IV. Golpes.

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Había jurado no verlas, pero ahí estaban, a cada lado de su casa, ¿Lo había imaginado, o de verdad habían desaparecido? Quitó esas ideas de su cabeza y siguieron su camino, Taehyung entró a su casa después de despedirse de Jungkook, y el castaño hizo lo mismo.

Volvía a no saber qué hacer en esos momentos, simplemente no lo sabía. Pero decidió hacer algo, investigaría sobre la esquizofrenia, quería saber a qué se estaba enfrentando, y en eso, recordó sus medicamentos, corrió hacia por mochila y volvió a salir de su pequeña casa, comenzando a correr hacia la farmacia. Taehyung quiso detenerlo, pero no alcanzó, si tomaba esos fármacos, no sabía que pasaría.

Jungkook llegó a la farmacia casi sin aire, entró desesperado y llegó a la caja y entregó la receta, la cajera lo miró con clara tristeza. Tan joven, y ya con una enfermedad tan horrible. Pagó todo lo que le entregaron, dando las gracias y volviendo ya más calmado, revisó la receta.

Tomar dos píldoras al día, durante la mañana y la noche.

Preferiblemente en clases.

Jungkook volvió a guardar la receta y continuó su camino hacia su casa, esperando a que la desaparición de las casas, solo hubiera sido una mala percepción suya. Pero volvió a pasar, desaparecieron y aparecieron en un parpadeo, definitivamente, algo estaba pasando. Sacudió su cabeza antes de entrar. Taehyung observaba todo, soltando un suspiro, esperaba que no las tomara.

Había cocinado un poco, necesitaba comer, había leído las instrucciones de los medicamentos, no podía tomarlo sin comer algo. Comió un poco, no tenía mucha hambre, nunca la tenía, no pesaba más de 67 kilos, estaba muy delgado, lo sabía, pero no podía comer más. Luego de hacerlo, llenó un vaso con agua y fue directo a su habitación. Se cambió y lavó sus dientes y se recostó en su cama, viendo la pequeña píldora en entre sus dedos, se veía tan pequeña, y sabía que sus efectos serían muy grandes.

Se sentó en la cama y tomó el vaso con agua, tomando la píldora y dejando que recorriera todo su esófago hasta su estómago, dejando que empezara a hacer efecto. Después de una media hora, se sintió un poco mareado, pero logró recuperarse.

Por su lado, Taehyung estaba encogido en su cama, encerrado en su habitación, esperando a que el efecto de la pastilla hiciera efecto. Quizá, nunca tuvo que hacerse presente.

Jungkook, luego de tomar aquella pastilla, cayó dormido debido al cansancio y adolorido por la paliza que le habían dado a la salida del instituto.

A la mañana siguiente, despertó asustado, no sabía que había pasado, pero lo estaba, miró a su lado y soltó un pequeño grito, pero a los segundos, lo que había visto, desapareció. ¿Que había sido eso? Se levantó y preparó para el instituto, como todos los días. Tomó una de las cápsulas y la guardó en su mochila, y salió, esperando a Taehyung, en tan solo un par de días, se habían hecho amigos, el rubio tenía una actitud y aura que atraía a cualquier persona que le conociera, y Jungkook no era la excepción, le agradaba Taehyung.

Taehyung apareció, tenía unas ojeras horribles y se le notaba que no había dormido nada.

— ¿Estás bien?— preguntó, una vez lo tuvo al lado, Taehyung solo asintió, sin decir nada. El trayecto hacia el instituto, transcurrió en silencio, Jungkook no sabía que estaba pasando, pero estaba preocupado por su amigo.

Al llegar, los del equipo solo los ignoraron, y agradecía aquello, no necesitaba otra paliza. — Taehyung, ¿Seguro que estás bien?— preguntó cuando se detuvieron en sus taquillas. El solo asintió, sin dirigirle la mirada, no se atrevía a hacerlo. — Taehyung, al menos mírame...— el rubio cerró sus ojos y dirigió su mirada ciega al menor, abriendo sus cansados ojos, uniendo ambas miradas, pero no pudo sostenerla mucho más, se sentía muy débil. — Ya vuelvo...— fue al baño y tomó la pequeña píldora, volviendo a marearse un poco, al salir y volver a dirigirse a las taquilla, Taehyung ya no estaba, quizá se sentía muy mal y había vuelto a casa, después le preguntaría, aún no intercambiaban números.

El día sin Taehyung, había sido aburrido y lleno de burlas, ¿Por qué esperaban a qué estuviera solo? Estaba solo en el patio, bajo el árbol de cerezo, almorzando, o eso intentaba, no tenía hambre, y tampoco era que quisiera tenerla, no quería comer. Seguramente aquella píldora le había arrebatado las pocas ganas de comer.

Se levantó exhausto, su cuerpo pesaba, no tenía ganas de hacer nada, y su mente divagaba en sus más recognitos pensamientos. Definitivamente estaba cansado física y mentalmente, necesitaba dormir por tres semanas.

Caminó directo hacia el instituto, con la cabeza gacha, sin prestar atención a nada, solo quería llegar a su pequeño hogar, y tirarse en su cama, lo necesitaba. Pero por estar pendiente solo de sus pensamientos, como si el mundo lo odiara, chocó con Min Yoongi, el cual de inmediato se dio la vuelta y lo empujó, haciendo que Jungkook cayera al suelo y se golpeara en todo su costado izquierdo, ¿Por qué era objeto de burlas? El chico de cabello negro se le acercó, tomándolo por el cuello de la camisa y lo alzó por éste, logrando levantar a Jungkook del suelo, y al mismo tiempo, lograr que dejará de tocar tierra, y lo peor de todo es que no podía hacer nada.

— Suéltame imbécil. — mala elección. Yoongi lo soltó, pero tirándolo lejos, volviendo a lograr que Jungkook se lastimara. ¿Por qué él?, ¿por qué su vida tenía que ser así? Se levantó como pudo, escupiendo un poco de sangre, había caído de rostro. — Púdrete Min.— había perdido el razonamiento, quizá no sería mala idea que lo matara a golpes, así sus tortuosos días terminaban. Yoongi solo se rió y se acercó a él, y su mano en puño impactó en el rostro de Jungkook, volviendo a tirarlo contra el suelo. Jungkook odiaba ser débil, no podía defenderse, por más que lo deseara. Se volvió a levantar, ahora con su labio roto, del cual caía un poco de sangre. — Vete a la mierda. — volvió a insultarlo, y volvió a caer al suelo. Cada vez le costaba más levantarse, hasta que ya no lo hizo.

💉💊

Espero no me maten :3

Greenie~

Esquizofrenia «Vkook»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora