempre, una camioneta pasó a su lado, los del equipo de baloncesto, como era normal, se burlaron de el. ¿De verdad se veía tan raro?, ¿Con cara de amargado?... ¿Debería matarse?, más preguntas sin respuestas.

Llegó al instituto, y cuando pisó la entrada, sintió todas las miradas sobre el, se sintió cohibido, pero siguió caminado como si nada, como si no se estuviera dando cuenta de que todos lo estaban observando.

Las clases comenzaron, y Jungkook estaba en su lugar de siempre, excluido de todos sus compañeros. Y como siempre, se puso a dibujar, pero se sorprendió de si mismo. No dibujó lo de siempre, su dibujo se convirtió en algo... Más psicodélico. ¿Qué le estaba pasando?

Pasó toda la clase intentado dibujar los mismos estilos de antes, pero no lo conseguía, todo se estaba volviendo raro. Por más que lo intentaba, del rostro normal de alguna chica que inventaba, la convertía en un ser demoníaco o cosas por el estilo. Se estaba asustando de su mente, se estaba asustando de si mismo.

💉💊

Corto, lo sé. Perdón.

Greenie