CAPITULO 4

1.6K 147 14
                                    

Chanyeol es un hombre muy tierno y caballeroso, no se con que otras palabras puedo describirlo.

Él no me conoce y yo no le conozco, pero todas sus atenciones han sido las de un verdadero esposo. 

A él no parece importante el que seamos aun dos completos extraños que han unido sus vidas para siempre; Él jamás podrá separase de mi según lo establecen las nuevas leyes sur coreanas. Al contraer matrimonio conmigo perdió su derecho a solicitar un divorcio, todo a causa de ser una extranjera. 

Hasta ahora, él ha hecho un muy buen trabajo como mi esposo, pero yo no he podido corresponderle de la misma manera.

Tal vez sea porque aun no logro hacerme a la idea de que ahora soy una mujer casada.

Al  terminar de limpiar mis heridas Chanyeol las cubre con un poco de crema para acelerar la cicatrización.

- Listo... Ahora quédate aquí mientras recojo la cocina. – al verlo dar media vuelta para regresar a la cocina siento algo en mi pecho.

- Chanyeol – decir su nombre en voz alta aun me parece extraño. Él se gira para mirarme. – Lo siento. – digo nuevamente.

- Fue solo un accidente, no ha sido gran cosa. – me regala una tierna sonrisa. Me doy cuenta de que me gusta verlo sonreír.

- ¿Puedo ayudarte aun con la cena? – pregunto, preparada para recibir un no como respuesta.

- Es mejor que por ahora no te muevas, las heridas pueden volver a sangrar si te mueves.

- Es que... no quiero estar sola. – Mi confesión lo toma por sorpresa.

He estado sola por un largo tiempo, no solo desde que la guerra inicio sino desde que vine como estudiante a este país. He extrañado muchísimo los abrazos que mi madre me daba y los besos en la frente que mi padre me daba. Extraño el sentir cariño de alguien. Y ahora que no tengo la certeza de si algún día volveré a verlos los extraño aun más. Ni si quiera estoy segura de como se encuentran en este momento, es algo que simplemente guardo dentro de mí, pero Chanyeol esta haciendo que todo esto sea mas sencillo ahora.

- Bueno, me harás compañía solamente. – él regresa por mí. Se agacha lo suficiente para que yo suba a su espalda. Por un momento, no sé si debería subir a su espalda, pero si no lo hago me quedare aquí. Así que, con cuidado, me recargo sobre de él y rodeo su cuello con mis brazos.

Chanyeol me deja sobre la barra de la cocina mientras lo veo limpiar el desastre que he provocado. 

Me siento inútil en este momento.

Miro a mis costados y me doy cuenta de que he dejado un par de cosas aquí para preparar el kimchi. Tomo la bolsa de ajo y los pongo en el plato hondo que tenia a un lado. Podría moler esto mientras estoy aquí sentada.

- ¿Qué haces? – me pregunta al ver que tomo las cosas.

- Moleré el ajo mientras tu terminas con eso. – señalo los pedazos de vidrio. - ¿Tienes algo con lo que pueda aplastarlos? – él lo piensa por un momento y luego busca en uno de los cajones.

Al final de la noche ambos terminamos preparando la cena. Mientras yo terminaba de preparar el Kimchi, Chanyeol preparo el bibimbap para ambos. No puedo negar que la cena estaba deliciosa, hacia mucho tiempo que no comía tan bien.

Tal vez mañana podríamos comer el Kimchi con arroz y ramyon.

Me acuesto en mi cama y cierro mis ojos. "Ha sido un largo día"

¡Corre, Corre y no te detengas! Me digo una y otra vez.

La policía me esta persiguiendo y no puedo permitir que me atrapen. Paso por estrechas calles lo más rápido que puedo, pero la lluvia no me deja correr como me gustaría hacerlo, no tengo tiempo para resbalar y caer en este momento. Por si eso fuera poco las sirenas comienzan a sonar por todas partes. ¡Bombas! Eso quería decir que había aviones bombarderos cerca.

Siento que el aire me falta, no puedo continuar corriendo, me detengo para respirar, pero eso no funciona ¡No puedo respirar! Me esta costando recobrar mi ritmo cardiaco, es posible que me este dando una crisis. Siento una mano en mi hombro ¡No! ¡No! por favor no. Quiero gritar, alejarme, correr lejos de este lugar. Llevo mis manos a mis oídos al escuchar la primera explosión.

Escucho que alguien dice mi nombre, pero la voz suena tan lejana como si el viento hubiera traído las palabras desde lejos.

Abro mis ojos, mi respiración esta acelerada y estoy cubierta de sudor. 

Mis ojos no se acostumbran a la oscuridad que me rodea, me siento desconcertada 

¿Dónde estoy?

Siento la mano de alguien aun en mi hombro, me recorre un escalofrió por todo el cuerpo.

Al mirarlo en la oscuridad tardo en darme cuenta de que se trata de Chanyeol, en su mirada puedo ver su preocupación.

- Tranquila, solo ha sido una pesadilla. – mi respiración se normaliza al escuchar su voz.

Se que solo ha sido una pesadilla, pero no logro quitarme la sensación de romper en llanto. 

El ser capturada y llevada a los campos ha sido mi peor miedo en este último año.

No logro contener las lagrimas que me brotan de los ojos, sin previo aviso, abrazo a Chanyeol para ocultarme, no quiero que me vea llorar. Me disculpo con él mentalmente por el acercamiento tan repentino.

Pensaba que él me alejaría, pero me sorprende el sentir sus manos en mi espalda. Él no solo correspondió a mi abrazo, sino que me acerco más a él.

El estar de esta manera con él me hace sentirme bien, su abrazo es cálido y no se siente extraño o incómodo.

- Tranquila. – dice nuevamente. – estas en casa, nadie va a hacerte daño aquí. – él me acerca aun más a él. Ahora puedo escuchar el latido de su corazón.

Escucho como empieza a tararear una canción, eso me hace olvidar el mal sueño. Su arrullo esta funcionando, mis ojos se sienten pesados y siento como empiezan a cerrarse poco a poco.

- Duerme tranquila, yo estaré aquí para protegerte. – sus palabras fueron como un encantamiento para mi.  

¡MAMÁ ME CASE CON UN COREANO! ... // IMAGINA CON CHANYEOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora