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Dos pequeños y rápidos toques en la puerta y ya estaba abierta.

- Buen día, le traje su desayuno.- le hable al hombre que asomaba la mitad de su cuerpo.

- Déjalo en la mesa de centro.

- Claro, con permiso.- extendió la mano para que pasara. Dejé la bandeja donde me lo pidió y camine hacia la salida.

- Aquí tienes.- estiró su mano con un dólar de 100.

- oh no.- con mi palma hice su mano hacia atrás.- en la cuota del cuarto se agrega las propinas por servicio al cuarto.

- Ya lo sé.- volvió a acercar el billete a mi.- Es mi último día en Los Ángeles y tú me atendiste muy bien.

- Es mi trabajo, fue un placer atenderle.- me salí rápido de la habitación para evitar estar más tiempo con ese hombre.

Toda una semana lo atendí exclusivamente a él, el hombrecillo calvo me lo pidió. Es árabe, se le notaba en sus rasgos y lo podías confirmar en su acento marcado cuando hablaba, es muy apuesto y viste muy bien. Después de el primer día empezó a volverse intimidante para mí, pedía cualquier cosa al servicio, un día me pregunte porque tan a menudo solicitaba agua y encontré las botellas debajo de su cama, no supe cómo sentirme con respecto a eso. Toallas siempre húmedas, pedía comida que terminaba tirando y hasta llego a pedir que le enseñará a usar la calefacción, ¿Que clase de persona es? Sea lo que sea, hoy se fue y no puedo estar más feliz, aún no entiendo porque yo lo tenía que atender sola pero ya terminó.

Me acerque a Camila, una compañera de trabajo que se ha vuelto una amiga.

- ¡Dios! Odie a ese hombre, doy gracias que se haya ido.- me paré a su lado.

- Era de esos típicos hombres ricos que solo desperdician su dinero, nunca estuvo en el hotel solo en las mañanas y tardes... De hecho... No, no, olvídalo- detuvo su mano con la que limpiaba una barra.

- ¿Que sucede?

- Nada, solo pensé en algo muy rebuscado.

- Dímelo.- tomé el pedazo de manta con el que limpiaba.

-¡Hey! Dame eso.- se acerco para tomarlo.

- Si me dices qué pensaste yo te lo dare.

- Bien.- bajo sus brazos.- Solo se me hizo curioso que ese hombre solo estuviera cuando te tocaba tu horario.

Baje mi guardia, nunca había notado eso.

- Creo que si es rebuscado.- le entregué la tela.- De solo pensar en eso me dan escalofríos.

- Solo son coincidencias Rosy, no lo tomes tan enserio.

- Si, si, solo son coincidencias.- sentí vibrar algo en el bolsillo de mi camisa.

Harry: Pasaré por ti, no puedo esperar para verte, tengo muchas sorpresas para ti.

Sonreí al ver su mensaje, cada vez nos veíamos más seguido y me encantaba. Cai de nuevo por el gracias a estos meses, Bill se desvaneció como una sombra borrosa de mis intentos por olvidar a Harry, todo puede marchar bien.

Rosallie: Bien, ponte bello para mí. ❤️

HARRY

- No me gusta la champagne, yo no debería tomar esto.- recosté su cabeza en mis piernas.

- No se cómo no te acostumbras a todo esto, yo te puedo dar lo que quieras.- le di un beso en la frente.

- Ese es el problema, no quiero nada, solo a ti.- mi mano reposaba en su vientre y la suya encima de la mía.- Eso es todo para mí.- cerró sus ojos.

- No, no, todavía no duermas quiero darte algo.- puse una almohada bajo su cabeza y me levanté para buscar el regalo.- Esto es.- le entregué la caja pequeña.

- ¿Esto es un regalo de por los meses o algo así?.- sostuvo la caja con las dos manos.

- No- quite la tapa de la caja- es para que sepas que eres importante para mí y quiero que yo lo sea para ti.

- Ya lo eres.- saco el collar dentro de la caja.- Una H, que posesivo Styles.- me sonrió y la puso sobre su cuello.

- Yo la cierro.- me puse detrás de ella para cerrarla.- Listo, ¿Deseas que te cociné o salir a comer?

- Ya me tengo que ir, puede llegar Kendall y mi madre ya pregunta porque llego más tarde.

- Quisiera que estés aquí siempre.

- Yo también quisiera estar siempre contigo.- beso mi barbilla.- Nos veremos mañana, ¿Cierto?

- Tengo que acompañar a Kendall a una sesión de fotos pero intentaré volver lo más pronto para poder verte.

- Ella no merece tu corazón.- dijo bajo pero aún así yo lo oí- No te presiones, podemos vernos después.- beso mis labios y se levantó.- Te quiero, nos vemos después.

- Deja te acompaño.- me levanté.

- No, no así.- me miró de arriba hacia abajo.- estás en ropa interior y solo te cubre una camisa blanca.- Ya conozco el camino a la salida, te veo después corazón.

La vida salir de la habitación para después escuchar sus pasos por las escaleras y por último el sonido de la puerta cerrarse. Salí de esa habitación y observé mi casa oscura, la soledad inundaba de nuevo este lugar y en estos casos solo hay dos cosas que me reconfortan de compañía, Rosallie o mi estudio y voy a ir a es mismo lugar. Entre a esa habitación de paredes blancas, parecía un escondite de niño pequeño, había pinceles, lápices y hojas por todo el suelo y me abrí paso entre todo el desastre para llegar a ella, mi libreta de cuero café. Mi compañera de años, pasaba los dedos sobre los garabatos y palabras que escribí sobre el cuero durante estos años. Tomé una pluma del escritorio.

"Ella no merece su corazón."

Suspiré pesadamente, ¿Quien lo merece?

Mire a mi alrededor, no me gusta esto; sentirse solo, tan vacío y sin una pieza. Ella, ella se merece mi corazón y yo el suyo, quiero otra oportunidad, una vida a su lado, disfrutar las cosas simples, acompañarla y, tal vez, un bebé... O dos.

Una criatura. La primera palabra que brotó en mi mente al pensar en bebés, me senté en en puff, si los tenemos quiero que sean como ella, tan hermosa, aferrada, valiente... Dulce.

Mi dulce criatura.

Escribí eso en mi libreta, necesito expresar mi corazón en esto, palabras.

***

ROSALLIE

Entre a mi casa, colgué mis llaves y note un aroma; carne.

Me sentí asqueada, solo lo ignore, tal vez no había comido carne ya hace tiempo y me resulta raro el olor, subí las escaleras y entre a mi cuarto. Al lanzarme a mi cama me dolió mi espalda, auch. Me levante y sobe un poco, voy al baño.

Que día! Tome la H del collar y sonreí, me senté en el inodoro y saque el móvil, unos minutos después me levante, limpie y vi hacia bajo para subir mis bragas.

¿Sangre?




ROSE (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora