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"No sabes porque tormenta esta pasando cada ser humano, se amable."

Writer's point of view:

El reloj marcaba las seis de la mañana y Colson se encontraba dormido en la sala.

¿Cómo había pasado la noche allí?

¿Por qué?

Había llegado hace unos quince minutos atrás a casa luego de la celebración de su cumpleaños número 27. Así es, Ricardo Colson Baker, no era un niño pero aunque su edad cambiará de dígitos continuaría con su espirítu de adolecente intacto. Aunque a veces eso significara terminar dormido en el sillón de casa a la mañana siguiente.

Su pequeña, Cassie Baker se encontraba en casa. Quien al ver a su padre esa mañana tirado en el sofá sin zapatos, sin camiseta y con apariencia de estar muerto en vida nego con la cabeza sonriendo. Ella estaba acostumbrada y puede que su papá no fuera el mejor del mundo pero ella lo amaba. Estaba lista para ir a clases, pero no tardo en preparar el desayuno justo como su abuela materna le había enseñado hacerlo.

De esta manera que puso a tostar algo de pan, mantequilla, queso y extra jamón. Lo llevaría a la escuela y un jugo de uva que tomo de la nevera. Estaba lista para salir de casa luego de hacer exactamente lo mismo para el rubio. El desayuno de su padre lo puso en la mesa del centro de la sala con una nota.

"Papá, te has quedado dormido. Voy a la escuela recuerda comer para ser fuerte. Te ama, Cassie."

Dió un beso en la frente y lo abrigó con las sabanas de su cama. Sin más la niña salió con sus copias llaves de casa, su desayuno y mochila acuestas. No pasaba nada, siempre que su padre o alguno de sus amigos no pudiera llevarla a la escuela la pequeña morena caminaría menos de cuatro cuadras a la parada del auto bus escolar  en el camino siempre se encontraba a la vecina de Baker.

Una chica de 17 años, en aspecto físico lucía como Pochahontas o Mohana al mismo tiempo. Su piel morena, su cabello negro pero siempre relajada. Sus convers, su mochila pintada y rayada con marcadores  llena de parches sobre el surf, olas y sobre todo Hawaii. Es que Annie, abreviado de Stephanie estaba obsecionada con el mar y la vida marina. Actualmente cursaba ya el último año en la prepatoria mientras Cassie iba en tercer grado de primaria.

-¡Annie! - grito la pequeña Cassie corriendo detrás de Annie para ir abrazarla.

Ellas no solo se conocían del vecindario se conocían en clases pues Annie era ayudante de la profesora de Español.

-¡Buenos días, Cassie! - Respondió Annie  al ver a la pequeña correr en su dirección. No tardo en parar sus pasos para que esta le alcanzara y fundirse juntas en un abrazo en los que los pies de Cassie flotaban en el aire debido a que la morena la habia cargado para llenarla de besos.

-Basta, Annie.- Menciono Cass, entre risas como resultado de las cosquillas que le causaban los besos.

-Ya, ya se me olvida que eres una niña grande. - Menciono rodando los ojos con una sonrisa divertida en el rostro regresando a la niña al suelo. - Pensé que estabas con mamá esta semana. - Aviso Annie mientras caminaba ahora con Cass a su lado hacia la parada del auto bus.

-No, este fin de semana mamá dejo tiempo con papá ayer fue su cumpleaños. - Menciono la niña y se encogió de hombros restandole importancia. Para Cassie ser una niña tenia actitudes de adolecente.

La pequeña vivió la separación de sus padres. Ahora vive la etapa de custodia compartida y el estar en ello le ha hecho ver de sus padres todo lo mejor... lo peor. Por lo cual es muy madura para su edad.

-¡Oh, eso es genial! Ya se esta poniendo más viejo. -Menciono Annie en manera de broma y ambas chicas terminarón riendo.

-Papá, no es viejo y ustedes harían bonita pareja.- Menciono la niña.

-¿Qué dices Cassie?- Annie grito y comenzo a reírse.

-Te gusta mi papá. -Agrego la niña molestando a la adolencente y entre juego de bromas comenzarón a correr en donde Annie debía atrapar a Cass.

En la parada del autobus escolar habían otras madres con sus hijos al mismo tiempo que las chicas pero estas estaban practicando el español de Cassie hoy tendría prueba y no quería fallar sería un buen regalo para su padre verla llegar con una buena calificación.

- "El virus gusano como le llama el público no es un virus normal, la ciudadanía debe estar alerta..." - Se esuchaba la radio de mano de una de las madres pero cuando Annie iba a prestar atención de la noticia pued había escuchado anteriormente de ella en la tv.

-¡Annie, vamos! -Cassie la halaba por su ante brazo para subir.

-Si, ya vamos Cass. -La morena sonrió y se levanto del muro de la acera que le había servido de asiento. El autobus había llegado.

Vió a las madres y padres despedirse de sus hijos.

-Ve tu y guardame el asiento. - Aviso la morena. Cassie subió pero Annie espero que los niños y niñas subieran primero.

Le preocuban los niños y estaba  intentando disfrazar su enojo u no enojo pero si su malestar. Ella no era quién para señalar o juzgar pero había visto a Baker padre llegar en su camioneta borracho, arrastrando los pies en la mañana como era muy frecuente de ver y aun mas constante cuando la pequeña no estaba en casa. Por ello no se le hizo extraño que Cassie hoy terminara tomando el autobus.

No era su vida.

No era su hija.

Pero ella se preocupaba por Cassie como una pequeña hermana y no miraba bien que una niña tuviera que ir sola a la escuela teniendo a su padre en casa, tal vez aun mas porque ella sufrió esa vida de pequeña. Con la diferencia de que Annie vino de una familia en donde su madre fue sometida a maltratos, quien murió "luego de caerse accidentalmente por las escaleras" cuando apenas Annie tenia seis. Su padrastro es quien vive con ella y quien tiene su custodia hasta los 18 por suerte cada vez falta menos. Pero cuando las puertas se cierran Annie vive un infierno de tener que servirle a un hombre que no hace más que llegar borracho a casa.

-Buenos días, Michael. - saludo al chofer del autobus escolar.

-Buenos días, Srta. - saludo el chofer, quien espero que Annie tomara asiento para ponerse en marcha rumbo a la escuela.

-¿Otra vez desayunando aquí, Cass? -pregunto al llegar al lado de la niña.

-Si, no me dio tiempo a comer en casa.-

-Esta bien, no pasa nada. -Mintió y sonrió solo por ella. Por Cassie, no tendría sentido dañar su día.

Sin más la morena se distrajo mirando el paisaje a través del cristal intentando nuevamente ignorar sus pensamientos sobre Ricardo.

Annie no puede ver a Ricardo no lo pasa, ni él a ella aunque al final del día ambos desconocen sus historias, sus razones de porque son como son.

Pero eso cambiaría muy pronto...




V I R A L .Machine Gun Kelly.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora