Chanyeol no estaba bromeando cuando dijo que viviríamos juntos.
Después de que fui dada de alta y él pagara por la cuenta del hospital, me llevo hasta su auto donde el abrió la puerta para mí. De verdad que no logro comprender el porqué es tan atento conmigo. Es muy reconfortante pensar que alguien se preocupe por mí, pero también es desconcertante al mismo tiempo.
Al estar frente a su casa, me siento pequeña, todavía no paso por la puerta y aun así puedo ver que la casa es inmensa. Estoy segura de que esta no es una casa tradicional coreana.
Al entrar, él es quien rompe el silencio primero.
- Lamento que este algo descuidada, tengo un largo tiempo sin venir a casa. – Es verdad él esta en servicio.
El servicio militar coreano es forzoso por dos años, sin embargo, al comenzar la guerra todos los hombres fueron llamados a servir sin importar si, habían hecho el servicio anteriormente.
- No debes preocuparte por eso, yo me encargare de ello a partir de ahora. Es lo menos que puedo hacer cuando me estas dando un lugar donde quedarme. – pero el niega con la cabeza
- No deberías hacer ningún esfuerzo mientras tu brazo se recupera. - ¿De verdad está preocupado por mí?
No puedo logar entender el porqué él sigue cuidando de mi de esta forma.
Estoy más que agradecida con él, realmente estaba en deuda de por vida. Él fue quien decidió cuidar de mí, pero por más que lo pienso, no puedo entender sus razones ¿Por qué él tomaría responsabilidad por una completa extraña? Me siento como una verdadera molestia.
- Ayudare en lo que pueda entonces. – él parece conformarse con eso.
- Yo hare las cosas hasta que mi permiso expire.
- ¿Permiso? – pregunto curiosa.
- Tome un permiso en el ejercito para poder estar contigo hasta que te recuperes. Luego de eso tengo que volver con mi equipo.
- Ya veo. – Entonces esto es un pequeño respiro para él, es bueno saber eso al menos.
- Te mostrare tu habitación. Ven, sígueme. – Chanyeol me quita la mochila que llevo en la mano, se la coloca en su hombro y sube por las escaleras.
Esta casa de verdad es grande, pasamos un par de puertas antes de que él abra la que corresponde a la que será mi habitación. Me indica que entre primero. Me quedo asombrada con su interior, la habitación esta impecable, lo miro y él sonríe.
- Mientras todavía estabas bajo el efecto de los analgésicos, me tome un par de horas para venir y arreglar el cuarto para tu llegada. – Sin darme cuenta, una lagrima se escapa de mi ojo. - ¡Oh no! no ¿Qué hice? ¿Dije algo malo? – dice él preocupado por mi reacción. Yo niego con la cabeza.
Él no tiene ni la menor idea de lo mucho que me estoy contendiendo de abrazarlo en este preciso momento, sé que los asiáticos no suelen hacer este tipo de cosas si no hay la suficiente confianza entre las personas.
- Es solo que... desde hace un largo tiempo nadie se ha preocupado tanto por mí. Esto es muy especial para mí, gracias. – puedo darme cuenta, que él no tiene ni la menor idea de que hacer o que decir. Así que solo continuo – No he tenido la oportunidad de agradecerte por todo lo que has hecho por mi hasta ahora, no solo me salvaste de morir en aquella casa, si no que me convertiste en tu esposa y ahora me traes a tu hogar en vez de dejarme ir a los campos. Mi vida no ha sido fácil desde que la guerra empezó, de verdad me estas dando un gran respiro, no tengo idea de como podre pagarte todo lo que has hecho. – los ojos de Chanyeol están llenos de sorpresa por mis palabras, lo he tomado desprevenido – Lamento convertirme en una molestia para ti. De verdad lo siento – Me invade la vergüenza y bajo la mirada.
Hay un pequeño silencio, pero Chanyeol se acerca un poco más a mí, me toma del mentón haciéndome alzar la mirada, su mirada esta fija en mis ojos.
