Capítulo 10: No quería perder a nadie más.

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  Humm

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Humm... me remuevo en la cama que siempre es enorme para mí. Ruedo de un lado para el otro. He tenido un sueño extraño, con un rubio, con un delicioso aroma a coco, a café y a loción. Ni siquiera puedo recordarlo, sólo tengo imágenes vagas y confusas. Y ahora mismo tengo tanto sueño que me pesan los ojos, los brazos, las piernas, todo el cuerpo en general. Vuelvo a rodar hacia mi lado preferido de la cama mientras me abrazo a la almohada que huele deliciosamente bien. Huele al shampoo de HyukJae, huele a él de hecho.
Abro mis ojos y mi cuerpo tiembla.

¿En dónde estoy?

No es mi cuarto, aunque las paredes sean blancas y allí está el ventanal. Lo primero que noto es la ausencia de la biblioteca, luego el color de las cortinas, luego que el color de las sábanas aquí son negras. Tomo aire sentándome en la cama y pasándome las manos por el pelo. ¿En dónde estoy? Me pregunto y esta vez mucho más inquieto. Me muerdo los labios, nervioso y de inmediato me destapo. Estoy en ropa interior. Solo con camisa y calzoncillos. Parpadeo rápido y el pánico comienza a abrazarme. Mi último recuerdo es con HyukJae, en el auto, y eso de cierta forma me alivia. Pero no explica el por qué estoy aquí y sin pantalones ¿Y en dónde están, por cierto? Ah, allí, junto a la mesita de noche. Me los pongo rápido notando el leve mareo, es imposible que siga ebrio ¿verdad? Sacudo mi cabeza desviando todo pensamiento inútil y volviendo a lo importante. ¿En dónde estoy? ¿Por qué estoy aquí? ¿Y por qué no tenía puestos mis pantalones? Mi cabeza, en segundos, se llena de suposiciones extrañas sobre conquistas ligeras de una noche ¿alguna chica? No, no lo recuerdo y no estaba tan ebrio ¿o sí? Y sin embargo todo pensamiento se esfuma cuando me encuentro en un pasillo que reconozco, porque lo he recorrido una vez, una noche. De hecho, mi primera noche en este edificio cuando mi ducha se averió.

Oh... es el departamento de HyukJae.

Mi corazón respira aliviado y luego los oídos me zumban, mi cuerpo se altera y tiembla de alguna forma y por alguna razón. ¿Qué hago aquí? Trago saliva, comenzando a caminar hacia la sala y con el hombro pagado a la pared. Repaso mis recuerdos de anoche. Las bebidas, KyuHyun, la música, el camarero... SungMin, Min, el golpe, ¡Min siendo un hombre! ¡KyuHyun siendo un hombre! ¡HyukJae... siendo gay!

Jadeo recordandolo todo, bueno no todo exactamente, pero eso sí lo recuerdo. HyukJae, es gay, y él me lo dijo anoche o esta madrugada, como sea. Entonces, y con más inquietud me pregunto... ¿Qué hago aquí? ¿Y por qué no tenía pantalones? Inconscientemente me tanteo el trasero. Es ridículo. No siento nada, nada extraño quiero decir. Suspiro. Mi conciencia permanece dormida, despatarrada en su cama y con una botella de vodka en las manos. Me alegro, hoy y ahora no quiero su voz torturándome. Vuelvo a tragar saliva y a volver a caminar por el pasillo que es super corto pero a mí se me hace eterno.

-¡Ey! -esa voz.

Estoy en medio de la sala, descalzo y hecho un asco. Con la camisa fuera del pantalón, los ojos hinchados y el pelo totalmente revuelto, creo. Y HyukJae está en la cocina aislada, tras la barra y luciendo tan genial como siempre. Tiene el cabello mojado, se ha duchado y hasta aquí puedo sentir su buen aroma. Viste una camiseta suelta blanca y debajo no tengo idea, no lo veo. Esta picando algo en la barra y me mira con las cejas alzadas, esperando que hable o que reaccione. Y yo solo sigo en blanco, recalcando una y otra vez el desastre que soy ahora; pero por sobre todo, viendo a HyukJae y sintiendo como si sobre su cabeza tuviera un letrero luminoso en color rosa que centella y dice: ¡GAY!

Café con sabor a Miel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora