Han de ser las seis de la tarde, tal vez un poco más; y HyukJae y yo acabamos de llegar al edificio y ahora caminamos por el vestíbulo. HyukJae ha estado tan entretenido en el viaje que las casi dos horas se nos han pasado volando a los dos entre canciones, risas y anécdotas estúpidas. Incluso hicimos una parada para tomar y comer algo en una de las tantas cafeterías que había junto a la carretera. De entre todas elegimos a “La cafetería del tío Shin”, hacen unas deliciosas malteadas, por cierto.
Mientras subimos las escaleras, HyukJae por delante y yo por atrás, pienso vagamente y con un aire de tristeza, en qué haré el resto de la tarde. Quizás pueda comenzar con la tarea que me ha quedado pendiente, aquello sobre el manuscrito inglés ¡el jodido manuscrito inglés! Diablos, pero es desolador imaginarme un sábado tirado en el sofá color mostaza o en la cama con un manuscrito aburrido en las manos. Tomo aire, suspiro y veo el comienzo del pasillo. Me es inevitable no sentir como mi ánimo cae y se queda desperdigado en los escalones de la escalera, de modo que cuando llego a mi puerta me siento devastado, de alguna forma y en algún punto bastante confuso.
Rebusco las llaves en mi bolsillo mientras miro de reojo a HyukJae que de pronto parece inquieto, ya no sonríe y solo me mira mientras se muerde el labio inferior y lo suelta lentamente. Para cuando reacciono me doy cuenta que no lo miro de reojo, lo miro directamente y con la boca abierta.
–Eh… –HyukJae murmura y yo cierro mis labios, desviando mi mirada hacia la puerta. Saco mis llaves y las pongo en la cerradura. Siento a HyukJae apoyarse en la pared junto a la puerta, me volteo a verlo, me está mirando. –¿Qué haces esta noche?
Le doy vuelta a la llave. Parpadeo y una vez más estoy con la boca abierta.
–¿Esta noche? Nada, no lo sé ¿Por qué?HyukJae se encoge de hombros metiendo las manos en sus pantalones negros. Se relame los labios y creo que vuelve a morderlos. Ahora le han quedado rojos, húmedos y brillantes.
–Pensaba que me podrías compensar lo del viernes. Teniendo en cuenta que me has rechazado la invitación a beber para ir a la piscina de un tipo como KyuHyun –concluye y eleva una ceja. Realmente no hay ni un gramo de humor en sus palabras.Parpadeo –Cuando te rechacé la invitación a beber, en realidad, pensaba ir a casa de KyuHyun a terminar una tarea que nos había quedado pendiente –HyukJae frunce el ceño y puedo ver que la mirada se la ha endurecido. Incluso sus ojos parecen más oscuros. Ha tensado la mandíbula y su nuez se mueve hacia arriba y hacia abajo cuando traga saliva.
–¿Una tarea pendiente?
–Sí –susurro sintiéndome, repentinamente y de la forma más extraña, más pequeño delante del rubio trajeado que ahora parece más alto. –Tarea de la universidad –le aclaro y él alza las cejas, parpadea y luego respira profundo.
–Yo no vi que hayan estado haciendo tareas. De hecho han estado bastante entretenidos en la piscina, bueno, todo esto mientras yo los he estado viendo.
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Café con sabor a Miel.
FanfictionFantasías intensas como el café. Dulces como la miel. Edición: @jaelenophile