Café con sabor a Miel.

Descabellado

El profesor de gramática habla sin parar, pero mi cabeza está en otro sitio. Tengo la mano hecha un puño y paso mi dedo alrededor de él. ¿Cómo se sentirá? Hago fuerza y el dedo entra en mi apretado puño. Sé en teoría como se hace, porque Hyukjae me lo hace a mí, pero de la teoría a la práctica... Tomo muchisimo aire y suspiro.

-¿En que piensas?

-En sexo - Respondo sin pensar. Luego retrocedo en mis palabras y quiero morir. Kyuhyun tiene los ojos bien abiertos y quiere echarse a reír. Entonces baja su mirada y me mira las manos. Yo me sonrojo y deshago mis obscenas señas de inmediato.

-Te urge demasiado, ¿no? - Dios, pongo los ojos en blanco, él está riendo a carcajadas.

-Señores - Es el profesor - Para reirse está el pasillo, salgan, por favor - Lo que faltaba...

En el pasillo Kyuhyun estalla, desde luego, esta no me la deja pasar. Yo sólo le pongo mala cara y sigo caminando. No puedo creerlo. Esto del sexo me tiene en vela, me come las neuronas.

-¿Y entonces qué? - Miro a Kyuhyun sobre mi hombro. Está por empezar con el parloteo - Tienes dos opciones, Donghae, o estás teniendo buen sexo o uno muy malo - Siento como se me enciende el rostro. Kyuhyun me alcanza con un trotecito. Tiene en el rostro pintada esa sonrisita malévola que a él le gusta poner. Si no le digo algo va a estar así el resto del día.

- Creo que Hyukjae quiere cambiar de roles - Kyuhyun eleva una ceja.

- ¿Nunca lo habían hecho? - Dios, quiero morir. O meterme cual tortuga en mi propio caparazón. Pero, por lo pronto, me meto al baño y me mojo el rostro con agua fresca. La mirada de Kyuhyun me encuentra en el espejo - ¿Tu siempre estuviste abajo?

-Pues sí - le digo entonces. Él quiere reírse, posiblemente no de lo que le digo, pero sí de mi rostro. Siento que estoy ardiendo - El tema aquí es que Hyukjae me ha dicho algo así como que está aburrido. No me lo dijo, pero lo entendí de esa manera, ¿sabes? Pero no sé qué quiere, digo, el sexo es muy amplio. Hay todo un kamasutra gay, lo googleé - Kyuhyun ahoga la carcajada - ¡No te rías! es importante para mí, no quiero que se aburra de nuestra relación porque no sé qué hacer en la cama. He pensado en eso de las posiciones, o en ropa erótica, he descubierto que hay un sin fin de artículos sexuales, como disfraces, tangas, bolas, rosarios ¡y no son para rezar!

-¿Eso último también lo googleaste o te diste cuenta sólo? - Ajá, se está burlando de mí. Pongo los ojos en blanco - Bueno, bueno, a ver ¿y cómo llegaste a la conclusión de que él quiere cambiar de roles?

-No sé, es que no me lo dijo, pero es una posibilidad. Pienso que tal vez es lo que quiere. Y me preocupa no saber hacerlo.

-Mira, no hay mucha ciencia, ¿está bien? Es más fácil que con una mujer, sólo hay un agujero y el resto... bueno, hombre, que es fácil.

-¿La meto y ya? - Kyuhyun eleva con ceja y me voltea para verme de frente.

-¿Él sólo la mete y ya?

-Pues no, primero un dedo o dos - Y en ese preciso momento escuchamos el agua de uno de los baños, a los segundo sale un chico, nos mira, se sonríe porque lo ha escuchado todo y pasa en medio de nosotros dos para lavarse las manos. Mierda, mierda, mierda. Tragame tierra.

-Usa lubricante y no te pongas nervioso, ¿va? También podrías ver videos en internet. Buena suerte - dice el chico, me guiña un ojo y se va.

Kyuhyun y yo nos miramos, luego estallamos es una carcajada.

***

Mi conciencia está agazapada en la puerta. Yo cierro las cortinas, reviso por última vez la sala de estar y finalmente me encierro en mi cuarto. Estoy en la cama, sentado con las piernas cruzadas y unos auriculares puestos. Además me he traído el portátil y un cuaderno. Mi conciencia hace su ronda de vigilancia y luego vuelve a mi lado para tomar nota. Yo tomo muchisimo aire y googleo: Porno gay. Dios mio. Trago saliva y contemplo anonadado el desfile de pornografia frente a mi rostro. Dios mio. Dios mio. Dios mio. Mi consciencia toma nota de todo. Yo sencillamente no puedo verlo, me sonrojo. Me siento un adolescente, uno muy virgen. ¿Por qué pensé que era una buena idea? Ay, madre mía. Jesús.