CAPITULO 5

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Por alguna razón estar en los brazos de Chanyeol me hicieron dormir profundamente.

Al abrir mis ojos me doy cuenta de que sigue durmiendo a mi lado, eso me hizo sonreír. 

No pensé que se quedaría aquí toda la noche.

Aun cuando seguimos siendo dos completos extraños me atrevo a decir que ambos nos sentimos  cómodos con la presencia del otro.

Chanyeol aun no despierta, y yo no quiero ser quien lo despierte así que solo me quedo quieta viéndolo dormir. Se ve tan tranquilo, cualquier preocupación que tuviese desaparece cuando duerme, él es atractivo hasta dormido.

¡Espera! ¿Acabo de aceptar que él es atractivo? 

Gracias al cielo esas palabras no salieron de mi boca. Hubiera sido bastante vergonzoso, la verdad es que hace un buen tiempo que no dormida de esta manera, tan profundamente como si fuera ajena a lo que sucede en el exterior.

Tal vez Chanyeol tampoco a tenido tiempo de descansar demasiado, lo imagino en su traje de soldado, y cargando un arma por todos lados en su espalda, durmiendo en lugares poco cómodos. Me parte el corazón imaginármelo de esta manera, me provoca querer abrazarlo y acariciar su cabello.

Él comienza a moverse estando aún dormido, en uno de esos movimientos quedo atrapada bajo sus brazos. Me abraza como si fuera una almohada. No quiero despertarlo, pero si abre los ojos tal vez se sienta apenado por lo que esta haciendo mientras duerme. ¡No quiero moverme!

¡Ey! En que estás pensando

¡Él es mi esposo de todas formas, ¿no?

Pero sigue siendo un desconocido, no puedes actuar así.

De verdad comienzo a odiar mis pequeñas peleas internas conmigo misma.

- Chanyeol... Chanyeol. – digo suavemente.

- Pensé que nunca me moverías. - ¡había estado despierto todo este tiempo!

- Lo siento, es solo que no quería despertarte. – trato de moverme, pero sigo atrapada bajo su abrazo.

- Tranquila, ahora me siento menos culpable.

- ¿Menos culpable? – le repito.

- Me desperté temprano, pero no pude moverme así que solo me quedé mirando como dormías. – creo que mi cara va a ponerse roja. - ¿Te es incómodo estar así conmigo? – él nota que me apresuro a responder y antes de que pueda decir algo agrega. – Se totalmente honesta. – atrapada.

- Si te soy totalmente sincera, no, no me es incómodo. Pensé que al no conocernos del todo las cosas serían algo extrañas o incomodas, pero para ser honesta me siento muy cómoda al estar así contigo. – quería que la tierra me tragara al decir esas palabras, pero el mentirle iba a causar mas incomodidades. Él me regala una de sus sonrisas.

- Me alegra saberlo ¿Dormiste bien? ¿Tuviste alguna otra pesadilla? – Yo niego.

- No, de hecho, dormí como un bebe gracias a ti, tu arrullo fue como magia. – su sonrisa decae un poco, pero no creo que fuera por mis palabras, sino por algún recuerdo. No me atrevo a preguntar.

- Es bueno saber que puedo ser de ayuda para ti, puedes despertarme de nuevo y volveré hacerlo para ti.

- Gracias, de verdad, pero espero no tener que seguir molestando con cosas como estas.

- Es una lástima, a mí me encantaría hacerlo cada noche.

Su respuesta me toma por sorpresa, no esperaba que dijera algo como eso. De verdad el siempre logra sorprenderme de alguna manera.

- Muy bien será mejor que baje hacer el desayuno. Tu puedes tomar una ducha mientras. – él me libera de su abrazo y ya comienzo a extrañar su calor.

¡ _TN_ te estas escuchando, reacciona por favor!

Al final hago lo que él me dice. No tiene caso discutir con él, cuando ya ha tomado una decisión no hay forma de hacerlo cambiar de opinión, es un terco y un mandón. Al bajar a la cocina puedo ver que todo esta listo, pero para mi sorpresa el desayuno es al estilo americano, en la mesa puedo ver el zumo de naranja y algunas tiras de tocino mientras que Chanyeol coloca los platos con huevo en la mesa ¿De dónde ha sacado todo esto?

Él me mira y me sonríe.

- He preparado esto porque no estaba seguro de que es lo que comes por las mañanas.

- En realidad, yo no... - me detengo a media palabra. De repente me invade la vergüenza, no quiero admitir frente a él que a veces no comía en días y él se estaba preocupando por si me gustaría el desayuno, siento las lagrimas queriendo empezar a brotar, pero no quiero que me vea llorar más. Le regalo una sonrisa en su lugar. – Es perfecto gracias.

Mientras desayunamos el silencio entre nosotros esta presente, pero no es incómodo.

- Deberíamos pensar en algún juego. – dice él.

- ¿Un juego?

- Algo en lo que podamos hacer preguntas el uno al otro, de esa manera podemos divertirnos y conocernos al mismo tiempo. – me gusta su idea y su iniciativa. Así que asiento.

- Me pare bien esa idea.

- ¿Cómo esta tu brazo? – mira mi vendaje. La verdad es que la quemadura no es tan grave gracias a que él me saco a tiempo, tendría una horrible cicatriz, pero son daños menores a comparación de lo que pudo haberme ocurrido realmente.

- Esta sanando, creo. Ya me he tomado los medicamentos que él doctor me ha dado y también aplique las cremas antes de poner de nuevo la venda.

- Mientras no sientas dolor, esta bien. ¿Qué hay de las rodillas?

- Sobrevivirán. – río sobre ello y él hace lo mismo. – debo parecerte un completa torpe. – digo, pero él niega con su cabeza. – Eres un mentiroso. – digo entre risas.

- Soy un caballero. – dice con aires de príncipe. Y no puedo negar que él es todo un caballero.

Insisto en lavar los platos mientras él toma una ducha, él dice que quiere llevarme a la ciudad, al parecer hacen falta un par de cosas a la casa por su larga ausencia. Sinceramente me siento aterrada ante la idea de salir de la casa.

- ¿Estas lista? – pregunta al estar frente a la cocina. Yo simplemente asiento, pero la verdad estoy muerta del miedo. 

¡MAMÁ ME CASE CON UN COREANO! ... // IMAGINA CON CHANYEOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora