Capítulo 4

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Maratón 1/2

Alena

Llegué a mi casa un poco agotada, dejé mi suéter botado por la sala y subí a mi habitación, me topé a mi madre saliendo de su habitación y sólo hizo una cara de impresión.

-¿Qué pasa? -pregunté-
-¡Alena! Hoy es la cena con todos los miembros de la empresa.
-Ohhh shit. -dije recargandome a la pared-
-Alena, esas groserías, vas a ir o no?
-Sí, dónde es eso?
-En Pujol, allá en Polanco y APURATE!

Se me había olvidado por completo eso, después de todo no le mentí a Villamil, me bañé rápidamente, me puse un vestido negro, unos tacones negros, me maquille y peiné rápidamente para después tomar mi celular y bajar a la sala donde mis padres me esperaban y así poder irnos. Pasamos por la taquería y miré de reojo y Villamil estaba con Julia e Isaza, por suerte pasamos rapidísimo.

Llegamos al restaurant y empecé a saludar a todos junto con mis padres, por cosas como esas es que odio que mi papá sea el jefe de la empresa, deseaba ya acabar hasta que me presentaron a la familia Contreras, los saludé sin importancia pues saludar a 100 personas no está muy chingón que digamos, había una niña que los acompañaba y en ese momento se acercó un chavo y me saludó dándome un beso en la mejilla, me le quedé mirando por un instante y se me hacía conocido, nos sentamos junto con esa familia y discretamente le mandé una foto del chico a Julia.

-Lo ubicas? -pregunté-
-No es Nicolás Contreras? Lo sigues en Instagram.
-Ni idea, ahorita checo.

Bloqueé mi celular y me llegó un mensaje de Julia, sin abrir la conversación chequé lo que me decía.

"Oye y qué mal plan de que dejarás a Villamil, te pasaste cañón, sólo intenta ser amable, deberías pedirle una disculpa."

Yo pedirle una disculpa? Nunca.

Mis padres hicieron una mini reunión pero se sentaron en otra mesa y me quedé con Nicolás, Nicolás empezó a romper el hielo poco a poco.

-¡Hola! -me saluda de nuevo dándome un beso en la mejilla- mi nombre es Nicolás, cuál es el tuyo linda?
-Alena, cómo estás?
-Muy bien, llegué un poco tarde porque tuve un inconveniente.

Nicolás me empezó a hacer plática y yo solo lo miraba de pies a cabeza, era alto, rubio y con ojos azules. Por lo que me contaba tenía muy buena reputación, chequé su cuenta en Instagram y efectivamente, Nicolás tenía más de 200k de seguidores. Pasamos bastante tiempo platicando y Nicolás me pidió que me tomara una foto con él y acepté, la subió a su InstaStory etiquetandome y de inmediato me empezaron a llover mensajes de conocidas, tipo:

"Suertuda" "Nicolás? Dios que emoción" "Estás con la persona más bella de la Ciudad" "Shippeo intenso."

Nicolás tenía buena reputación. Acabó la cena/reunión y me despedí de Nicolás, Nicolás me pidió mi número y acepté. Salimos de ahí y poco tiempo después llegamos a casa, me senté en el sillón más grande de la sala y me quité los tacones, suspiré y mi madre se sienta a mi lado.

-¿Qué te dijo Nico, hija? -me preguntó mi madre con una mirada pícara-
-Sólo platicamos e intercambiamos números.
-Nicolás te conviene demasiado, es un chavo de bien. -dijo mi padre a lo lejos-

Jamás había escuchado tanto apoyo en alguna relación y menos de mis padres por lo cual me confíe demasiado de que realmente era un chico de bien y además muy conocido en la ciudad.
De un momento a otro cerré mis ojos y me quedé dormida en el sofá deseando poder contarle todo al día siguiente a Julia.
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Holooo! Como están? Que tal su puente? Ahí su regalo del día del niño 👧🏻🧒🏻 comenten y voten!
Redacción: @nini_ortega (instagram)
Página: @morat_fan_

México Juan Pablo Villamil Donde viven las historias. Descúbrelo ahora