Maratón 4/4
Simón
Últimamente he salido mucho con Alena y eso me gusta mucho. Me siento acompañado y querido. Salgo de mi zona de comfort.
Hoy Alena me invitó a su casa, comeríamos ahí y vería a sus papás, estaba muy nervioso pero acepté. Fuí a la Universidad de Alena a recogerla y unas chicas se me acercaron a pedirme un par de fotos, llegó Alena y nos fuimos a su casa. Llegamos a su casa y sus padres estaban poniendo la mesa, los saludé y eran muy simpáticos, comimos y sus padres se fueron a trabajar, Alena y yo nos sentamos en la sala y nos pusimos a ver una serie. Literalmente estábamos de esquina a esquina y poco a poco nos fuimos juntando, Alena se recargó en mi pecho y yo comencé a jugar con su cabello.-Simón, tengo que contarte algo.
-Sí, dime.
-Me atrae un chico pero no sé.
A Alena le atrae un chico, la perderé.
Alena
El chico que me atraía estaba a mi lado, sí...es Simón. Él no sabía nada porque no se lo demostraba. La verdad no me gusta estar con rodeos, prefiero que lo que vaya a pasar pase de una vez. Me senté y volteé la cabeza de Simón hacia mi, le tomé las manos y suspiré.
-Simón te diré la verdad. El chico que me gusta está enfrente de mi. Eres tú. Simón Vargas Morales.
Simón pensaba que era una broma porque así nos llevamos y se negaba, no sabía qué hacer para que me creyera. Simón se paró y se comenzó a reír.
-Simón no te rías.
-Alena, por favor, dime que no es mentira.
-No lo es.
Lo tomé de la mano y le clavé un beso el cual me siguió, nos separamos y ambos sonreímos.
-Te queda alguna duda?
-En lo absoluto.
Simón tomó mi cara y de nuevo me besó.
Simón
Ambos estábamos enamorados, ambos teníamos el mismo miedo, pero un beso lo dijo todo. Por fin sentí las llamadas "maripositas en el estómago".
-Alena, quieres intentarlo?-pregunté-
-¿Por qué no deberíamos?, claro que quiero.
De nuevo le clavé un beso y la abrazé tan fuerte como pude. Seguimos la serie y entrelazamos nuestras manos y nos quedamos dormidos viendo la serie. Desperté y era muy tarde, me despedí de Alena con otro beso y me fuí a la casa con una sonrisa de oreja a oreja. Llegué y los chicos estaban en la sala, me metí a mi cuarto y me acosté en mi cama pensando en muchas cosas. Villamil no sabía nada y el día que se entere me mataría. No quiero que Villamil piense que es la venganza porque no lo es, Alena y yo nos amamos y no haríamos está relación por venganza a Villamil, pero en cierta parte se lo merece, no sé que sentir. Tomé mi celular y tenía un mensaje de Alena.
-Monchi, se me olvidó darte algo, mañana paso a dejartelo a la casa.
-Está bien. Gracias por todo de verdad, descansa.
-Te quiero.
Tomé mi libro y me quedé dormido en la cuarta página.
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México Juan Pablo Villamil
Hayran KurguWhen I think of her, of Alena, the only thing that comes to mind is a poem whispered by someone in love, hundreds of years ago: "Unable to perceive the shape of you, I find you all around me. Your presence fills my eyes with your love it humbles my...