- Por favor, no digas algo como eso, para mí no eres una molestia, yo no te veo de esa manera. – Él sonríe. – Ahora eres mi esposa, de ahora en adelante crearemos muchos momentos juntos. – su sonrisa decae un poco. Él presta más atención a sus palabras – Bueno, al menos podremos hacerlo hasta que tenga que regresar a la guerra, pero Ahora estas en casa ¿De acuerdo?
Sus palaras no dejan resonar en mi cabeza aun después de que él saliera de la habitación.
"Ahora estas en casa "
No tengo muchas cosas en mi mochila, así que no tardo en acomodar lo poco que tengo en la habitación. Al estar sola aquí y encerrada me hace sentir algo agobiada. Después de vivir tanto tiempo en las calles, estar encerrada no me agrada en lo más mínimo. Doy un salto de la cama y salgo al pasillo, no veo a Chanyeol y tampoco lo escucho por ningún lado.
¿Debería cocinar algo para la cena? Es lo minino que puedo hacer en este momento.
Para mi sorpresa la nevera esta llena de vegetales frescos. De hecho, parecen haber sido cortados recientemente. Veo que hay todo lo necesario para preparar kimchi, decido comenzar por ahí. En este momento agradezco haber tomado esa clase de gastronomía asiática en la universidad.
Pero ¿Y si no le gusta el Kimchi? Tiene que, es una guarnición básica, a la gran mayoría les gusta. Es probable que sí, pero ¿Y si es alérgico a algo?
Mi cabeza es un verdadero caos en este momento, estoy tan distraída con mis pensamientos que al darme la vuelta Chanyeol me sorprende al estar parado con sus brazos cruzados sobre el pecho, me toma completamente por sorpresa y dejo caer el bowl de cristal que sostenía.
El cristal se hace añicos al chocar con el suelo
- Lo siento, lo siento. – repito una y otra vez. Me agacho rápidamente para recoger los trozos, pero solo consigo encajarme fragmentos de cristales en las rodillas, así que suelto un ligero quejido por el dolor que causa.
- ¡No te muevas! – dice él inmediatamente. Obedezco su orden, él se mueve tan rápido que en un segundo esta a mi lado. Me toma con cuidado entre sus brazos y me lleva fuera de la cocina, me acomoda en uno de los sillones. - ¿Estas bien? ¿Te duele mucho? – hay preocupación en su mirada.
- No es nada, estoy bien. – contesto para no preocuparlo. Pero el baja su mirada a mi rodilla, el pantalón tiene una mancha de sangre en esa área.
- No, no lo estas. Iré por el botiquín, no te muevas.
Cuando él vuelve con el botiquín trae con él también un par de shorts y una sábana.
- Lo mejor será que te quites esos jeans, o será imposible curar la herida. – Me pasa la sabana y los shorts. – Ponte eso. Te dejare un momento para que puedas cambiarte, trata de tener cuidado.
Su amabilidad es simplemente de otro mundo, jamás había conocido a un hombre como él. Aun cuando se supone que ahora somos marido y mujer, él respeta mi privacidad, es todo un caballero ¿Sera que estoy soñando? Al bajar poco a poco los Jeans me doy cuenta que la herida es más grande lo que pensaba, duele un poco debido a que la sangre ha hecho que mi piel se pegue al pantalón.
- ¿Estas listas? – pregunta él
- Si – contesto. Sus shorts me quedan largos, eso era más que obvio ya que él es más alto que yo, pero estos shorts son más fáciles de doblar.
Con toda la concentración del mundo, Chanyeol se toma su tiempo para aplicarme el agua oxigenada primero, cuando él coloca el alcohol, no puedo evitar estremecerme por el ardor que causa, pero él sopla en mi herida y eso me conmueve.
¿Cómo había tenido la suerte de encontrarme con semejante ángel?
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¡MAMÁ ME CASE CON UN COREANO! ... // IMAGINA CON CHANYEOL
FanfictionEs muy tarde para volver a casa. ¿Qué harías si te encontraras atrapada en un país extranjero en medio de la tercera guerra mundial? ¿Te atreverías a cualquier cosa con tal de sobrevivir? Pues en este país no tienes opción...