Los ojos fríos de Ryeowook están sobre mí, sus ojos me recuerdan
vagamente a los de una serpiente. Parece peligroso, venenoso, de
hecho lo es. Aprieto los puños y escucho, tras mi espalda, la puerta
abrirse. Hyukjae está detrás de mí, mas no intenta detenerme, ni
siquiera ponerse a mi par, y eso me alegra. No lo quiero en el medio
de esto, no físicamente al menos.Ryeowook eleva una ceja, y finalmente mi cuerpo recobra reacción y doy los pasos suficientes para estar frente a él y tanto así que su aroma dulzón, de una colonia que a mi parecer es femenina, me deja
asqueado. Me reprimo de arrugar la nariz.-Lo que dijiste hace un momento…- digo entre dientes, mirándolo a los
ojos y sintiendo como todo el aire a nuestro alrededor se pone tenso,
amargo, agrio. –No lo vuelvas a repetir, tú no sabes ni tienes idea de
cuánto soy capaz de dar por él ¿has oído? Y me importa un carajo que
lo ames, me importa un carajo que te creas el hombre perfecto para él,
me importa un carajo todo lo que tú puedas sentir. Porque solo me
importa lo que él siente, ¿y sabes que siente? Me quiere, y me quiere
a mí, solo a mí.Tomo aire y suspiro apretando los puños. Ryeowook parpadea rápido
y por un segundo sus ojos dejan de estar en mí y pasan a Hyukjae.
¡Mierda, no lo mires Cuando a vuelve a mirarme parece aún más peligroso, aún más venenoso. Ya no es el gatito casero, es la víbora en personificada.
Bien, Ryeowook, entonces yo seré el águila.Mi conciencia está vestida como entrenadora, me masajea los hombros como si de un boxeador me tratase y luego, con la mirada en Ryeowook, me susurra al oído- Muéstrale quien manda, campeón.
-Escúchame- le digo dando un paso más, y taladrando su pecho con la
punta de mi dedo de la misma forma que él lo hizo aquella vez que salió a los gritos del departamento de Hyukjae, cuando él y yo de hecho nos dimos nuestro “segundo primer beso”. –No voy a jugar contigo al compresivo, ¿vale? Porque me importas un carajo. No estoy aquí para ser un héroe, ni el príncipe de la historia. Así que escúchame con atención: Hyukjae está conmigo, es mi novio. Y lo puedes entender por las buenas, puedes entender que él es feliz conmigo y que no lo será contigo; o bien puedes seguir intentando
meterte entre ambos y juro por dios- entrecierro los ojos- que me importara un carajo que peses diez kilos menos que yo, que midas 30
centímetros menos que yo y seas…- lo miro de arriba abajo- una muñequita... sí te metes con Hyukjae, si intentas hacer algo, si intentas
volver a cagar lo nuestro entonces vendré y te pateare tu minúsculo
trasero, si es que siquiera tienes uno-Sonrío de costado, burlón, soberbio y petulante. Ryeowook aprieta los labios y traga saliva, mientras yo me preparó para volver a atacar-Hyukjae es mío. Es mi novio, mi hombre, mi macho ¿te queda claro?- Mi conciencia eleva una ceja y me pregunta: “Mi macho”. Yo la ignoro y me concentro en Ryeowook que está con los ojos abiertos como platos- Te hice una pregunta- Vuelve a tragar saliva- ¿Te quedo claro?- me inclino como si realmente fuese muchísimo más alto que él. Ryeowook con “R” de
ridículo finalmente asiente.
ESTÁS LEYENDO
Café con sabor a Miel.
FanfictionFantasías intensas como el café. Dulces como la miel. Edición: @jaelenophile