El pequeño Erick se encontraba acostado en su cuarto, estaba esperando a que su compañero de cuarto, Joel, viniera.
Era la segunda vez que este no aparecía luego de las doce de la noche. La primera vez se preocupó tanto se puso a llorar y Joel lo estuvo consolando en su enojo.
Cuando se escuchó el sonido de la puerta, cerró los ojos y simuló estar dormido.
-Ya se que estas despierto, Er. Y se que estas enojado -dice apenas se acuesta al lado del ojiverde.
Simuló no escucharlo pero sabía que Joel no era tonto.
-¿No vas a hablarme? ¿No me vas a dar mi abrazo de bienvenida?
Erick no respondió.
-Entonces voy a dartelo yo, bebé -susurró en su oido y luego puso sus piernas abiertas por arriba del ojiverde, luego lo abrazó y este sólo pudo sonrojarse.
-Joel...
- Lo siento, Erick -apretó sus brazos y ambos chocaron pechos.
-Te estuve esperando desde las diez de la noche -acepta el abrazo y empieza a llorar en su hombro, recordando cuando pensó que vendría pronto.
- Lo sé, bebé. Siempre me esperas y amo que hagas eso... Y perdón por mi estupidez de quedarme hasta tarde con mis amigos... Es mejor quedarme contigo.
-P-prometemelo -suelta en un sollozo.
- Lo prometo, bebé.
Joel lo mira a los ojos y puede apreciar esas hermosas pupilas verdes que lo enamoraron con ternura. Erick era muy suave y delicado, siempre trataba de ser cuidadoso con él por que es muy sensible.
Acerca sus labios y el ojiverde cierra los ojos, el rizado abre la boca y Erick acepta meter su lengua. Están besándose apasionadamente y cuidadosamente, por que para ambos sería su primera vez y no querían que fuera sólo sexo. Querían que fuera amor.
Joel llevó sus manos hacía la cintura del pequeño y acarició su cintura con delicadeza, su piel era perfecta.
Erick subió sus manos hacía el cuello de Joel y enredó sus dedos en los pelos de su nuca. Para luego comenzar a acariciarlo.
Ambos comenzaban a exitarse y quedarse sin aire debido a los besos.
El mayor retiró la remera de su pequeño y mordió su labio, Erick se sonrojó debido a que estaba siendo expuesto a los ojos marrones y penetrantes de Joel.
Erick quiso seguir con esto y repitió la acción de Joel y le sacó su remera, luego adelantó y le sacó el pantalón, dejando a la vista su bulto que indicaba una erección.
Era grande.
Joel sacó los sus pantalones junto a su boxer y miró el pene de Erick que se encontraba en una erección queriendo ser callada.
Bajó sus besos al cuello de Erick y mordió uno de sus pezones haciendo que este se arqueta y mordiera sus labios. Luego fue hacía su pelvis y sonrió para luego meter un dedo en su boca, lamerlo y lubricarlo para meter de una en la entrada del ojiverde.
-¡Joel! -suelta cuando siente algo en su ano.
-Si te duele tienes que decirme, y yo voy a parar...
-Tu... Tu sólo sigue.
Joel hizo caso y siguiendo follandolo con su dedo, hasta que noto que este ya estaba dilatado al tamaño de su pene.
Retiró su propio boxer y lo lubricó con un poco de líquido pre-seminal que se encontraba en el glande de su pene.
Sacó su dedo y acomodó su pene en su entrada, besó los labios de Erick y empezó a introducir su gran erección.
Erick sentía ardor al principio pero luego dejó de preocuparle cuando se empezaba a adaptar a su tamaño.-¡A-ah!
-Sólo dime... -susurró Joel en sus labios, cuando metió la mitad de su pene.
-¿Puedes moverte...? -pregunta Erick, cuando siente que está listo.
Joel asiente y empieza un lento vaivén con su cadera, mientras sigue con un ritmo más acelerado.
- Joey... - gime Erick.
-Te amo... -suelta Joel en un gemido.
-¡Ah! ¡Ah! ¡Justo ahí! -grita Erick cuando Joel roza su próstata.
El rizado ríe y acelera aún más su ritmo en aquella zona, luego sigue besandolo para morder su labio.
Los fluidos del pequeño salen diaparados hacía su pecho y el de Joel, sus paredes apretan su pene del mayor y este no tarda en venirse en su interior.
Se acuesta al lado de su pequeño y lo abraza por la cintura, dejando un beso demostrando que de verdad lo ama.