CAPITULO 1

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Yo era una estudiante de lenguas asiáticas en la universidad de Seoul, antes de que la guerra se desatara.

Nadie imagino que un día todo extranjero sería cazado por la seguridad de un país. 

Corea del Sur no era la único país en guerra, la tercera guerra mundial se ha detonado sin previo aviso. Muchas personas han quedado atrapadas en países extranjeros, lejos de sus familias y sus hogares.

En mi caso, no solo tengo que escapar de las detonaciones que puedan ocurrir en cualquier momento, si no también cuidarme de no ser atrapada por las autoridades coreanas. Si soy expuesta ante ellos, mi destino sería los campos, donde llevan a todo extranjero para hacerlo trabajar hasta morir.

Cuando todo esto comenzó el país se volvió un verdadero caos. Sin embargo, no todos los extranjeros eran mandados a los campos, existían dos excepciones. Aquellos que ya poseían la nacionalidad sur coreana legalmente ya fuera por medio del matrimonio o por ser solicitada legalmente antes de la guerra, para estas personas las  cosas cambiaron con tan solo colgar un distintivo en sus ropas para que no fueran capturados por las autoridades por error.

Para todos los demás que solo  estábamos de paso por el país, las cosas fueron mas complicadas. Solo teníamos la opción de casarnos para conseguir la nacionalidad.

Para muchas chicas fue su oportunidad para casarse con su Oppa soñado, sin embargo, los surcoreanos no tenían más interés en mujeres u hombres extranjeros. Nadie quería involucrarse con nosotros. Claro que no puedo generalizar, muchos de mis amigos y amigas se casaron para obtener la nacionalidad, sin embargo, yo jamás considere esa una opción.

Para mi, el matrimonio no se trataba de algo tan sencillo como tan solo firmar un papel, aunque entendía completamente a todo aquel que lo hacia para lograr tener una vida mejor que los campos, Yo he estado escapando de un lugar a otro para no ser descubierta; Muchos de mis amigos me han ayudado a esconderme en sus hogares, sin embargo, no permanezco por mucho tiempo con para no generarles problemas. si alguien los descubría ayudándome, el precio podía ser muy alto. 

Tengo más de un año viviendo de esta forma, para mi ha sido todo un logro sobrevivir todo este tiempo, he escuchado que muchas personas se han suicidado por no soportar vivir de esta forma.

Aun cuando no es una vida placentera la que llevo ahora, sin agregar que  vivo con demasiadas restricciones y peligros. Confió en que todo esto se terminara un día.

...

Las calles de Seoul se vuelven cada vez más frescas, tengo que encontrar pronto un lugar donde pueda cobijarme de las heladas noches de invierno que están por comenzar. Al recorrer las colonias debo ser muy cuidadosa de no llamar la atención.

Escucho una fuerte explosión.

Como algo ya natural me arrojo al suelo, pero no escucho mas detonaciones. 

Me levanto inmediatamente en búsqueda de la fuente de aquella explosión. No fue difícil divisarla. Una columna de humo negro delataba justamente su procedencia. La columna de humo provenía de una casa, veo como el portón es abierto y un adulto mayor sale de ella.

Sin pensarlo dos veces me dirijo hasta él.

- ¿Señor se encuentra bien? – le pregunto rápidamente, pero él parece estar entrando en estado de Shock, tiene una tos demasiado ruidosa. – Señor, necesita respirar lento... ¿Hay alguien más adentro?

- Mi... esposa. – dice en una voz que apenas puedo entender.

Tiro mi mochila al suelo y entro rápidamente.

La casa comienza a arder con rapidez, el calor con cada paso se vuelve más intenso. Aun cuando cubro mi boca y nariz para evitar respirar el humo mi garganta comienza a picar. 

Logro encontrar a la señora, se encuentra desmayada en el piso de lo que antes sería la cocina. Inmediatamente le tomo el pulso, es débil pero el suficiente para que logre sobrevivir. 

¡Tengo que sacarla de aquí!

Logro a acomodarla en mi espalda; Intento salir lo más rápido que me es posible pero el crujir de las paredes me hace detenerme. La casa esta por venirse abajo. 

En ese justo momento veo una persona aparece de entre la densa capa de humo que hay a nuestro alrededor. Es un militar. ¡No, en este momento no, por favor!

Él me mira con los ojos bien abiertos es claro que no puede ocultar sus sorpresa.

- Rápido sácala de aquí... las columnas están por colapsar. – él no dice ni una sola palabra, solamente me quita a la señora de mi espalda y la pone entre sus brazos. Otro crujido, esta vez proviene del techo. Antes de que fuera demasiado tarde empujo al joven militar fuera del alcance del marco que acaba de caer frente a nosotros.

Como si fuera una vil broma de la vida, lo he salvado, pero el marco me impide avanzar hacia la salida. 

El joven militar me mira una vez más ¿Qué esta haciendo ahora? ¡Vete de aquí!

- Volveré por ti. – dice antes de desaparecer frente a mis ojos. No estoy segura si el que vuelva sea algo bueno o malo.

Me quedo lo más agachada que mi  cuerpo me permite estar, pero el humo es demasiado denso y me cuesta respirar. 

Mi visión comienza a oscurecerse.

¿De verdad voy a morir aquí? 

¡MAMÁ ME CASE CON UN COREANO! ... // IMAGINA CON CHANYEOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora