La mente de Hermione podía estar sumergidas en todas aquellas sensaciones que la envolvían pero, a pesar de eso, tenía plena conciencia de a quién estaba besando. Los labios de Severus eran firmes pero delicados y se movían sobre los de ella con una pasión y una ternura tal que jamás hubiese creído posible. Es que la idea de Severus Snape siendo cuidadoso y apasionado jamás había entrado en su mente.
Sus manos, que momentos antes habían estado en una actitud pasiva, se apoyaron sobre su pecho con timidez. El calor del cuerpo de su antiguo profesor chocó con el suyo propio. Sus manos palparon la calidez de su pecho, sintiendo la tela bajo sus palmas. Poco a poco, fue deslizándolas hacia arriba, deleitándose interiormente por estar en aquella situación. Las subió hasta su cuello donde dejó que las puntas de sus dedos apartaran un poco la camisa y así poder colarlas después entre la piel de su espalda y la tela maldita que lo cubría.
Raspó con sus uñas su espalda sin presionar demasiado, haciendo que no fuera más que una caricia cargada de deseo y de promesas que no se pronunciaban pero que le dejaban en claro un ofrecimiento silencioso. Bajo su tacto, sintió como los músculos se contraían mientras que un temblor recorría su espalda.
Lo besó con mayor fiereza. Se permitió ser aún más atrevida, mordisqueando su labio inferior, succionándolo y luego pasando su legua sobre él. Severus ahogó su propio gemido en la boca de la joven.
Ya no pensaban. Ninguno de los dos lo hacía. Cada uno se dedicaba a disfrutar al máximo de aquella experiencia, ese beso que era la misma locura, el mismo fuego, que tenía la tenacidad de la serpiente y lo salvaje del león, estaba poco a poco consumiéndolos.
Severus no quería pensar en que a la que estaba besando era una de sus ex alumnas, una de las más fastidiosas que había tenido, la insufrible sabelotodo a la que siempre había intentado humillar. Quería olvidarse de que se trataba de ella. Pero no podía hacerlo. No cuando la sentía tan real, tan imposible de mentalizar como alguien más. Era ella, Hermione Granger, la que lo besaba como si el mundo estuviera por acabar, con ese suave perfume tan femenino que desprendía su cuerpo.
Se separó unos centímetros de sus labios, buscando algo de aire para llenar sus pulmones. Abrió los ojos y la contempló. Ella mantenía los ojos fuertemente cerrados, con la respiración agitada y los labios entreabiertos. Sus mejillas estaban ruborizadas y algunos mechones de ese incontrolable cabello caían sobre su frente dándole un toque sensual. Severus no logró controlarse teniendo una imagen así delante de él. La apretó contra su cuerpo y volvió a besarla. Estaba tan concentrado en el placer que en ningún momento cruzó por su mente que ella pudiera rechazar ese nuevo beso.
Severus comenzó a retroceder, llevándosela consigo, y poco a poco cayó sentado en la silla que momentos antes había estado ocupando. Ella se sentó en sus piernas a horcajadas de él, haciendo todo lo posible para que sus cuerpos se tocasen al máximo.
Hermione sintió que una de las cálidas manos de Severus descansaba sobre la parte baja de su espalda, apretándola contra él, pero la otra apretaba uno de sus muslos y lo acariciaba como si la vida dependiera de ello. Y cuando la deslizó hacia el interior no pudo evitar un gemido de anhelo.
La chimenea de la sala rugió, lanzando de su interior una fuerte llamarada verde, permitiendo que de su interior saliera una silueta masculina. Pero ambos estaban tan concentrados en sus propias sensaciones que no se dieron cuenta de nada, ni siquiera del momento en el que el joven ingresó a la cocina y se los quedó observando con asombro. Pero rápidamente su mirada se volvió divertida. Se aclaró la garganta una vez, intentado hacer notar su presencia pero los dos seguían enfrascados en aquel apasionado beso. Volvió a aclararse la garganta con más fuerza pero obtuvo el mismo resultado.
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Sentir causa demasiado dolor
FanfictionLa tranquila calma de la vida de Severus Snape se ve interrumpida por la llegada de un inesperado ser a su vida. ¿Cómo se las arreglará con un bebé? (Ninguno de los personajes que ustedes lleguen a reconocer me pertenece)