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El cielo está gris, muy nublado y posiblemente llueva. Estoy en la ciudad. Hay tanta gente. No conozco el lugar exacto en donde estoy. ¿Estoy perdido? La gente pasa junto a mí y me golpea el hombro, yo miro a mí alrededor sin saber a dónde ir. ¿Dónde estoy? De pronto entre toda la gente veo a una melena rubia, un chico vestido de camisa blanca y pantalón negro. Un chico de sonrisa brillante y ojos oscuros. Hyukjae.
¡Oh Hyukjae!
Comienzo a gritar su nombre, a levantar y agitar mi mano. Él me mira un momento y luego se voltea totalmente indiferente. Oh, Hyukjae ¿A dónde vas? ¡Estoy aquí! ¡HYUKJAE! Comienzo a correr pero la gente delante de mí me dificulta el paso ¡HYUKJAE! Le grito pero no me escucha, cada vez está más lejos ¡HYUKJAE, HYUKJAE! Mi voz parece retumbar ¡HYUKJAE, POR DIOS! Mi voz apenas sale de mi garganta. ¡HYUKJAE, ESTOY AQUÍ! Él está cada vez más lejos ¡HYUKJAE, NO ME DEJES! Hyukjae se pierde entre la gente ¡HYUKJAE!
Despierto agitado, en mi cama, en mi cuarto. Solo. Oh… ¿Qué ha sido eso? Que horrible sueño. Una pesadilla. Estoy sudando. Me paso la mano por la frente y me quito el sudor. Todo está oscuro. Oh… que sueño tan horrible. Mis ojos se esfuerzan por hacerse paso en la oscuridad y luego me estiro por la cama para llegar hasta donde mi celular reposa sobre la mesita de noche. La pantalla me ilumina el rostro y leo la hora, 3:09 de la madrugada del viernes. Maldición. Termino cayendo de espaldas a la cama otra vez, luego vuelvo la mirada a la pantalla del celular pensando en lo mucho que me gustaría tener una foto de Hyukjae… ¿Por qué no nos hemos sacado una foto juntos? Oh, quisiera tenerlo ahora mismo conmigo.
Mi conciencia, que acaba de levantarse de su cama, me mira con el rostro adormilado y el pelo totalmente revuelto. Me mira con el ceño fruncido y me grita: ¡Solo llámalo, caramba!... Y es cierto, solo debería llamarlo.
¡Ojala contestes, Hyukjae!
El pitido suena en mi oído. Me alegra que su celular esté encendido ahora solo me queda rogar porque despierte y conteste. El pitido suena varias veces y él no contesta. Vuelvo a llamar, y finalmente alguien responde.
-¿Nene?- su voz es ronca ¡Estaba durmiendo! Claro, si son las tres de la madrugada. De pronto me siento totalmente avergonzado- ¿Nene, estás bien? ¿Estás ahí?- creo que ha despegado el celular del oído- ¿Donghae?
-Aquí estoy- digo bajito- ¿Estabas durmiendo?
-Sí, ¿Tu no? ¿Qué sucede? –Oh… ¿está de mal humor?
-Lamento despertarte, solo quería oír tu voz, tuve una pesadilla.
El guarda silencio al otro lado de la línea y yo me muerdo el labio rogando que no se enfade. Pero es que no llevamos ni siquiera un mes de novios y ya lo estoy fastidiando con tonterías. ¡Y, santo cielo! He cumplido veintitrés y resulta que tengo que llamar a mi novio porque he tenido una pesadilla. Finalmente, al otro lado de la línea, se escucha un suspiro, y creo que lo oigo sonreír.
