Green Day canta Good Riddence, mientras yo estoy tirado boca abajo en la cama de HyukJae. Humm, me apena no haber tenido conciencia de lo bien que se sentía dormir aquí en el momento en el que lo hice. Su colchón es de esos en los que te arrojas y de los cuales no te quieres levantar, yo de hecho no me quiero levantar de aquí. Cierro mis ojos y ruedo en la cama quedando boca arriba y con la libreta y lapicera pegada al pecho. Es viernes por la noche y HyukJae y yo nos preparamos para nuestro viaje a las cabañas en las afueras de la ciudad y muy cerca de las montañas. Estoy emocionado por eso, aunque siempre estará la sombra de lo que pudo haber sido el viaje de festejo de 7 meses con HyukJae y su... ex pareja, porque definitivamente son ex pareja.
–Bueno, entonces... ¿De qué va la lista? –Hablo. HyukJae está al pie de la cama y yo vuelvo a rodar para quedar boca abajo y con la cabeza en dirección a la cabecera de la cama. HyukJae no dice nada y yo volteo el rostro para verlo por sobre mis hombros. Sus ojos están puestos... en mi trasero y como un rayo vuelven a mi rostro. Me observa cauto, preguntándome con la mirada si lo he visto verme el trasero, yo parpadeo rápido y vuelvo la cabeza hacia delante y hacia la libreta que tengo en mano. Me humedezco los labios y sonrío.
–Ah, la lista. –HyukJae se aclara la garganta y yo lo siento caminar de un lado al otro a mis pies. –Bueno, básicamente hice una lista de lo que debemos llevar, ahora que ya hemos empacado deberíamos verificar si todo está allí.
Asiento y comienzo a leer la lista. Levanto una ceja en la primera cosa que está anotada –¿Ropa? –una vez más lo miro por sobre mis hombros, y una vez más encuentro su mirada puesta en mi trasero, pero esta vez no se percata de que lo miro. Yo pienso vagamente, o quizás no, que debería haberme puesto mis jeans ajustados y no este pantalón de algodón suelto y en color blanco.
–Ropa... –Divaga HyukJae y antes de que note mi mirada vuelvo a voltear el rostro hacia delante –Ropa, sí, claro.
Suspira, y yo me pregunto si acaso sigue mirándome, me tienta la idea de volver a voltearme para saber, pero con solo imaginarlo siento un cosquilleo que me sube desde la punta de los dedos del pie, por las piernas, las rodillas y llega a mi estómago, quizás, un poco más abajo y en mi entrepierna. Es morbo. Morbo. Morbo. Morbo.
Miro a mi conciencia que está tirada en su cama, en ropa interior y haciendo poses bastante extrañas, casi pornográficas.
–Ropa –Divago yo esta vez. –Claro, a eso me refiero, es obvio que llevaremos ropa. No es como si fuésemos a estar todo el fin de semana desnudos ¿verdad? –miro a HyukJae, él sube sus ojos de mi trasero a mi rostro. La idea de haberlo pescado viéndome otra vez me abraza, y me remuevo en la cama hasta que termino reacomodándome y curvando mi cintura, levantando un poco más el trasero y volviéndome a voltear para ver a HyukJae y esperando, de cierta forma, su veredicto respecto a mí, a mi pose y, en definitiva, a mi trasero.
HyukJae está con los labios abiertos, pasando su lengua por ellos y dejándolos rojos y brillantes. Me doy cuenta, entonces, que estoy siguiendo el curso de su lengua por mis propios labios y con la lapicera. HyukJae me mira, parpadea rápido y jadea.
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Café con sabor a Miel.
FanfictionFantasías intensas como el café. Dulces como la miel. Edición: @jaelenophile