Capítulo 9: ... y yo, DongHae, soy gay.

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  Respiro profundo, aun teniendo en la cabeza la imagen de la cara de enfado de Jessica cuando le pedí posponer lo nuestro

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  Respiro profundo, aun teniendo en la cabeza la imagen de la cara de enfado de Jessica cuando le pedí posponer lo nuestro. Sin duda he retrocedido unos diez casilleros con ella. Diablos. Solo espero que lo que tenga que decir HyukJae valga la pena, pero hace minutos que está con la vista puesta en el café que humea delante de él y golpeando la porcelana de la taza con la punta de los dedos. Yo le doy un sorbo a mi café con el que he reemplazado al té con miel.
Humm, esta dulce, fuerte y caliente...


La cafetería es bonita con sus paredes color madera y un toque rústico pero moderno a la vez. Y además huele fantástico, huele a café y una vez más me doy cuenta que, ciertamente, el aroma le queda fantástico al rubio de camisa y corbata que está delante de mí.

¡Oh! Y el rubio me mira ahora.

Sus ojos oscuros están prendidos a los míos, sus labios rojos están abiertos y se mueven como si HyukJae intentara decir algo. Yo lo miro con una expresión bastante parecida.

–Mira, DongHae... –HyukJae se queda con mi nombre en la boca. Frunce las cejas y desvía su mirada hacia otro sitio, más precisamente hacia su taza de café una vez más. –De verdad lamento lo que hice, fue una estupidez. Y realmente yo...

–¡Espera! –lo detengo poniendo mi mano delante de él. HyukJae me mira con los ojos más abiertos e igual que su boca. Yo parpadeo mientras bajo mi mano y recalco en lo que acaba de decir –¿Qué diablos quieres decir con "lamento lo que hice, fue una estupidez."? –HyukJae alzas las cejas pero sin perder la cara de... ¿idiota? Sí, es una buena definición.

–Ah... Mira, nene... –toma aire y suspira.

–¿Intentas decirme que lo has estado haciendo apropósito? –Me escucho incrédulo, indignado y furioso. De hecho lo estoy.

HyukJae, por su parte, no contesta. Pero la manera en la que me esquiva la mirada es la respuesta a todo.

Diablos.

Demonios.

Idiota.

¿Por qué?

HyukJae toma un largo trago de café, se relame los labios y me mira por una milésima de segundos.

–¡¿Estás loco?! –grito y toda la cafetería voltea a verme. Maldición. Respiro y me propongo a bajar la voz –¿Estás loco? –le susurro –¿Qué diablos te pasa? ¿Tienes idea de lo mal que la pasé estos días? Fue horrible. Solo mira mis ojeras, ¿las ves? Diablos, muero de sueño, HyukJae. Dime ¿Qué diablos te pasa? ¿Por qué lo hiciste?

 HyukJae hace chasquear los dientes y desvía la mirada hacia un costado mientras se cruza de brazos y junta los labios como si fuese un niño siendo regañado. Y por primera vez me siento un adulto frente a este tipo que se pasa la vida haciéndome sentir pequeño, estúpido e inútil. Por primera vez me siento un adulto frente a mi héroe de calzoncillos ¿rojos? ¿blancos? ¿negros? Quién sabe...

Café con sabor a Miel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora