Capítulo 19

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Él me hacía sentir incomoda y por mucho que no deseara admitirlo también me atemorizaba y eso me hacía enfadar porque no habia hecho nada para merecer su frialdad, pero por más que lo pensara algo me decía que él ya era así y nada de lo que hicier...

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Él me hacía sentir incomoda y por mucho que no deseara admitirlo también me atemorizaba y eso me hacía enfadar porque no habia hecho nada para merecer su frialdad, pero por más que lo pensara algo me decía que él ya era así y nada de lo que hiciera le haría cambiar.

Me condujo hacia una carroza, quizás la suya y al llegar extendió la mano hacia mí, lo mire confundida porque no creí que él se animaría a mostrarme un poco de cortesía frente a tanta gente y luego de un instante supuse que se debía a la presencia de tantos ojos sobre nosotros que él me habia ofrecido ayuda.

Al avanzar observe cientos de sonrisas y aunque las mejillas me dolían, me vi obligada a devolverles el gesto, no me conocían y aun así arrojaban flores desde lo más alto, se podía admirar una lluvia de pétalos blancos a nuestro paso y, por si fuera poco, gritaban mi nombre, regocijándose por mi llegada. Los escuchaba gritar "Nuestra Reina" aunque aún no lo era.

Era extraño como mi mera existencia les traía dicha, aunque no sabía si realmente tenía el poder para que esa felicidad y esas sonrisas en sus rostros perdurara.

-Parece abrumada- dedujo el rey después de un largo lapso de silencio. Disimulé una sonrisa y volví la vista hacia el festejo, ver a las personas me agradaba más que la idea de charla con el rey.

-Supongo que es normal, no todos los días me pasan cosas como estas-dije temerosa de lo que él fuese a decir.

-Después de unas cuantas veces, se vuelve tedioso-giré un poco y me di cuenta que miraba hacia afuera, contemplaba el panorama, pero no con fascinación sino mas bien como si estuviera cansado de todo eso.

-Parece que le disgusta salir en público-musite, no creí que me escucharía con el ruido de las personas, pero lo hizo.

-No-respondió alzando la ceja-de hecho, al igual que esas personas yo también estoy feliz.

-Pues no lo parece.

Soltó una carcajada, era la primera vez que lo escuchaba reír o algo así, el sonido que emitió incluso era elegante.

-No necesito sonreír para demostrar que estoy feliz-declaró recomponiendo su serenidad.

-¿Y entonces como lo demuestra?

Alzó de nuevo la ceja y ese gesto ensalzó un brillo en sus ojos, su rostro severo no sé observaba igual, habia una singular expresión en su rostro, quizás era una sonrisa y no era forzada, pero tampoco sincera, era la de un hombre provocativo y seductor, estaba insinuándome algo.

Tomo mi mano y en un acto delicado se atrevió a besarla, luego se aproximó a mi oído y en ese instante sentí mi rostro enrojecer.

-No creo que quiera saberlo ahora- murmuró en un tono arrebatador. Cuando se apartó de mi vi una sonrisa satisfecha en sus labios. Tal vez se estaba burlando de mí, pero estaba demasiado aturdida como para reclamarle. Volví la vista al público y sonreí para ellos, solo que esta vez tenía las mejillas enrojecidas

Amor De CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora